Pildoritas 63 (año VIII)

Otra vez, el tiro por la culata

Hay desertores de desertores, los que se van porque traicionan una decisión que una vez tomaron, sin que medien consideraciones de tipo moral ni ético, casos que en este país se ven con frecuencia porque existe una cultura que fue una de las taras que la cuarta república nos dejó y que lleva a mucho, a tranzarse con quien cree le garantiza, poder satisfacer sus apetencias de poder, de acceso a prebendas o de simplemente ostentar un cargo que a la larga resulta efímero.

Son los denominados salta talanquera cuyo ejemplo más emblemático es el de Ismael García, quien por cierto ha sido materia prima para caricaturistas y humoristas de todo tipo. pues no solo es la clase de traidores destacado, sino que con su comportamiento y su desconocimiento craso de la buena expresión, permanece en vigencia como lo que no se debe imitar.

Hay otros, como aquellos que no aguantan dos pedidos y que se entregan sin reservas, ante un buen paquete de dólares que por lo general no viene solo sino en combo, con oferta de visas gringas y la posibilidad de incorporarse al “sueño americano”, sin pasar por las penurias por las que pasan muchos latinos, para obtener lo que por lo general les resulta un fiasco y una soberana estupidez, es el caso de la mayoría de quienes conforman la llamada colonia de auto exiliados en Miami, que frecuentan el “Arepaso” y viven dedicados a una conspiradera permanente, soñando con regresar algún día como héroes, en ese grupo hay gente que no resistió la tentación de un buen fajo de los verdes y se presta, como en el caso de quien fungió como escolta presidencial, y de repente, precisamente, cuando está en pleno desarrollo una bien planificada guerra económica, con su componente de rumores y mentiras, que conforman la parte sucia de la misma, acepta contribuir con el objetivo de intentar desprestigiar y neutralizar a figuras preeminentes de la Revolución como es el caso del Diputado, Presidente de la Asamblea Nacional, Primer Vicepresidente del Partido de la Revolución, y otros al Gobernador de Aragua, ambos que poseedores de la mejor credencial de todas, que es ser hechura de quien bien sabemos fue y sigue siendo el Padre de este Proceso hermoso, cuyos enemigos quieren frenar a toda costa. Y ello es ya mucho decir.

Ahora salen con la ridiculez de acusarlos no solo de ser narcotraficantes, sino los capos más capos de un cartel que han denominado de “los soles”, invención de los laboratorios imperiales, que nos recuerda lo que le inventaron al asesinado Presidente de Irak Sadan Hussein, por no nombrar otros casos, para que ahora aparezcan voces de arrepentimiento, reconociendo que se equivocaron, cuando ya nada se puede remediar, pues el genocidio y la destrucción de ese país, fue el resultado de una mentira, cocinada en las ollas podridas de los laboratorios de guerra sucia del imperio, igualito que ahora pretenden con estos dos intachables compatriotas.

Saben que en este caso, no les va a ir muy bien, así como no les fue con el famoso decreto, pues son muestra de una desesperación manifiesta, por no haber podido apagar la llama de esperanza que, así como la espada de Bolívar, recorre todo el continente y más allá, ante los logros evidentes e inocultables de la Revolución Bolivariana.

A Diosdado lo han acusado de todo, hasta de ser dueño de media Venezuela, él les ha retado a probarlo y autorizado en múltiples oportunidades para que vayan y se apoderen de todo lo que creen que es de él, por sí, o por testaferros, no han hecho nada simplemente porque nada es cierto, son simples invenciones de mentes cobardes como la de el “matemático” Julio Borges, a quien todos vimos, como Diosdado retó a despojarse de la inmunidad parlamentaria e ir a los tribunales a probar lo que afirmaba, y el tipo arrugó, simplemente porque como ahora no hay absolutamente nada que pueda probar tamaña patraña, que lo que va a lograr es que el liderazgo de Diosdado y Tareck quede confirmado por millones de venezolanos y el imperio se dé por enterado que aquí los venezolanos nos hacemos respetar

Cabe una pregunta, ¿si la Revolución logró probarle al ex gobernador del Zulia Manuel Rosales, su enorme fortuna, en manos de testaferros, lo cual lo tiene huyendo como cobarde, por qué la derecha no puede probarle nada de lo que acusan a Diosdado, si tienen el inmenso poder que el Imperio les ha colocado a su servicio?. Simplemente porque nada de lo que dicen es cierto.

Hay otro tipo de desertores que podríamos llamar positivos, y que son la otra cara de la moneda, son casos conocidos de personas que conocieron el monstruo por dentro y no soportaron la putrefacción con la que se encontraron y decidieron, o sumarse a la Revolución como es el caso de los diputados Yáñez y William Ojeda y últimamente de Ricardo Sánchez, quien aunque sigue siendo opositor ha tenido gestos que le diferencian de la mafia en que se ha convertido la cúpula opositora y ha dado demostraciones de entereza política y capacidad para discernir donde está la verdad.

El último gesto que opera enormemente a favor de la verdad y que confirma que la olla que le quieren montar a Diosdado es una manipulación perversa, fue el de estampar su firma en el acuerdo que la mayoría de la Asamblea Nacional aprobó en solidaridad con su Presidente y para dar fe de su absoluto convencimiento sobre la honestidad y honorabilidad del vilmente calumniado.

Esa firma tiene un valor especial, simplemente porque con el conocimiento que Sánchez posee de cómo actúa la llamada MUD, no solo puede respaldar un acuerdo como ese, sino dar fe de que todo ello es el resultado de obscuras componendas manejadas desde el imperio, para intentar minar la Revolución yendo contra sus figuras más importantes.

Pero esta vez como todas les va a salir el tiro por la culata.-


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Saúl Molina


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