Ministra Varela, las mujeres cercanas a los delincuentes son sus cómplices

¡Qué tal, camaradas! Siempre lleno de pasión revolucionaria, por mi mismo y por el liderazgo de Chávez. Por más nada ni nadie. Radical.

Nuevamente el presidente Chávez tendrá que echarse una campaña al hombro. Sabe que sin él la situación de los Estados mal gobernados es harto cuesta arriba. Aunque crea, si es que lo cree, que todos los dirigentes y patrulleros andan casa por casa haciendo su trabajo proselitista.

Recordamos que cuando en cualquier mitin Chávez expresa: ¡Bien, hay que dormir poco, visitar más a nuestros compatriotas para mostrarles nuestra obra de gobierno en revolución!, nos causa tristeza que eso no ocurra, como tampoco cuando se dirige a los que tienen responsabilidades de dirección de las campañas y a los activistas y los despide: ¡De aquí a recorrer las calles diariamente; a contactar a los compatriotas directamente, a hablarles! 

La mayoría se van a sus casas y más de uno a echarse unos palos. Sin embargo, pido excusas a los comprometidos que cumplen sus tareas y obligaciones partidistas. Entre ellos algunos candidatos.

Bravo por ellos. Por todo eso aplaudimos a Chávez que está defendiendo su Revolución a capa y espada y así defiende la nuestra, que es la misma.

Bien. Aunque es gravísimo el asunto de la inseguridad por excesos de delincuencia en muchas de nuestras ciudades es un dolor latinoamericano y mundial. Llamo “excesos de delincuencia” la desatada, pues, junto a otras situaciones humanas como la tendencia a la drogadicción, a la corrupción, etc., quienes incurren en ellos son sumamente difíciles que se superen por completo. Por ello son situaciones que nos conformaríamos con reducirlos.

No volveré a recordar detalles de los orígenes de la masiva delincuencia en Venezuela, salvo que fue producto del descuido democrático que por años nos aplicaron en la IV. Abandono a las provincias con el consabido éxodo hacia donde pensaban se encontrarían oportunidades de mejor calidad de vida y sólo generaron cordones de marginalidad con sus angustias y miserias, hoy en atención permanente, pero cuya superación será muy lenta.

Como una síntesis de mi vieja proposición (en varios artículos he tocado este tema) para solucionar el problemón de la delincuencia   y por ello solicito disculpas por lo extenso ya que, pienso, lo amerita. En complementación a las varias acciones y esfuerzos gubernamentales, les recordaré que la baso en la participación de las comunidades en todos en sus sectores.

Parto de que todos los habitantes de una comunidad conocen a los delincuentes con sus actuaciones detalladas: asesinos y matones del barrio con número de muertes, jefes de bandas y sus integrantes con récord de asaltos y atracos, capos de drogas, vendedores y mulas y métodos de venta (casa tal, bar tal, discoteca tal, etc.) Quienes andan armados.

Por solidaridad, por miedo, etc. no los denuncian. En especial por lástima con sus mamás, sus abuelas, quienes los acogen maternalmente. La propuesta define que los vecinos los denuncien, inclusive los mismos familiares, pero a conciencia de que estarán en sitios especialísimos para recuperación integral de mujeres y hombres. Ah, y de jóvenes, preadolescentes y niños (hasta ahí la influencia de malignidad, apoyada en la pérdida de valores)

Bien lejos y al olvido las actuales cárceles, universidades del delito. Salvo cárceles de extrema seguridad para los incorregibles, que los hay a montones. Y que se establezca, por complicado que sea, un sistema que evite, evite no, que reduzca el delito dirigido desde los penales. 

Nos entra la duda de ¿cómo se escapan los malandros? ¿Cómo entra la droga? ¿Cómo aparecen tantas armas?, etc. De ahí a que insista en que deben realizarse tests psicológicos por equipos de profesionales especializados para conocer el comportamiento de todos los funcionarios.

Así como realizar pruebas a todos los funcionarios públicos en las diferentes ubicaciones y niveles del Poder Ejecutivo y…, como lo he planteado, a todos nosotros para medio conocernos, lo que evitaría grandes problemas, y menores también. Hasta en los hogares.

