Maryclen Stelling, Socióloga y profesora universitaria, analiza las 60 muertes y 200 heridos, sucedidos en 53 días. Me permito agregarle, millones de bolívares en pérdidas materiales, y en dólares para traer insumos destinados a reconstruir lo arrasado y quemado en saqueos y vandalismo, donde destaca –escribe Maryclen-, la violencia irracional contra hospitales y centros de atención gratuita a la salud. La oposición denuncia “brutal represión que no intimida a quienes perdieron el miedo dispuestos a dar su vida por un cambio de gobierno”. Incitan diciendo “las protestas que empezamos el 19-A, deben llegar al rango de rebelión civil de un pueblo que rechaza el régimen de Maduro”.
Vale preguntarse y -vuelvo a entrometerme en lo que describe la Socióloga Maryclen-, para sacar a Chávez y Maduro ¿a criterio de la dirigencia opositora, las muertes son “democráticas”? ¿Vale enlutar familias, apoyar destrucción e irrespetar el diálogo civilizado y los plazos del CNE para elecciones? La Socióloga Stelling advierte: “cuando los eventos violentos empiezan a desprenderse y tomar peligrosamente sentido y lógica, estamos en presencia de un proceso de autonomización de la violencia. Violencia autónoma que es imperante traspasar de la narración periodística coyuntural, y desnudar su lógica”.
Analizar las condiciones estructurales que incubaron este terrorismo, es indispensable en este momento al observar la banalización del conflicto político, en medios que apoyan la intervención extranjera en Venezuela. Intencionalmente no recuerdan el luto provocado y los heridos en “La Salida”, meses violentos encabezados por Leopoldo López y jóvenes entrenados militarmente para derrocar el gobierno legítimo. Algo que por lo visto, afirma Maryclen Stelling con indudable inteligencia y previsión, “aún mantienen y reproducen”.
