Las autoridades españolas saben que el pollo venezolano que tienen detenido allá, no es ningún pollo de la cazuela, y es por eso que han pedido a los estados unidos, que actúa como las viuditas, que deben respetarle sus derechos humanos. En el supuesto caso de que España lo entregara sin garantías, no deben creer los gringos que el pollo es un tonto y lo desplumarán al llegar allá, creyendo que lo guisarán, lo asarán o lo rostizarán, agregándole ají, cebolla y hojitas de laurel ¡No señor, así no es la cosa!
Es por eso que en España, este viernes 29 de octubre, el Pleno del corral Penal del palenque Nacional otorgó 45 días a la justicia estadounidense para que responda a las exigencias españolas, que son un trámite imprescindible para autorizar la extradición del pollo venezolano.
El que crea que los pollos venezolanos son patarucos está equivocado, no se rinden tan fácil, sino miren la forma en que se defiende el pollo que hoy permanece en España y que es capaz de lanzar espuelazos cuando los estados unidos solicitan su extradición. A todas estas hay que considerar que la justicia española no es ninguna pendeja al extraditar un prófugo, así sea un pollo, hay que respetarle sus derechos humanos. No es aceptable que al llegar el pollo a los estados unidos pretendan darle candela perpetua en un asador o que quieran darle pena de muerte, pasándolo por la guillotina, menos ser rostizado. De ser así, el pollo permanecerá en su jaula española.
Es oportuno aclarar que existe un acuerdo suscrito en el cual se especifica que: El pollo debe ser llevado solo en una jaula; no acepta viajar amarrado por una pata de un asiento del avión, mucho menos "maneado" (Amarrado de las dos patas, tumbado en el suelo) Debe ser acompañado por el gallo Claudio y calimero como testigos de excepción; mientras que, debe ser vigilado por policías españoles que lo entregarán en suelo estadounidense y no regresarán a España hasta que el pollo se haya "Empatiado"(Acostumbrarse al patio).
Podrá recibir la visita de familiares y "abogallos". Una vez en el corral debe ser atendido por veterinarios privados. Su alimentación balanceada será tres veces al día. En el desayuno debe dársele pollarina y tres ricas vitaminas. A la hora del almuerzo, debe dársele maíz amarillo y en la cena, una mezcla de "pico" con restos de alimentos, preferiblemente arroz o pasta. Como no es un pollo de los estados unidos, deberá tener un traductor que no confunda ni tergiverse el pio pio de los pollitos. No tendrá "corral por cárcel" ante "riesgos de escape". Debe permanecer en una jaula de 1x1 metro, no más pequeña. Además, por petición expresa, no acepta estar enjaulado con otros pollos venezolanos que se corrompieron picando el plato porque no lo podían lamer.
Se espera que con estas condiciones, el pollo sea respetado en los estados unidos para su tranquilidad. A lo mejor, después que comience a cantar se convierte en "american chicken". Veremos.