Los males a los que nos enfrentamos los venezolanos en este difícil 2016 han sido innumerables, la falta de comida, de medicinas, de empleo, de seguridad, de servicios eficientes, de liderazgo, de democracia son graves carencias que debilitan a nuestra sociedad y que nos están llevando al colapso como nación independiente. Pero queremos destacar una de sobremanera, la JUSTICIA, porque sin ella es casi imposible edificar una sociedad de iguales y de oportunidades.
La falta de JUSTICIA nos pone a todos los venezolanos sin distinción de razas, clase social o diferencias políticas a merced de la más terrible de las tiranías. El horror de vivir con el sistema penal venezolano, que es lo más cercano al infierno en la tierra, hace de la justicia una palabra casi inexistente. No es posible que solo baste levantar la voz o criticar al gobierno para sentirse amenazado ante un sistema Judicial que se transforma en implacable ante la crítica y perseguidor de los disidentes vengan de donde vengan. Ya no se trata solo si eres opositor de un partido político de la derecha o en contra del proyecto bolivariano, ahora se trata de limitar la libertad de quien se atreve a decir las duras verdades en un país que se está cayendo literalmente a pedazos.
Los Fiscales del Mal
Solo una orden derivada por un comentario incomodo, un tweet, una protesta en una cola o simplemente por no querer seguir líneas mafiosas, ponen al ciudadano común en la mira de unos fiscales que su única motivación es la de satisfacer los designios del poderoso dueño del teléfono que hizo la llamada. Ya es común escuchar de algunos fiscales ¨Sé que no tienes nada que ver¨, ¨ yo solo sigo ordenes¨, ¨Tengo 4 muchachos que alimentar, yo no soy Chavista pero…¨hasta abrazos a la familia y consuelo le dan estos fiscales del mal, para luego hacer acusaciones sin pruebas, inventar testigos falsos y aducir a los famosos `patriotas cooperantes`.
Los Jueces del Mal
No hay maldad e injusticia, sin Jueces genuflexos. Ellos trabajan en conjunto con los fiscales del mal. Los jueces del mal continúan el trabajo sucio de mantener a los inocentes presos. Su modus operandi es muy diverso, desde diferir audiencias como si fuera un deporte (existen casos que han diferido más de 40 veces las audiencias preliminares) hasta no dar despacho apenas vienen los abogados defensores para evitar vean el inexistente expediente. Es también común ver sus caras en las audiencias de presentación, donde solo esperan al igual que los fiscales del mal, la llamada salvadora que piensan los exculpara de la injusticia cometida que ya está en el fondo de su ser.
Hay una Corte para ellos
Si queremos tener una sociedad de paz debemos ser celosos con la Justicia. No puede existir impunidad de quienes se prestaron para que compatriotas pasaran años de su vida tras las rejas sufriendo los más viles vejámenes y que piensen que con solo decir que los obligaron, se van a salvar, les recordamos a los fiscales del mal y a los jueces del mal que las familias que sienten el dolor de ver a su ser querido preso y torturado no olvidan fácilmente y siempre trabajarán para que la justicia llegue, y todos sabemos que tarde o temprano llega. Reflexionen y entiendan que el recibir la llamada no los eximirá de rendir cuentas. Por algo existe la Corte Penal Internacional en la Haya.