Y a los delincuentes desde la primera detención, chamitos inclusive.

Lo de las cárceles -en lo personal he escuchado, igual que muchos, cuentos de cuentos- y los mecanismos de poder interno, según, también lo conocen las autoridades hasta de los más altos niveles. ¿Por qué no actúan? Y el resto de los reos, una gran mayoría, aparece sin uniformes jodiendo, sin hacer casi nada, etc.

Bueno, en esos sitios de recuperación prevalecerá entonces que sean psicológicamente tratados, con afecto, hasta estar aptos a su reinserción en la sociedad. Pero serán sitios bien ordenados y ambientados para una buena calidad de vida durante el proceso. Y con permanentes controles posteriores hasta su completa normalización.

Quiero complementar esta proposición publicada hace unos meses esperando que puedan estar de acuerdo conmigo, mejor si lo evalúan los responsables directos, y si no, por favor, no olviden en mi caso, que “errare humanun est”.

Primero, de las tantas maneras como el gobierno revolucionario viene atendiendo dicha problemática con el mejoramiento de los penales, llevando cultura, deportes, etc., que exija al Poder Judicial que mejore la eficiencia: que participen varios jueces por caso para evitar parcializaciones o amañamiento de juicios. Agilización del trabajo y publicación permanente por Internet del estado de cada juicio, salvo a los que en verdad aplique lo del secreto sumarial. 

Ahora espero que esta próxima propuesta no la consideren como antiderechos humanos, sino que es producto de la desesperación que se ha desatado en cuanto a la inseguridad personal.

Bien. Sabemos que cuando alguien se salta las leyes en grandes proporciones como asesinatos, reiterados robos, violaciones de menores y/o ancianas, etc., vulnerando los Derechos Humanos de cientos de algunos compatriotas, pierde los privilegios que el vivir en sociedad, respetando, representa,

Por ello, y como son causa de conflictos, de tráfico de variado tipo según hemos escuchado, etc., con sus respectivas excepciones, y como a los penados no los aíslan parcialmente de sus afectos, que de paso la más de las veces ellos no los cuidan mientras están libres delinquiendo, sino que es “la cárcel la que los une”, estimo que las visitas de familiares deben ser reducidas al máximo. Es un privilegio que también se pierde. 

Por otra parte, nos preguntamos por qué esas mismas abuelas, madres, esposas, concubinas, hermanas, primas, tías -porque vemos más mujeres en las visitas- no se preocuparon e hicieron alguito por evitar el delinquir de sus “queridos” familiares. 

Aunque sabemos que algunas sufren en silencio, otras, por el contrario, fueron cómplices, por lo menos son “aguantadoras” como llaman a los que esconden artículos robados. O cómplices ante asesinatos. O por esconder armas de todo calibre, o drogas, etcétera. 

Que me disculpen las preocupadas y hasta víctimas de sus delincuentes.

Exceptuamos casos como asesinatos por respuesta emocional incontrolada, no premeditada.

Entonces, además de continuar con la fuerte campaña antidelincuencial y aplicar -si vale- mi propuesta para la recuperación que mencioné, habrá que legislar –tomando en cuenta la participación comunitaria que velará por su cumplimiento- para que todos los cómplices, en mayor o menor grado, tengan penas proporcionales. 

Pudiesen ser, entre otras, distintos tipos de trabajos comunitarios, que se les reduzca la posibilidad de visitar en los centros de reclusión (que deberán ser de verdadera recuperación, de los que lo permitan) a quienes mataron y enlutaron hogares, que angustiaron a familias enteras con asaltos y robos a viviendas, a sus vehículos, o a los que produjeron traumas y tristeza por la vejación por violación a menores o ancianos.

¿Cómo están sus Derechos Humanos?

No destaco la soterrada complicidad familiar en los secuestros porque son más elaborados y creo que ocultados. 

Hasta deberían ser enjuiciados y ser llevados a otros sitios de pago de su delito de encubrimiento.

