Muy grave
lo que ha ocurrido en Maracaibo estos días: dos medios de comunicación han sido
objeto de agresiones terroristas. El diario ¿Qué Pasa? y la televisora
Catatumbo. Antes pasó algo similar a Vive TV. Esto hay que pararlo ya.
Indistintamente
de las conclusiones que arrojen las investigaciones activadas por los cuerpos
de seguridad, lo cierto es que se ha puesto de manifiesto la presencia de
grupos terroristas que persiguen desestabilizar al país.
Sería
muy duro hablar de “colombianización” de la sociedad zuliana, pero
lamentablemente no podemos pecar de ignorantes y menos de ingenuos, y no saber
que detrás de estos hechos repudiables, está el paramilitarismo de derecha.
Tal vez
fue esta la asesoría que fueron a buscar en Bogotá lo pupilos del neofascismo
criollo, léase ex chamos de Tradición, Familia y Propiedad, discípulos de Peña
Esclusa, o asaltantes de la Embajada de Cuba y represores de Abril de 2002.
Hace
apenas un par de semanas, circularon vía internet e impresas, unas amenazas
contra dirigentes chavistas de la región, entre ellos el candidato a la
Gobernación Francisco Arias Cárdenas y el diputado al Parlatino Rodrigo
Cabezas.
Tampoco
debemos olvidar que por acá anduvo y mantiene vínculos el terrorista Henry
López Sisco, ahijado de Luís Posada Carriles, quien disfruta de un refugio contra
natura en Costa Rica, junto a otros prófugos de la justicia venezolana.
Los sectores
democráticos de la oposición en el Zulia, si es que quedan, deben condenar
públicamente estos actos criminales y desmarcarse de quienes en su desespero y
odio enfermizo están tratando de empujarnos al despeñadero.
Coinciden
estos atentados con la campaña antibolivariana desatada por el “Paraco Mayor”
Álvaro Uribe, quien no cesa de destilar veneno por la herida donde le fluye su
lacayismo, y con la salida en Colombia del libro Frontera Caliente que hace
serios señalamientos sobre las mafias policiales corruptas del estado, ligadas
al narcotráfico y el paramilitarismo.
Nada
más observemos la rapidez con que se recuperó el navajero Londoño, y al
instante estaba maldiciendo nuestro gentilicio bolivariano.
La sociedad
zuliana y el país todo debemos rechazar de manera categórica y con acciones
concretas la penetración del terrorismo paramilitar en nuestras vidas.
Miremos
la triste experiencia del hermano pueblo colombiano, que le ha tocado padecer
la mayor catástrofe humanitaria conocida en el continente.
El Gobierno
Nacional debe tomar al Zulia militar y policialmente, a la vez que se deben
revisar las actuaciones de los entes públicos que con su indolencia e
incapacidad crean caldos de cultivo para el malestar social. La
ingobernabilidad que nos azota amenaza con descoser la fibra nacional para
hacernos débiles frente a enemigos externos y sus cómplices apátridas.
Ya nuestros
campesinos e indígenas han ofrendado muchas vidas recientemente en sus luchas
por los derechos que la Revolución tiene que honrarles. Lamentablemente la
impunidad ha reinado para los sicarios y sus patrones.
¿Dejaremos
que las ciudades también sean presa indefensa del terrorismo derechista que
sólo busca liquidar la democracia y la soberanía nacional?
*Constituyente de 1999
Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.
El Socialismo es Vida.
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.
caciquenigale@yahoo.es