Como si tuviéramos dólares a reventar. Como si fuésemos el propio imperio gringo que tiene una máquina imparable para producir billetes verdes. Nos desangran con la gasolina, nos desangran con los productos de primera necesidad, nos meten paramilitares y guerrilleros par crear una de las mayores zona de inseguridad de América Latina, no infestan con la maldición de la droga pero también se llevan de nuestro país millones de dólares semanalmente por el sistema de las remesas, solamente desde Mérida. ¿Cómo será la cosa en Táchira?
¡Dios mío, tan cerca de Santander y tan lejos de Bolívar-Chávez!
La historia de las dizque remesas familiares que van al extranjero desde Venezuela sucede también de manera pavorosa en el estado Mérida. Nosotros mantenemos a más de un 10% de la población colombiana con un buen fajo de billetes verdes cada mes. Qué horrible tragedia nuestra con ese vecino que tenemos, y este asunto de las remesas es tan peligroso y horrible como el del narcotráfico. Aquí, usted puede pasar cualquier día laborable a primera hora de la mañana por la Av. Don Tulio Febres y mirar hacia la casa de envíos ZOOM o ir a los aeropuertos Juan Pablo Pérez Alfonzo (El Vigía) o al Alberto Carnevali de la ciudad de Mérida y asomarse a las puertas de las Casas Ital-Cambio o Wenmar y verá cómo ante sus propios ojos se desangra un país, con la ayuda de poderosas mafias internas, coordinadas con la red de los herederos de Santander del otro lado de la frontera.
Para que corroboremos lo preocupante de esta situación basta realizar algunas operaciones matemáticas básicas:
1) El mes de mayo tiene 20 días laborables/
2) Se atienden un promedio de 150 personas al día, de las cuales calculemos que sólo la mitad hacen los trámites de manera ilícita. (El número de personas que son atendidas diariamente depende del tamaño y capacidad logística del operador cambiario)/
3) Cada persona tramita 300 $ mensuales (remesa familiar)/
20 X 75 X 300 = 450.000 $
Cada uno de estos operadores tramita un aproximado de 450.000 dólares por mes, es decir, 5.400.000$ (Cinco millones cuatrocientos mil dólares) anuales. Léase bien, Cinco millones cuatrocientos mil dólares anuales por cada operador cambiario.
De acuerdo a la información recabada en algunas de estas instituciones facilitan: 1) carta de residencia (en alguna ciudad de Colombia firmada por la autoridad civil competente). 2) Carta de instrucción y 3) Documento que demuestra vínculo con el beneficiario (este documento debe estar legalizado o apostillado) Estos documentos son requeridos por CADIVI según la providencia Nº 096. Según la providencia antes mencionada el usuario debe presentar ante el operador cambiario original y copia de los documentos señalados para que estos sean cotejados.
Ahora volviendo al caso de esta denuncia (Mérida), estamos hablando de tres (3) casas de remesas conocidas, pero, sabemos que cada estado del país cuenta con un número diferente, dependiendo de su cantidad demográfica.
Las preguntas que debemos hacernos ante esta situación son: ¿Cuántos operadores cambiarios tienes este Modus Operandi en todo el país? y ¿Cuántos dólares anuales les estamos financiado a estas mafias?
Algunos dirán que esta cifra comparada con los 20 mil millones de dólares de los que habló la Ministra Edmée Betancourt son puras migajas, a ellos sólo podemos decirles que con esas migajas pudieran construirse unas miles de casas de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) o que serviría para otorgar créditos a miles de pequeñas o medianas empresas que fortalezcan el aparato productivo del país, o para el otorgamiento de créditos a campesinos que contribuirían -con toda seguridad- a fortalecer la soberanía alimentaria.
Ojalá que CADIVI, SUDEBAN, el Ministerio del Poder Popular de Interior Justicia y Paz y otras instancias con competencia en el área, tomen cartas en el asunto para no sea necesario -más tarde- tomar medidas de ajuste económico que terminen afectando a la mayoría de la población.
EFICIENCIA O NADA!
GUERRA A LA CORRUPCIÓN!
