El que, como estamos viendo, por los medios de la derecha, la brutalidad de la oposición venezolana, se ponga de manifiesto, queriendo utilizar la tragedia de Amuay a su favor, en una copia casi que fiel y exacta de lo que le sucedió al hoy presidente español Rajoy, quien perdió las elecciones contra Zapatero a quien las encuestas daban el segundo lugar de la contienda, es algo que viene a ratificar la bajeza, la inmoralidad, la inconsciencia de quienes pretenden por cualquier medio hacerse del poder para sus perversos intereses..
Están muy equivocados y lo que esa actitud demuestra es que no conocen al pueblo venezolano de hoy, que en estos casi 14 años de revolución ha aprendido a interpretar de manera apropiada los hechos, a pesar de la instigación de la carroña mediática, que aún después de las múltiples derrotas que se ha llevado, no quiere entender que repetir una estrategia como la utilizada durante el paro petrolero, se les convertirá de nuevo en un boomerang de efecto contrario y todo por pensar que este pueblo no ha cambiado por una acción de la revolución, que no solo se traduce en realizaciones concretas de obras físicas, sino en un logro primordial en la mentalidad de la mayoría de los venezolanos que han aprendido a reconocer lo bueno de lo malo, lo moral de lo inmoral, saber quien le miente y quien no y descubrir en los discursos de quienes les hablan, la intencionalidad real de sus palabras.
Las coincidencias publicadas por Aporrea con el título “Casualidades más insólitas sobre la tragedia de Paraguaná” que nos llevan a pensar en una bien planificada estrategia, de la derecha, acrecientan las interrogantes que cualquier persona sin mucho esfuerzo, puede hacerse sobre si lo sucedido fue un accidente o un sabotaje provocado, ésto último toma cuerpo no solo por la coincidencia de la presencia de una persona que gravó el inicio de los hechos y los envió a globovisión, sino por otros hechos como el hackeo de varias paginas web, la aparición casi que de inmediato de mensajes por las redes y pines, entre otras, que aumentan las dudas, en los más, sobre la tragedia como resultado de un bien planificado sabotaje y en muchos de si esta terrible circunstancia, no es el producto de la desesperación de una oposición desalmada que ya ha demostrado en eventos anteriores, hasta dónde es capaz de llegar por lograr sus perversos intereses.
No olvidemos que la oposición venezolana es un brazo del imperio el que como sabemos tiene como normal matar a mansalva millones de seres humanos en todo el mundo, y hacerlo aquí, valiéndose de la inmoralidad de quienes le siguen, es para ellos algo intrascendente, más si logran lo que buscan, que no es otra cosa que apoderarse de nuestras riquezas, como lo han hecho en otros países del mundo, colocando marionetas en la dirección del poder de los países que conquistan a sangre y fuego.
Por estas coincidencias que deberán investigarse a fondo, una a una, por el discurso del oposicionismo por sus medios, con sus matrices de opinión a las que ya nos tienen acostumbrados, se hace indispensable buscar la verdad porque este pueblo se lo merece, pero también porque hay que darle una nueva lección al imperio y a quienes aquí representan sus intereses que ya tienen antecedentes que demuestran de lo que son capaces.
Esperemos que Dios, a quien le debemos todo lo que esta Revolución ha podido lograr, a pesar de las dificultades, permita que estos terribles hechos se esclarezcan y que los culpables, si los hubiese, paguen aquí en la tierra el terrible daño que le han causado no sólo a las víctimas y sus familiares sino al país entero.
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