No sé si me medio expliqué porque es un tema delicado. Es una tragedia delincuencial individual o grupal que pasa a ser un problema “familiar” ya que unas personas destacan que ven mal tratados a sus niñotes, a sus papis, desestimando que contribuyeron a llenar las morgues de seres inocentes. 

Y, para más vainas, se convierten en alimento del terrorismo mediático de las Pudretvs, Pudreprensas y Pudrerradios.

Otro detalle, por qué no copiamos lo que aplican en algunas de las otras ciudades del mundo, lo vemos en las películas y en documentales, que forman parte de una acción preventiva y/o acusatoria, como es dotar de cámaras en los vehículos policiales que captan y transmiten directamente imágenes y sonidos y graban.  

Hasta en los propios agentes. Y lo extendemos a la vigilancia de tránsito en las tres versiones, terrestre, aire y mar.

La finalidad, como se puede entender y se sabe, es para chequear procedimientos tratando de reducir los abusos, la lenidad y el matraqueo que sabemos se utiliza, con sus honrosas excepciones. 

Para reducir, recuerden que nada se elimina, para reducir asaltos y secuestros en los vehículos conformar un gran sistema de comunicaciones directas con micrófonos en autobuses, busetas, taxis, en los camiones de transporte y en general en autos particulares. Con centrales de control sectorizadas y de respuesta inmediata. Hay cámaras con micrófonos que son pequeñitas, imperceptibles.

Todos los vehículos controlados por satélite, no como un lujo sino como una respuesta al agobiante mundo del delito, por algunas bandas y por unos que otros delincuentes que actúan aisladamente.

Así como en la IV los taxistas pagaron un taxímetro VinicioCarrera-Herrera, les financiamos sus equipos preventivos o justicieros.

Hasta sirenas, luces externas que activemos cuando apenas ocurra un delito y alerte a todos los usuarios de las vías. 

Ah, y las avenidas y paseos y parques con cámaras por todas partes, sirven además, para atender los problemas de tránsito terrestre. Vigilancia total.

¿Que es costoso? Costoso es el luto en el alma, o la arrechera en el corazón o la angustia familiar cuando roban, asaltan, secuestran o asesinan a algún pariente o amigo. O aun ser humano.

Por cierto, en las patrullas no hemos visto instalados computadoras con pantallas que faciliten la identificación de vehículos denunciados, placas, marca y color, etc., porque en muchos robos investigados aparece involucrado un vehículo robado.

Por decir caso de un asalto en Cumaná y apareció involucrado un carro denunciado como robado en Barquisimeto.

Y las alcabalas, que con buena intención los gobiernos colocan a diario por todas partes, no cumplen con su cometido antidelitos -las estadísticas mundiales mencionan sólo un 3% de efectividad- que cambien de horarios para las noches y madrugadas ya que es cuando proliferan los malandros, que sí conocen su trabajo y no van a pasar armados o a llevar droga a plena luz.

Esperan la oscuridad o, mejor, a que llueva, donde todos, inclusive los policías, estamos guarecidos.

Ni siquiera cuentan con perros antidrogas que deberían vigilar desde los colegios -al azar si no hay muchos perros- hasta las discotecas y restaurantes, especialmente los de lujo, donde cuentan que siempre van algunos “señorotes” a consumir su coca.

He propuesto evaluar la posibilidad de adiestrar a los perros callejeros, resolviendo dos problemas: callejeo y delincuencia.

Pensarán que soy un idealista, o un nazista o un anti derechos humanos de los delincuentes y sus víctimas, no sé.

Ah, ya sé, dirán que ya se inventarán las trampas y los trucos para evadirlos, pero seguro que se reducirá la delincuencia en un alto porcentaje mientras tratamos de educar y revertir la situación que por años generó el desequilibrio social y sus antivalores.

En cualquier caso en eso se basa la Revolución bonita hacia el socialismo que apoyamos y defendemos, aunque se arrechen los escuálidos.

edopasev@hotmail.com




Esta nota ha sido leída aproximadamente 3619 veces.



Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

Visite el perfil de Eduardo Palacios Sevillano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Eduardo Palacios Sevillano

Eduardo Palacios Sevillano

Más artículos de este autor