Era para mí impensable la idea de tener que abordar semejante aberración. Sí, no la puedo llamar de otra manera ni adornarla, porque es UNA ABERRACION. Saber y tener que asumir que, con tal nivel de desparpajo e inmoralidad, la asunción a diputado de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, que tiene por finalidad entre otras, Legislar para hacer las leyes que realmente requiere y necesita el país, de un hombre de la calaña de José Sánchez (alias MAZUCO) es como mucho con demasiado. Sí, camaradas y amigos todos, es aquí en Venezuela, en la patria de Bolívar y de Sucre, de nuestro líder eterno el comandante Chávez.
¿Cómo debemos y podemos procesar los revolucionarios, el pueblo todo, esta inmoralidad? Un hombre que fue sentenciado a 19 años de prisión por los delitos de homicidio calificado en grado de complicidad necesaria, privación ilegítima de libertad y quebrantamiento de pactos internacionales. Un hombre cuya sentencia fue ratificada por La Corte de Apelaciones. ¿Como puede ostentar un cargo de elección publica y, más aun, decir que representa un pueblo? ¿Que condición moral y ética lo avala para ejercer tales funciones? Y, lo que me parece peor, ¿qué criterio privo sobre sus electores al momento de votar por él? ¿Estaban al margen de lo que ha sido un caso público, notorio y comunicacional?
La majestad de un cuerpo colegiado y en tiempos de Revolución como la Asamblea Legislativa, se ve teñida de oprobio e indignidad ante este bochornoso episodio.
Y. como que si fuera poca esta mancha en nuestra Venezuela Bolivariana, tenemos como contraste en prisión al cantautor de la dignidad colombiana Julián Conrado, que por cierto no tiene imputado delito alguno en nuestro territorio. Sólo es preso del GOBIERNO COLOMBIANO, en la tierra y la revolución que el tanto ama.
¿Sera que Galeano, cuando hablaba del mundo al revés, se refería a este tipo de situación? No sé si sabrá de ella, pero lo dejo al análisis de este.
Julián, nuestro Julián, estigmatizado y satanizado por los contrarios (la derecha) y por muchos de los nuestros (la derecha endógena) sigue, después de dos años, injustamente encarcelado. Esto pese a todo un movimiento tanto nacional como internacional que clama a una sola voz por su libertad y asilo. La canción insurgente de Julián y de todos los que lo acompañamos no dejará de sonar hasta que esté libre, como debe ser. Clamamos Justa Justicia para el cantor de los sueños y de la utopía, de ese mundo mejor y justo que es posible, donde los Mazucos se revuelquen en el estiércol de la historia y no se premien, como en su caso, con un curul en la Asamblea Nacional Bolivariana y Chavista.
Comandante Chávez, presente para dignificar su nombre y el de todos los mártires de nuestra historia, que contribuyeron y dieron su vida por tratar de alcanzar la máxima felicidad posible de nuestro pueblo!!!!!
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