Ante este cuadro político, algunas personalidades buscan de alguna manera expresarse para ayudar al Majunche a remontar la cuesta; por ello, saltan por encima de sus instituciones con la más descarada indisciplina, como lo hace nuevamente el Arzobispo de Mérida, Monseñor Baltazar Porras.
El pueblo venezolano y en especial los católicos hemos podido observar como en los últimos meses la Conferencia Episcopal Venezolana, (CEV) luego de que asumiera la presidencia el Obispo de Cumaná Monseñor Antonio Padrón Sánchez, se ha mantenido al margen de la diatriba política, haciendo sus críticas al Gobierno de la manera más respetuosa y buscando un diálogo constructivo con las más altas autoridades del Estado venezolano.
No resulta para nada extraño que un prelado de conducta reincidente, vuelva por sus atajos a lanzar sus ataques contra el gobierno revolucionario; cuando es ya comprobada su participación en momentos cruciales de la vida política del país, como lo fueron los aciagos días del golpe de Estado de abril del 2002.
Todos los venezolanos lo recordamos dando carreras hacia Fuerte Tiuna detrás del Presidente, como un Judas Iscariote a entregar a su Señor. Sólo basta revisar los periódicos del país para encontrarnos con sus destempladas declaraciones que en más de una ocasión llevaron al Presidente Chávez a decirle que se quitará la sotana y se lanzara a la política o a algo más atrevido como “adeco con sotana”.
En días recientes hemos vuelto a conseguir sus desatinadas opiniones a través de agencias internacionales de noticias, como lo señala la agencia EFE desde España y replican los diarios venezolanos donde afirma – la posibilidad de que el Jefe de Estado Hugo Chávez, pueda solicitar nuevos poderes especiales para legislar, demuestra que su poder es “omnímodo”-
En el mismo orden de ideas, el Arzobispo de Mérida señaló que “el Ejecutivo tiene secuestrados todos los poderes del Estado y agregó, al referirse a Venezuela: “donde la tentación de todos los gobiernos, también el actual (gobierno revolucionario) es la riqueza del petróleo”. El petróleo – puntualizó - se ha “dilapidado” y no ha generado una “riqueza social”.
Ante las declaraciones del jerarca de la Iglesia católica, a quien no le criticamos su derecho a opinar; si le objetamos que de una manera descarada siga haciendo el papel de un líder de la oposición y abuse de su jerarquía dentro de la Iglesia venezolana para hacer política y ahora desde el exterior.
Desconocemos si las autoridades de la CEV lo han autorizado para que se declare agente libre y dispare, como siempre, sus dardos y su veneno a los cuales tiene ya acostumbrada la opinión pública venezolana.
Resulta también muy llamativo que sus declaraciones hayan coincidido justamente con la reciente modificación del Código Orgánico Procesal Penal (COPP), aprobado por el Presidente Chávez, gracias a los poderes que le concedió la Asamblea Nacional para legislar. En la reforma se elimina el privilegio que tenían los arzobispos y obispos de las iglesias, así como altos funcionarios para no acudir a declarar ante un juicio convocado por un juez de la República. Ahora tendrán que comparecer porque en el socialismo no hay privilegios.
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