Gracias a Aporrea por no haberme publicado esos cinco (o más) artículos anteriores

Bueno …

Recién leí --- con tremendo asco y disgusto --- la siguiente noticia en Aporrea:

Incautados más de 200 litros de lubricantes para vehículos en Caracas

… donde dicen:

"Durante el operativo resultó arrestada, Deyanira María Pacheco Gerdel, de 56 años de edad, por comercialización ilícita de lubricantes y fluidos de vehículos … la información fue publicada por el ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Paz en la red social Facebook."

Esta pobre señora indefensa de 56 años de edad solo estaba tratando de ganarse su vida en este desastre económico en el cual estamos viviendo debido a que este gobierno --- de este presidente --- no ha podido controlar la economía.

Y por eso la arrestaron.

Pobre mujer.

Esta noticia me dio tanta rabia que Aporrea no me publicó el anterior artículo --- que escribí al respecto --- por haber sido demasiado grosero hacia el presidente de este país y sus colaboradores.

La cosa es que no sé realmente cómo expresarme de manera "cívica" cuando algo me afecta de manera tan "no cívica."

Soy como un volcán sin boca.

De todas maneras, lo intentaré otra vez, espero que esta vez me funcione.

Ya van por lo menos cinco veces (sobre un periodo de tres años) que escribo casi la misma cosa --- siempre negado por Aporrea (con buena razón por supuesto) --- donde expreso mi tremendo disgusto hacia el actual presidente de este país y su gente por …

… preferir perseguir al débil, al pequeño, al inocente, al necesitado, y al que solo trata de sobrevivir en este desastre económico,

… en vez de perseguir de manera concreta y contundente a los poderosos banqueros, empresarios, importadores, distribuidores, y funcionarios corruptos quienes son los principales responsables de este desastre económico.

Ya que no sé cómo decirlo sin ser tremendamente grosero, he decidido entonces utilizar como guía (para expresar mi tremendo disgusto) el ejemplo de uno de mis hermanos.

A ver si me funciona.

Sin importar las circunstancias --- sean negativas o positivas ---, este hermano mío no es capaz de enfrentarse a alguien de su mismo tamaño (o fuerza), y mucho menos todavía es capaz de enfrentarse a una persona más grande, más poderosa, o más fuerte que él.

Si se encuentra cara a cara con un ricachón, con un príncipe, una Miss Universo, una estrella de televisión, o algún político famoso, él se agacha y les besa cualquier parte del cuerpo que quisieran y se lanza a sus pies para servirlos.

Pero …

Mi hermano no lo hace porque estas personas sean buenas personas, o porque él esté de acuerdo con ellos, no, sino que simplemente lo hace porque esas personas son --- en su estimación --- más grandes, más bellas, y más poderosas que él.

Nada más.

Para él, ellos valen más que él, y por eso se prostra (echarse al piso de cara) frente a ellos.

Por eso, aun si estas personas maltratan a los demás, bueno, mi hermano siempre se parará al lado de ellos, sin decir nada, y sin oponerse ni tratar de impedir que hagan maldades, sonreirá con ellos, se tomará fotos con ellos, y jamás moverá un dedo para ir en contra de ellos.

Es que … mi hermano actúa así porque teme ser rechazado, teme de no ser apreciado, teme de no ser amado … teme de ser "nadie."

O sea, actúa en base al miedo, no es capaz de enfrentar a nada o a nadie que sea más grande o poderoso que él sin mojarse los pantalones.

Pero …

Desgraciadamente …

Para compensar por ese miedo …

… cuando mi hermano se encuentra entre personas más débiles, que son menos inteligentes que él, o que son inocentes, vulnerables, o indefensas, bueno, es allí donde él ejerce su fuerza.

Es solamente entonces que demuestra que no tiene miedo.

Aprovecha de algún error cometido por alguien más débil que él para atacarla a esa persona verbalmente, físicamente, o de cualquier manera que sea para hacerle sentirse basura a esa persona, pero lo hace frente a todos.

Lo hace de manera pública para que todos lo vean, lo grita abiertamente, y grita que la culpa fue de esa persona, y que él es el que está haciendo justicia, para que todos lo sepan, pero lo hace solamente para lucirse de fuerte y poderoso, de importantísimo, de fantástico, inteligente, y sobre todo, de valiente, cuando la verdad es que no lo es, por nada.

Sí señor.

Así es.

La cosa es que hacerse pasar por valiente al lado de una persona más débil es fácil, es muy fácil, y así es mi hermano.

Bueno …

Así como en el caso de mi hermano, es muy fácil para el presidente de este país y para el ministro de interior, justicia, y paz (¿paz?) lucirse en Facebook arrestando una pobre mujer indefensa de 56 años de edad (una viejita ya) que solo está tratando de sobrevivir en este desastre económico mientras que los responsables del desastre andan libres, gozando de la vida, básicamente sabiendo que son intocables ya que saben que este presidente y sus colaboradores --- todos iguales de miedosos en mi apreciación --- jamás se atreverán a enfrentarlos.

Finalmente …

Quiero darle las gracias a Aporrea por no haberme publicado esos otros cinco (o más) artículos anteriores ya que esto me ha forzado a escribir lo mucho que siento por dentro --- un volcán listo para explotar --- de manera menos salvaje, menos cavernícola, y más controlada (o "cívica").



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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