SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS. Éstos se clasifican Derechos Humanos de Primera Generación, (DHPG), Segunda Generación, (DHSG) y Tercera Generación, (DHTG). Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles, (CNDH,2021). Los Derechos Humanos son inherentes, ingénitos y esenciales al ser social. Los Derechos Humanos de primera generación vienen a ser los derechos civiles y políticos, derechos a la libertad, derecho a la vida, a la libertad de conciencia, derecho a pensar y expresarse libremente. Entre tanto, los Derechos Humanos de segunda generación vienen a constituirse en los derechos económicos, sociales y culturales. Éstos últimos están tipificados en el Título III, Capítulo VI de la Carta Magna de Venezuela, de 1999 como los Derechos Culturales y Educativos. No obstante, existen otros derechos culturales expresados en la normativa constitucional sobre los pueblos indígenas y originarios, así como con las artesanías y las industrias populares típicas. Finalmente, los Derechos Humanos de tercera generación vienen a ser los derechos a nacer y vivir en un ambiente sano, no contaminado y el derecho a nacer y vivir en una sociedad en paz. Resulta concluyente, resueltamente concluyente: Todos los seres humanos, sea cual sea su cultura o pasado histórico, sufren cuando son intimidados, encarcelados o torturados. Debemos, por tanto, insistir en un consenso global, no sólo por la necesidad de respetar los derechos humanos en todo el mundo, sino también por la definición de esos derechos, porque es inherente en todos los seres humanos anhelar la libertad, igualdad y dignidad. (Dalai Lama, líder espiritual). SOCIALISMONUESTROLETINOAMERICANO. En modo alguno, y por ahora, no intentaremos responder las interrogantes que se van a presentar. Tampoco se reflexionará sobre las mismas. Simplemente se formularán y se presentarán las incógnitas para que el lector o la lectora medite, delibere y, quizás, agregue otros arcanos, e incluso especule sobre los mismos. Se trata de un ejercicio previo y muy antes de responder a semejantes interrogantes. Lo que se intenta hacer es, simplemente, exponer las preguntas e incógnitas. Lo demás queda al libre albedrío del lector o lectora. Aunque en próximas entregas le entraremos, con furia y lucida intención, a cada respuesta, a cada interrogante, a cada incógnita. El tema es candente, de urgente discusión, de encendida pasión y riguroso trabajo intelectual. El socialismonuestrovenezolano requiere definición filosófica, construcción teórica, conceptualización sociológica. Hay que construir la epistemología del socialismonuestrolatinoamericano, en general, y el venezolano, en particular. Qué nos guíen tanto una praxis revolucionaria como todas las benditas ciencias sociales. ¿Será posible emprender una gran síntesis integrada, dialéctica y holística del marxismo crítico y heterodoxo, el socialismo del siglo XXI, la teología de la Liberación, el socialismo indoafroamericano, el árbol de las tres raíces, las teorías feministas, el ecosocialismo, la democracia comunitaria y popular, el bolivianismo, así como las ideas de muchos pensadores de la estatura de Simón Rodríguez, ¿Francisco de Miranda, entre otros muchos? La respuesta es rotunda y claramente afirmativa. Hoy por hoy es urgente parir teorías revolucionarias desde una praxis concreta e históricamente determinada y comprometida con la creación y el cambio.
Las reflexiones y posibles respuestas, así como las explicaciones se harán en próximas entregas. Resultaría muy interesante poder intercambiar ideas, puntos de vista, opciones conceptuales, enfoques con los lectores y lectoras. Compartir ideas y cuestiones críticas, resueltamente audaces, sinceras y, sobre todo, altamente transparentes. La posibilidad de abordar desde la hermenéutica la dimensión sociopolítica e histórica-cultural del socialismonuestrolatinoamerico lleva consigo una carga telúrica, una invención necesaria, una investigación obligada y una manera de hacer política distinta a la ya hartamente conocida y trillada. ¿Es necesario inventar otro socialismo? ¿Cómo anda el socialismo nuestro de cada día? ¿Este período de transición de la Revolución Bolivariana va hacia el socialismo? A propósito de escribir el prólogo del libro, La Ciencia en el Tercer Milenio, (Ediciones Mc Graw Hill, 2000. Segunda edición), cuyo autor es el periodista Manuel Calvo Hernando, Federico Mayor Zaragoza afirmó, a la mejor postura Robinsoniana: Hay que inventar el porvenir. Y esa es una de las columnas vertebrales de toda revolución: el futuro, el porvenir. El destino social e históricamente determinado, así suene medio existencialista. Formúlese, pues, las interrogantes y preguntas: ¿A qué se llama socialismo nuestrolatinoamericano? ¿El socialismonuestrovenezolano podría considerarse una expresión del socialismonuestralatinoamericano? ¿Cuál sería la dimensión cultural del socialismonuestrolatinoamericano? ¿El socialismonuestrolatinoamerico se caracteriza por ser específico, telúrico, culturalmente