Las circunstancias y la situación que viene suscitándose, y que aún no ha terminado, que viene ocurriendo en el estado Apure, me obligan en el día de hoy, en esta edición de esta columna a referirme a ella, y hacer toda una evaluación del entorno.
Desde el pasado sábado, en el marco de los ejercicios militares Escudo Bolivariano 2021, y de la Orden de Operaciones "Lanceros de Apure", se viene suscitando fuertes combates entre fuerzas irregulares y efectivos de nuestra FANB.
Esto indudablemente ya ha generado saldos de personas dadas de baja y heridos, cuál si fuera una guerra desde el punto de vista convencional.
Pero a la víspera de este evento, se suscitó un grave evento de corte paramilitar en la ciudad de Caracas, en la que la banda de "El Coqui, el Vampi y Galvis" algunos de sus integrantes portando armas de alto calibre, generaron un nuevo enfrentamiento en la Cota 905, pero con el agravante que alguno de ellos bajaron hasta la autopista, despojaron a un médico de su moto (posteriormente se la devolvieron), cerrando la vía, dejando un sinnúmero de personas atrapadas en el túnel que une El Valle con la parroquia El Paraíso, expuestas a una balacera que pudo haber arrojado un saldo muy negativo.
Y ese mismo día también informada el vicepresidente de economía, Ministro de Industrias y Producción Nacional y de Petróleo, Tarek El Aissami, sobre el atentado terrorista ocurrido en el gasoducto de El Tejero, en el estado Monagas.
No podemos obviar que en medio de estas acciones podrían estar detrás personajes nefastos como Leopoldo López (prófugo de la justicia venezolana) y el ex presidente y ex senador colombiano Álvaro Uribe Vélez, en la planificación y financiamiento de este tipo de actividades terroristas.
Los últimos acontecimientos nos acercan a una situación límite respectivo a la relativa estabilidad y panorama político venezolano. Ya se dan muestras de las avanzadas multifactoriales y con distintos elementos, incluyendo los ataques armados sobre Venezuela. No sorprende que en esta maniobra participen distintos grupos y elementos que en principio deberían estar separados. Entre esos, las Bacrim. Al mismo tiempo, existe un silencio mayor de los sectores opositores mientras se acerca un tiempo de mega elecciones. Se suma a este panorama el cuadro psicológico de mucha gente que descuida la bioseguridad y la creciente ola de contagios de Covid 19. En el sector económico, la situación tampoco es alentadora, sobre todo, en momentos en el que se anuncia y proponen leyes a la Asamblea Nacional y se obvió las debidas y democráticas consultas. Pareciera ser el secretismo y el dejar sólo a los políticos los acuerdos, legislación y dinámica de nuestro país y su economía.
Todo esto en un clima en el que la colectividad y distintos entes e instituciones así como personalidades y grupos de venezolanos ven y sienten, con profunda preocupación, una política que parece apuntar a la entrega de los recursos de la nación, entre esos, la soberanía petrolera.
En ese panorama, de profundas y grandes carencias, el venezolano no se puede ocupar de la dinámica política del país. Primero está la seguridad y el lograr cubrir los gastos diarios, es decir, sobrevivir a duras penas.
Nuestra producción sigue sin levantar cabeza ni encontrar un espacio y momento propicio para desplegarse.
Este es un momento álgido, muy peligroso porque pareciera que estamos a las puertas de los falsos positivos, de los montajes y las post verdades y manipulaciones emocionales que orienten las respuestas, conductas y actuaciones de las masas.
¿Cómo romper este cerco?, ¿Cómo salir de esta encrucijada, de este callejón sin salida?... Sabemos que desde las recetas clásicas no podremos ver la luz. Que tendremos que acudir a nuestra experiencia y análisis, así como al espíritu de lucha y osadía de nuestra nación. Eso fundado en nuestros valores de la solidaridad y el de asumir la reconstrucción de la/patria.
Quizás lo más dramático y algo que puede resultar fundamental es que una cantidad no menor de la población se siente no acompañada por la cúpula del gobierno. Mucho es el chavista que siente que resiste solo. Esa imagen, esa percepción hay que cambiarla con la dinámica de neutros dirigentes y con políticas desde el alto gobierno.
He ahí la cuestión…
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!