Con estupor he recibido la noticia de la acción violenta llevada a cabo por la gobernación del Estado Bolívar , secuestrando el recinto del Museo de Arte Moderno Jesús Soto. La acción, al parecer, ha tenido  momentos estelares: el 30 de junio del año corriente cuando más de veinte hombres armados haciendo alarde de su fuerza, y sin ningún Decreto o Resolución que fundamentara semejante disparate, ocuparon por la fuerza los espacios del centro cultural más importante de Guayana y de los más renombrados de la República. Asimismo, con la acción, han puesto en riesgo una de las obras más relevantes del arte cinético de reconocimiento internacional.

Cristóbal Soto, Presidente de la Fundación que custodia esta inmensa obra, orgullo de los venezolanos,  después de estos hechos,  se dirigió al gobernador en carta que abajo transcribo, poniendo de relieve el peligro que corría la exposición permanente del Museo, y planteando que, como hombre del mundo del arte y la cultura, estaba dispuesto a dialogar para despejar cualquier duda sobre la marcha del museo.

Posteriormente, según la información que poseo, han intentado maquillar el ex-abrupto “sacando de la manga” un “Decreto”, de fecha 13 de julio, y el nombramiento de una junta interventora dirigida por el mismo comisario que dirigió la acción plagiaria. El comisario en cuestión, entonces, llevó a cabo en junio el procaz allanamiento, trece días después, en julio, elaboró lo que él mismo, llamó un decreto, y enseguida, sin pena alguna se autonombró Presidente del Museo. Los hechos nos transportan a aquel abril del 2002 cuando Pedro Carmona hizo algo semejante.

Estos asuntos merecen una respuesta contundente. Yo llamo al pueblo del Estado Bolívar que está conformado por hombres y mujeres forjados de acero, jóvenes y adultos sensibles, trabajadores de las fábricas, la pintura, la música y el arte, a retomar los espacios que sólo a ellos les pertenecen, a realizar un acto de desagravio, y a reivindicar para ellos y para el pueblo de Venezuela el nombre de Jesús Soto, el guayanés que telúricamente, con su arte, estampó el nombre de Guayana y de Bolívar en el planeta.

freddygutie@gmail.com

Julio 1° de 2011

Me dirijo a usted rodeado de una circunstancia dolorosa que forzosamente debo informarla para que los hechos que se produjeron en el estado que Ud. gobierna se resuelvan, no se repitan, y nos encaminemos todos hacia un afianzamiento de la cultura.

En efecto, el día jueves 30 de junio del año que corre, en horas de la tarde , mientras se encontraban laborando los trabajadores del Museo de Arte Moderno Jesús Soto, y en presencia de visitantes, un grupo de aproximadamente veinte hombres armados, no menos de dos ó tres personas que dijeron ser abogados , todos al mando de Teodardo Porras, Secretario de Gobierno del Estado Bolívar, ingresaron abruptamente a las instalaciones del Museo, se desplegaron en  los diferentes espacios y vociferaron que se trataba de una intervención o de una ocupación del inmueble. Como usted podrá fácilmente comprender, la acción llevada a cabo no solo afecta la infraestructura física, sino que también significa poner en alto riesgo toda la obra de arte de reconocimiento nacional e internacional que permanentemente está expuesta.

En medio de estos hechos, y dada la presencia del Secretario de Gobierno del Estado dirigiendo el piquete armado, una de las personas presentes preguntó por la Resolución o el Decreto sobre el cual se fundaba esta acción. La única respuesta que se conoció era que se trataba de una acción del estado y punto. Así planteadas las cosas nos abrigó y nos abriga el temor de un secuestro del inmueble y de las obras de arte de mi padre, y todos los artistas venezolanos y extranjeros que generosamente han donado lo mejor de sus obras para realzar el museo y enriquecer el acervo espiritual del Estado Bolívar y la República.

La conducta del Secretario de Gobierno, pudo y puede estar movida por sentimientos sociales, laborales, políticos, o de cualquier otra naturaleza, pero en cada caso existen los escenarios y los medios idóneos para dirimir cualquier controversia. Lo que no es justificable desde ningún punto de vista es la actuación sin fundamento, el uso de la vía de los hechos por encima del derecho, ni el abuso de autoridad que puede acarrear consecuencias indeseables para el arte y la cultura de un patrimonio del estado y de la humanidad.

Debo subrayar que de mi parte, a pesar de estos pesares, no guardo rencor hacia el Sr. Teodardo Porras, a quien conozco, como también conozco a su hijo, quien fue mi alumno. Incluso, guardo la esperanza de que prive la sensatez, y se dejen de lado las bajas pasiones que en el momento relatado guiaron su conducta. Por mi parte no anido odios, y siento que deben prevalecer en mi, los valores del espíritu, la palabra y el diálogo.

Sr. Gobernador, solicito su concurso para retrotraer las cosas a su estado original, se nos regrese el espacio que ha sido indebidamente ocupado, se rinda cuenta de las obras de arte que en esos espacios están expuestas, y retorne una atmósfera de sosiego cuyo acreedor principal es el pueblo del Estado Bolívar, en cuyo nombre me expreso