Los sobrinos parecen estar empaquetados en el tráfico de drogas hasta la medula, basto que le dieran unos gritos, claro ese fue el cierre de un seguimiento, investigación, rastreo de mucho tiempo contra estos (cuasi mártires del proceso), detalles de unos chicos que les dieron una para que cantaran y todavía le están dando para que callen.
En el año 89 era fusilado aquel legendario militar cubano, un valiente sin cortapisas. Recuerdo que tiempo después de su fusilamiento vi una exposición fotográfica en Caracas del Maestro Paolo Gasparini, la misma dio mucho que hablar y marcaba una evidente posición acerca de lo que pensaba el maestro acerca del hecho.
Yo nunca he apoyado la pena de muerte, pero recuerdo con bastante claridad la visita a México de Fernando Soto Rojas, en esos días entre otras cosas hacía de asesor de quien ahora es mi amigo, el Comandante Roberto Cañas un equipo de trabajo bastante modesto y considero que bastante activo. Bien lo cierto es que entre otras cosas que hable con Soto Rojas estuvo la cuestión del Proceso y posterior fusilamiento al mítico General Cubano. Soto Rojas me dio varios argumentos acerca de las razones del Estado Cubano, para fusilar y en más de una ocasión lo percibí como un fiscal del que osara opinar en contra de la pena de muerte a este y a otros militares cubanos.
La verdad es que frente a los hechos de unos “inocentes sobrinos” que según propia confesión se dedicaban al lucrativo negocio del tráfico, no veo, no escucho, no leo una sola palabrita por tímida que sea acerca de este caso que en el mundo gana las primeras planas, entonces no me queda más que buscar en la red y descubrir detalles, filtrar, buscar coincidencias, fallas, propaganda, ganas de contaminar lo que aconteció y descubriendo cosas, y claro uno de esos “odiados” capitalistas, uno de esos burgueses a los cuales el gobierno “revolucionario” “ataca” sin descanso dice: “Estos muchachos fueron vilmente engañados para simplemente tratar de convertir a este país, nuestro país en algo poco deseado y yo creo que esto no es justo, no es ‘fair’. Esto me llevó a hablar con abogados americanos y decir: ‘bueno, qué hago’, y al final del día lo que decidí fue pagar la defensa con uno de los mejores bufetes de abogados de Nueva York y de EUA”, explicó Ruperti. http://laiguana.tv/articulos/
La madeja se va desheredando con rapidez y llueven silencios que acallan cualquier comentario, y entonces si existieran pruebas, en caso que se demostrara que es cierto lo que ocurrió apoyarían, los ejemplares camaradas un castigo ejemplarísimo contra estos “inocentes pichones” o será que su hoja intachable de servicios a favor del proceso les haría tocarse el corazón a algunos de esos que hablan de combatir la corrupción, el contrabando, el tráfico de…
A esperar, y a opinar si es que se puede, a esperar que la tormenta emocional de alguna combatiente no afecte la vida, la seguridad, la existencia espiritual y biológica de quien escribe. Los tiempos cambiaron y tendrá que pasar algo más de hojas vencidas en el calendario para saber la verdad sin tanto llanto, sin tanto tomar partido y por hechos sin respuesta, estos chicos al parecer según el Empresario Camarada Ruperti, veamos: Ruperti no reveló el total de los honorarios de la firma Boies, Schiller & Flexnerla, bufete encargado de la defensa, y aseguró que se trata de un gesto necesario para los jóvenes en medio del martirio que viven.“Yo creo que esos muchachos, por lo que envuelve toda esta trama, merecen ese derecho eficiente de la defensa para que se aclare este punto”, aseveró.
Considero a la pena de muerte algo aborrecible y perverso no importa quien la practique, sea un equipo político como en el Caso Roque Dalton, sea un Estado como el Gringo, el Islamico o cualquier otro.
Cosas de unos camaradas que si tienen no solo para recibir la bolsita de los CLAP, también para pagar unos dolarcillos y conste en un país donde la TRANSPARENCIA debería ser el norte, nada más opaco que no decir cuántos son los honorarios de estos para defender a estos “HEROICOS CAMARADAS” HOY DETENIDOS POR Y EN EL IMPERIO.