festivo, multiétnico, popular y pluricultural? ¿Cuándo decimos socialismonuestrolatinoamericano se estaría también diciendo, de alguna manera, socialismo a la venezolana, ecosocialismo venezolano, socialismo criollo, socialismo católico popular, socialismo cristiano liberador, socialismo teológico libertario? ¿Es el socialismo del siglo XXI una nueva forma de socialismo? ¿Qué pudiera heredar el socialismo del siglo XXI de aquel socialismo real existente? ¿De las pocas sociedades socialistas existente actualmente qué legado pueden brindar a socialismonuestrovenezolano? ¿Sigue siendo el socialismo la etapa anterior al comunismo? ENTRE PRESAGIOS Y PARADOJAS. Arribamos al año 22 del Siglo XXI. A la llegada de este siglo los presagios tenían el siguiente calibre. Dos gigantescos conjuntos de ciencia y tecnología parece que dominarán el futuro inmediato: un enorme hipersector constituido por la microelectrónica, las telecomunicaciones y, en general, las nuevas tecnologías de la información, y otro inmenso y profundo campo interdisciplinario basado en la biología y las ciencias de la vida y en el que destaca la bioquímica, la genética y la biología molecular. Si a estas dos vanguardias fascinantes añadimos los problemas de la energía, del medio ambiente, del hambre y de la deficiente calidad de vida de dos tercios de la población mundial y de la urgencia de mejorar nuestros sistemas educativos, podemos obtener un cuadro aproximado de lo que será el mundo al concluir el último decenio del siglo xx. (Calvo Hernando, 2000). FUENTES FORMALES Y ORDEN JURÍDICO. En la terminología de los Estudios Jurídicos, las Fuentes tienen tres aspectos: los formales, los reales y los históricos. Las Fuentes Formales están relacionadas con los procesos de creación de las normas jurídicas. Las Fuentes Reales se refiere a los factores y elementos que determinan el contenido de las normas y las Fuentes Históricas tienen que ver con los documentos que encierran los textos de las leyes. Las Fuentes Formales están en relación directa con la rama legislativa, las costumbres y la jurisprudencia. EL CAMPO CULTURAL INDUSTRIAL MASIVO. Hemos precisado que, por lo menos, existen dos conceptos sobre cultura, que se caracterizan por ser opuestos antagónicos históricos complementarios. Se trata de sendas definiciones: un concepto oligocrático y otro antropológico. Hemos propuesto un esquema que resume, de alguna manera, el transitar del histórico del concepto sobre cultura: cultura/cultivo del agro. Cultural/cultivo del alma/. Cultura/cultivo del conocimiento. Cultura/ cultivo de saberes. Cultura/creación humana. El concepto antropológico de cultura es tan amplio que podría ser per se una limitante para instrumentar las políticas públicas culturales. Todo lo que no es natura es cultura. Todo lo que no es verde es cultura. Todo lo que el ser social añade a la naturaleza es cultura. Esa extensión del concepto al parecer obligó a los investigadores en Ciencias Sociales a crear las categorías de Campos Culturales y de esa manera brindar la posibilidad de aplicar, entrar en la práctica, el concepto de cultura desde una referencia específica y concreta. En ese sentido, se consideran tres campos culturales: el Campo Cultural Académico, que abarca todo el Sistema Escolar, en toda su extensión y modalidades; el Campo Cultural Industrial Masivo, que es inherente a la producción cultural industrial masiva. De allí la cultura de masas y, finalmente, el Campo Cultural Residencial, circunscrito a un espacio geográfico concreto, específicamente determinado, correspondiente a comunidades étnicas y de una producción, circulación y consumo limitado a ese espacio históricamente habitable. Las industrias culturales son el Caballo de Batalla de la globalización y el Talón de Aquiles o el Triángulo de las Bermudas de la diversidad cultural. Si nos aproximamos a una caracterización del Campo Industrial Masivo se tendría que precisar que es todo sector de bienes y servicios que son producidos según criterios fabriles y mercantiles en serie aplicando una economía de escala. Se trata, entonces, y por ejemplo, de la industria de la música, la industria del cine y audiovisual, la industria editorial, la industria de la prensa y de la televisión y la industria de la radio. Las industrias de la cultura y la comunicación representan, a escala mundial, sectores estratégicos en materia de inversiones de capital y mayor crecimiento relativo en términos de empleo. Estas industrias ejercen, sin medida ni decoro, el rol dominante del mercado mundial. Por ejemplo, el Sector Cultura representa en los Estados Unidos el seis por ciento, (6%) de PBI y ha llegado a emplear a 1.300.000 trabajadores. Se culmina con un toque de vesania:
Anda, criatura curiosa, asciende
hasta donde te lleve la ciencia;
anda, mide la tierra, pesa el aire,
calcula las mareas, señala las órbitas planetarias,
corrige el tiempo viejo y regula el Sol.
¡Ve tú, enseña a la Sabiduría Eterna cómo gobernar!
¡Y luego desplómate, vuélvete loco!
Alexander Pope