Alquimia Política

Estudio al Plan de la Patria (VI)

El quinto gran objetivo histórico establece una línea transversal con todo cuanto ha sido la historia en la existencia de la humanidad, porque salvaguardar la vida, el sentido esencial de la supervivencia humana, es un aspecto que involucra no solamente las acciones de los hombres, sino la consolidación de la raza humana como epicentro de todo cuanto le da movimiento y trayectoria a la vida. El objetivo dice: contribuir con la preservación de la vida en el  planeta y la salvación de la especie humana; es decir, la necesidad de proyectar y consolidar, el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los  recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.

Con respecto al punto anterior, ya en diciembre de 1976, Fidel Castro, mandatario emérito hoy día de la República de Cuba,  expuso, en un breve artículo, su visión del papel del socialismo ante la amenaza de contaminación del mundo moderno. Expresó así: “La liberación, el progreso y la paz de la Patria están indisolublemente unidos en nuestra concepción a la liberación, el progreso y la paz de toda la humanidad. La anarquía, las guerras, el desarrollo desigual, los fabulosos recursos invertidos en armas y los riesgos que hoy acechan a la humanidad, son frutos naturales del capitalismo. Sólo una distribución justa de las fuerzas productivas, la técnica, la ciencia y los medios de vida; sólo una utilización cada vez más racional de los recursos naturales; sólo la coordinación más estrecha de los esfuerzos de todos los pueblos de la tierra, es decir, sólo el socialismo puede salvar a la humanidad de los peligros espantosos que la amenazan: agotamiento de los recursos naturales que son limitados, contaminación progresiva del medio ambiente, crecimiento descontrolado de la población, hambres desoladoras y guerras catastróficas…”

En el caso de Venezuela, y su carta de intención suscrita con “El Plan de la Patria”, la propuesta se enmarca en proteger y defender la soberanía permanente del  Estado sobre los recursos naturales para el beneficio del Pueblo, que será su principal garante; así mismo, velar por el patrimonio histórico y cultural venezolano y nuestroamericano. La idea básica es ayudar a la conformación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar los efectos de cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador.

En un aspecto puntual, el Estado, a través del Gobierno Nacional, posicionará al país como referente  mundial en la lucha por el cumplimiento de los acuerdos establecidos y de su impulso por la construcción de un nuevo sistema ecosocialista, diseñando un plan nacional de adaptación que  permita al país prepararse para los escenarios e impactos climáticos que se producirán debido a la irresponsabilidad de los países industrializados, contaminadores del mundo.

El sentido y esencia de este quinto gran objetivo histórico, se recoge en lo expresado por Karl Marx, en el siglo XIX, en sus escritos filosóficos, considerando al socialismo como la condición de la libertad y la creatividad humana, en una sociedad que permite la actualización de la esencia del hombre y que sirva las necesidades del hombre, la cual se traduce en su supervivencia con dignidad.

Tal como expresara Carlos Lanz Rodríguez  (en su aporte a aporrea.org, el 22/08/2013), refiriéndose a la realidad planetaria actual y la necesidad de organizarnos internacionalmente, “… la crisis del régimen capitalista, el Estado imperial cada día se corporativiza más y se privatiza bajo la tutela de los monopolios financieros, los carteles mediáticos, el lobby petrolero y el complejo industrial-militar. En este último caso, la experiencia histórica enseña que una de las políticas anti – crisis empleada por el capital  (al lado del incremento de la explotación del trabajo, la conquista de nuevos mercados y el saqueo de las riquezas naturales de los países del llamado tercer mundo) en estos momentos tiene que ver con la promoción de los conflictos bélicos, donde la venta de armamento y los servicios logísticos, particularmente la inteligencia humana y tecnológica, la manipulación mediática y las operaciones psicológicas, sirven de motor para reanudar los ciclos productivos en momentos de recesión. Por ello se puede sostener que son estos monopolios  de la industria militar privada quienes incentivan y se benefician de los planes guerreristas, siendo las actuales guerras de baja intensidad o guerra contra el terrorismo y el narcotráfico, formas específicas de un intento de aplicar paquetes anti-crisis…” Es decir, las estrategias del imperialismo no son adecuadas ni para salvar la humanidad ni para salvar el propio capitalismo; salvar la humanidad, desde la postura de la revolución bolivariana, es desmontar los esquemas de mercados internacionales que legitiman la compra de derechos de contaminación y la impune destrucción del planeta, y promover e impulsar el fortalecimiento del  régimen jurídico climático vigente, con énfasis en las  responsabilidades históricas de los países desarrollados, llevando a la práctica las acciones que promuevan  la justicia internacional con relación al incumplimiento  de los países desarrollados de sus obligaciones en el  marco del Protocolo de Kyoto.

En junio del 2012, Hugo Chávez, en un contacto telefónico con la directiva del PSUV, al referirse a la Cumbre de Río+20 que se iba a llevar a cabo en Río de Janeiro, Brasil, expresó, a viva voz, cuál es el problema que motiva hoy plantear salvar la humanidad: “Aquí estamos frente al terrible escenario de la destrucción de la vida. Es el capitalismo el modelo depredador y destructivo el que ha causado este terrible daño del calentamiento global, el deshielo, el calentamiento de los océanos…Somos del criterio, y así está establecido en el programa (Plan de la Patria) presentado al pueblo que se convertirá en ley, que el camino para salvar la humanidad está por la vía del socialismo, y en esto no somos nada originales”.

La humanidad está en peligro de extinción, y esto no es nada nuevo; ecologistas, estudiosos del medio ambiente lo han aflorado abiertamente, tanto desde proyecciones abstractas, hasta evidencias científicas de carácter sólido, el mundo está en un franco camino a su implosión; en este aspecto, la angustia de Hugo Chávez y de los organismos internacionales, coincidieron en el peligro inminente de la extinción de la especie humana, ante el desajuste climático, la contaminación bestial, la desertización, las migraciones forzadas, la vida sin sentido y el vacío de la existencia; esta realidad ha conducido a la depresión psíquica, a un problema de salud pública, a una epidemia, que es menester contrarrestar desde las políticas públicas de un país que entiende el problema y orienta potenciales salidas y soluciones.



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Ramón Eduardo Azocar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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