La Oficina Nacional Antidrogas (ONA), ha anunciado que donará al Sistema Público Nacional para Atención de Adicciones los bienes ilícitos que sean confiscados al narcotráfico, por cuanto por estos hechos se acumula gran cantidad de bienes, que son recuperados por la ONA, y que posteriormente pone a disposición del sistema, entre lo que podemos señalar fincas, enormes cantidades de ganado y terrenos, aviones, entre otros, que ahora serán utilizados para ayudar al tratamiento de la persona adicta.
La confiscación inicial de estos bienes está sustentada en el artículo 66 de la Ley Orgánica Contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, que faculta al Juez de Control para incautar, con carácter provisional, los bienes vinculados a los hechos punibles que regula, sin atender al concepto de propiedad, pues para ello solo basta, en esa fase inicial del proceso, que el bien cuyo aseguramiento se trate, haya sido empleado en la comisión del señalado hecho punible. Estoy de acuerdo que estos bienes confiscados sean puestos al servicio del interés público nacional, pero no comparto la idea de que el Estado por intermedio de ningún organismo, conserve esas enormes y bellas extensiones de tierras, helicópteros, avionetas, fincas en producción y demás bienes provenientes de los narcotraficantes, porque por mayor control que se tenga nunca se le da la utilidad publica que debiese, amén de los funcionarios que salen a echar un paseíto en una de esas aeronaves para almorzar en Miami. Propongo en estos casos, se subasten públicamente los bienes incautados, y con esos recursos se diseñen políticas de atención a los narcodependientes y a la promoción de fuentes de empleo, incentivando sobre todo las áreas agrícolas y pecuarias, construyendo preferiblemente en zonas rurales centros de desintoxicación bien dotados tecnológicamente, poniendo a los propios pacientes a trabajar en esos proyectos agrícolas y contando con un buen sistema de seguridad, preferiblemente Guardia Nacional, cuyos funcionarios sean rotados cada seis meses para garantizar que no haya contaminación de parte de ninguno de los actores o participantes en estos proyectos, buscando no solo la rehabilitación del enfermo y su reinserción a la sociedad, sino que se quede en esos centros productivos trabajando por la recuperación económica de nuestro sector agropecuario. Es necesario el apoyo conjunto para fortalecer nuestra economía y para generar empleo, el país necesita una mayor diversidad de su producción, con acceso más justo a los mercados internacionales donde nuestros productos sean competitivos. Ese mismo desarrollo servirá como una fuerza para combatir el narcotráfico, ya que promete alternativas de empleo lícito para las personas que de otra manera recurrirían a otras vías ilegales, que en muchos casos buscarían alimentarse del narcotráfico.
En nuestro país son muchos los decomisos y detenciones, pero el narcotráfico tiene las manos muy largas, sino veamos que los grandes traficantes duran pocas horas en prisión, si son detenidos, y no vale contra ello denuncia alguna. Recordamos entre otras las denuncias formuladas por el ex Magistrado (ahora prófugo de nuestra justicia) Velázquez Alvaray, quien señaló una serie de decisiones judiciales narco complacientes y presentó una lista de las razones por las que se destituyó a un grupo de jueces en esa oportunidad, donde se podrán recordar casos emblemáticos, pero que a la larga demuestra que cada quien tiene su precio.
Sin entrar en mayores detalles mi propuesta sería invertir en el mayor recurso con el que cuenta una nación, su gente.
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