1, ¿Quién asesinó a “los 43 estudiantes desaparecidos”? Repite mil veces la gente: “El Estado”. ¿Y quién es el Estado y sus cómplices? El gobierno, los empresarios, los medios de información, el gobierno de los EEUU. ¿A quiénes sirven los asesinos directos y con quién están aliados? Todos los aparatos armados: Ejército y Marina con sus uniformes y cuando se disfrazan de policías, granaderos y espías. ¿Y los narcotraficantes de los que se habla en México? Pues son más de lo mismo: están desde hace 30 años aliados estrechamente con el Estado y sus cómplices; cientos de denuncias, aprehensiones y declaraciones han hecho evidente esa realidad.
2. ¿Por qué entonces los gobernantes demuestran que están muy “dolidos y consternados” con los cientos de miles de muertes y asesinatos en el país? No les duele ni un ápice porque los consideran de oposición radical y que no tienen nada de razón en sus demandas; más aún les agradaría que todos los que protestan lo dejen de hacer, estén en la cárcel o mueran porque esas denuncias y protestas les impiden robar más y hacerse millonarios. Cualquier gobernante inventaría un viaje de urgencia para irse de vacaciones con su familia y buscarían regresar al país cuando no haya problemas. ¿Se imaginan cuándo placer crean los viajes?
3. Los gobiernos casi siempre dan con los asesinos materiales o, por lo menos, son los que sufren las cárceles. Casi nunca en la historia se ha aprehendido o castigado a los asesinos intelectuales. En esta ocasión se encarcelarán a más de una decena de asesinos materiales o directos y ya parece haberse centrado la culpabilidad intelectual en el expresidente de Iguala y en su esposa con familiares implicados en el narcotráfico. Pero se salva al presidente Peña, a muchos funcionarios federales y del estado de Guerrero. ¿Puede acaso hacerse a un lado que Guerrero es uno de los estados más pobres, miserables y abandonados por la política federal?
4. Los estados más abandonados por presupuestos federales: Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, que son entidades del sur-sureste del país, son precisamente los que más necesitan el apoyo gubernamental; no beneficencia o asistencialismo, sino planes de producción agrícola, créditos baratos, fertilizantes y protección a su comercio. Por el contrario, esos estados –por ser los más conscientes de sus derechos y exigirlos en los ejidos y las calles- son los que más han sido reprimidos y asesinados. Por ello las protestas en México culpan esencialmente al Estado –como aparato jurídico-político- por su desprecio a los estudiantes y profesores de esas entidades.
5. Sería terrible que (otra vez) con el informe del procurador de la República del asesinato de los 43 estudiantes, se comiencen a calmar las aguas y entre 15 días comencemos a olvidar hasta que surja el siguiente problema. ¿Es que también el fusilamiento de los 22 campesinos del Estado de México ha comenzado a olvidarse como se olvidó lo de los niños de la Guardería y las decenas de asesinados de migrantes de Centroamérica? ¿Puede olvidarse que el gobierno del PAN fue causante de la muerte de 100 mil mexicanos y de miles de migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras? ¿No es acaso un gran cinismo la solidaridad del PAN con los estudiantes?
6. Los medios de información han abierto ahora una gran campaña contra los jóvenes estudiantes que incendiaron en palacio municipal de Chilpancingo, capital de Guerrero y las puertas del Palacio Nacional en el zócalo del DF. ¿Quieren los señoritos tontos y burgueses que el pueblo esté calmado, tranquilo, y se retire a sus casitas a llorar a sus muertos? Espero que al fin el pueblo empiece a recuperar la memoria y recuerde la explotación, la miseria, la opresión, que ha sufrido en los últimos 50 años por lo menos. ¿Puede olvidar acaso que todos los políticos y empresarios se han llenado las bolsas, han acumulado gigantescos capitales mientras ellos no han tenido para comer?
7. El cura Solalinde –que junto a Raúl Vera y otros sacerdotes progresistas y luchadores sociales de México y otros países lleva ya muchos años batallando a favor de los explotados y oprimidos- denunció hace más de 15 días, que los jóvenes habían sido asesinados e incinerados según declaración de uno o dos testigos. ¿Por qué se dijo que era increíble aquella denuncia? Hay sin duda muchas cosas que hay que investigar con profundidad pero seguramente el Estado y sus aliados o cómplices no serán tocados. Pero esperemos que la gente no se olvide ni se rinda porque aún la represión en México amenaza con desatarse más.