¿Hampa común solamente o Plan Nicaragua y Paramilitares?

Campaña mediática, secuestros, asesinatos y horror

El país está conmovido hasta el tuétano. En este momento la frase más escuchada en todos los ámbitos es: “¡No se aguanta más!. ¡Me temo que eso es lo que quieren!. El secuestro y posterior asesinato a sangre fría del empresario Sindoni y los hermanos Fallou ha colmado el vaso. ¡Vendrán más!. La escalada de violencia criminal, ignorada en la mayoría de los casos por lo grandes medios de desinformación, ha obtenido inusitada resonancia al tratarse de familias económica y socialmente acomodadas. En principio, una sociedad sana y piadosa debería reaccionar de igual manera ante el secuestro o asesinato de cualquiera de sus conciudadanos, sean estos ciudadanos prominentes o humildes campesinos cuyo único delito es reivindicar sus derechos sobre un pedazo de tierra. Sea esto parte de la guerra que el hampa ha declarado a la sociedad venezolana desde hace muchos años, o se corresponda a una ensalada bien condimentada con fines desestabilizadores, el caso es que en Venezuela se está inaugurando una etapa de horror que –organizada o no-, puede ser un factor que de al traste con el gobierno bolivariano.

No puedo afirmar –por ahora-, que empresarios, medios de desinformación y la CIA están detrás de estos últimos actos de horror. No obstante hay muchos indicios. Sí puedo confirmar que colombianos miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (paramilitares), desmovilizados en algunos de sus frentes están en Venezuela. Están en el corazón de la capital y no sólo en los Estados fronterizos donde llevan años actuando. ¿Qué puede esperarse de esta presencia?. ¿Acaso –cómo se esforzó en difundir Globovisión cuando fueron sorprendidos en la finca Daktari-, están para contribuir con la soberanía alimentaria del país sembrando papas?. ¿Quién los trajo y con que fin?. Desde luego hay que ser más que ingenuo, idiota, para no advertir el objeto de esta presencia.

La prensa colombiana (1999) recogió declaraciones de Carlos Castaño líder de los paramilitares en las cuales afirmaba haberse reunido con 140 empresarios y ganaderos de los estados Zulia, Táchira y Barinas para negociar la “siembra” de paramilitares en territorio venezolano. Para ese momento el general Medina Gómez –el mismo de la plaza Altamira-, desde la autoridad que detentaba se adelantó a afirmar que “no hay paramilitares en Venezuela”. No obstante, pocos días después, paramilitares fueron capturados con armas de guerra, mapas de la zona y una lista de nombres de líderes campesinos. En el interrogatorio, estos paramilitares declararon haber sido contratados por el general (GN) Enrique Medina Gómez por el monto de 75 millones de pesos con el fin de llevar a cabo acciones de sicariato.

Un vídeo de junio de 2002 demostró que las AUC operan en los estados fronterizos contando en sus filas con más de 2000 miembros. El propio comandante Antonio reconocía esta presencia y declaraba el gobierno bolivariano y al propio presidente Chávez OBJETIVO MILITAR. Para el momento –apenas conocido por las declaraciones del líder campesino Braulio Barreto-, van más de 180 asesinatos de campesinos.

El senador colombiano Gustavo Petro posee información que divulgó a través de los medios colombianos (febrero de 2003). Veamos lo que dice: “Los asesinatos y el horror en Venezuela son los paramilitares que están controlando la frontera colombo-venezolana y penetra cada vez más profundamente en ese país. Esta es la verdad completa del asunto. La táctica paramilitar es aglutinar fuerzas, concentrar hombres y recursos para hacer la guerra del terror cuando un extremo poderoso de la oposición y empresarios venezolanos les de la orden de hacer la guerra adentro de Venezuela al estilo de la Contra nicaragüense.”

¿Y cual fue el plan de Reagan contra la revolución sandinista?: sumir la población del país en un estado total de angustia y desespero señalando –medios de desinformación y manipulación de por medio- al gobierno sandinista como la causa fundamental de esa violencia. Al pueblo nicaragüense se le ofreció una elección entre horror, sangre y muerte (sandinismo) y la paz representada en ese icono bien seleccionado: la viuda de Chamorro.

Esta oposición enloquecida, inmoral y asesina nos ha acostumbrado a ver en sus acciones lo más innoble y apátrida. Llama la atención que los dueños de la agenda –los medios de desinformación-, hayan venido convirtiendo en noticia central de las últimas semanas el tema de la inseguridad. Tenemos toda la razón del mundo si unimos las piezas y nos alarmamos. Veamos: a) Paramilitares en el centro de la república; b) Campaña anticipada tendente a formar una matriz de opinión sobre la inseguridad y el hampa; c) Ola de secuestros y asesinatos al mejor estilo de estos paramilitares.

¡Mosca pueblo porque cigarrón atora!. Sólo el pueblo salva al pueblo. Cada barrio debe hacer lo que un sector popular del Este está haciendo: realizar un censo de quienes son, donde están y que hacen. Cada movimiento extraño debe ser anotado, comunicado y discernido. Esta guerra no la ganarán las instituciones regulares. Esta guerra es del pueblo y la ganará el pueblo. La Asamblea Nacional tiene la palabra. Ese pueblo no puede enfrentar a estos asesinos sin respaldo legal. ¡Mañana puede ser tarde!


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Martín Guédez


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