Los tareks, a cual de los dos más iracundo, han enfilado sus baterías, muy poderosas por cierto, contra la Fiscal. Se apoyan en una firma y un sello de dudosa procedencia. No nos metemos en esas riñas de lucha mexicana, allá ellos con su grafología. Queremos hablar de una mala maña de los gobiernos capitalistas para engañar a la masa, trampita que ahora regresó junto con otros aperos de la cuarta. Veamos.
La triquiñuela es muy sencilla, se trata de desviar la atención de la masa hacia los chismes de farándula, ya en época normal nos acostumbran a pensar en chismes, preocuparnos por las nimiedades de los artistas, por el rumbo de los reality show, hay programas y revistas destinados a este fin, crear una maneras de pensar, una forma de preocuparse, una manera de abordar los temas. Con esa misma estructura de pensamiento abordamos la política: nos importa la vida de los hijos que viajan más que las acciones de gobierno, nos llama más la atención atacar a la villana de la novela que las medidas que toma el tsj para desmontar al Chavismo, o las modificaciones que la constituyente amenaza con hacer a la política petrolera. Dividimos al mundo en buenos y malos de acuerdo a los dictados de la televisión, ella es capaz de crear villanos y galanes. Con una masa farandulera, fácil de engañar, todo es posible. Veamos dos ejemplos.
El gobierno propone una constituyente y la aborda con la triquiñuela. Primero, se atreve a decir que la constituyente no es para hacer otra constitución, la audacia es asombrosa, decir que no es para hacer una constitución es una mentira tan grande y tan evidente como un billete de tres dólares, o decir que el billete de cien será recogido en cuatro días. Pero lo asombroso, lo triste, es que la gente lo cree y va como rebaño de reces directo al matadero.
Pasada la primera mentira que protege el disfraz de chavista del gobierno, viene la distracción. El tarek dice que la constituyente es para aplastar a la villana, recomponer la virginidad del Estado, la honorabilidad del galán. Pero también sirve para cualquier folklore, como decretar que los precios bajen, que suban las pensiones, que los clap funcionen, etc, etc.
Y así, con triquiñuelas y mentiras, ocultan la verdadera intención de la constituyente que es entregar la riqueza nacional, petróleo y minerales a las trasnacionales, vender la Patria, comportarse como un ejercito de ocupación, apoderados, cónsules, agentes de las trasnacionales.
El otro ejemplo es el del tsj, existe una acusación de una gente muy seria. La Fiscal, entre ellas, que denuncia que los magistrados son tapa amarilla, que no tienen el currículum necesario para ocupar el puesto, no llenan los requisitos. Y en lugar de aclarar el punto mostrando el currículum, se despepitan en atacar a Luisa, "que si firmó el acta", "que si el sello es auténtico", la conducta es otra distracción. Si la Fiscal firmó o no firmó, si cometió o no cometió ese error, es harina de otro costal. El punto central, el que se quiere distraer, es el del currículum de los magistrados, éste sigue sin ser visto, quedamos sin saber si los magistrados tienen o no legitimidad, y siguen sacando leyes como fábrica de salchichas.
La Fiscal, la villana, es muy útil al gobierno, deberían considerar no sacarla, está funcionando muy bien como distracción y paga peo de todos los males.