En mi opinión, el Dr. Fredy Gutiérrez debe, inmediatamente, introducir una demanda en contra de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por difamación e injuria y también, irónicamente, por haberle violado sus derechos humanos.
El problema que se ha presentado en la CIDH es simple: desde que Fredy Gutiérrez fue electo miembro de esta Comisión ha venido denunciando con valentía y constancia las irregularidades que en ella se cometen, como por ejemplo, el hecho de que ninguno de los comisionados conoce en qué se gasta el presupuesto de dicha comisión, que las decisiones de los comisionados se toman por Internet, que no hay reuniones permanentes que permitan conocer los expedientes que sustancian los casos, que quien hace los expedientes y redacta las decisiones que luego son suscritas cibernéticamente por los comisionados es el Secretario Ejecutivo, el inefable Santiago Cantón, quien no es electo para ese cargo, sino que es un empleado de la OEA, pero que por la vía de los hechos es el que maneja y decide cualquier cosa que sucede a lo interno de la misma, y muchas otras cosas más que serían demasiado largo reseñar en tan breve espacio.
Por supuesto, el hecho de que uno de los siete comisionados haga estas denuncias, que tenga el atrevimiento de desafiar al imperio, que es en definitiva quien controla la CIDH, presentando al continente sus manejos oscuros, ha hecho que las balas se dirijan todas en una misma dirección: desacreditar a Fredy Gutiérrez, usando las vilezas más insospechadas.
DERECHOS QUE SE LE HAN VIOLENTADO A FREDY GUTIÉRREZ
Esta Comisión está conformada por siete miembros que son elegidos por la Asamblea General de la OEA. En otras palabras, los comisionados no se nombran entre sí, por lo que la lógica indica que no tienen competencia para removerse entre sí. Elemental. Sin embargo, aquí se ha producido un hecho increíble y es que, al no poder relevarlo del cargo para el que fue electo, a Fredy Gutiérrez pretenden dejarlo jugando banco, es decir, quitarle cualquier tipo de responsabilidad dentro de la Comisión e impedirle que ejerza ninguna relatoría.
Pero lo más increíble de todo este atropello es que el argumento que se utiliza en la resolución es que, supuestamente, Gutiérrez habría emitido “declaraciones falsas” en algunos medios de comunicación.
Analicemos esto: ¿denunciar los manejos irregulares de la CIDH le está prohibido a los comisionados, o debería ser su deber inherente? ¿la Comisión que en nuestro continente que debería velar por el respeto escrupuloso de los derechos humanos pretende sancionar a uno de sus miembros por haber opinado, violando así su derecho humano a la libertad de expresión? ¿suponiendo que fueran falsas las declaraciones de Gutiérrez, se sustanció un expediente que determinara exactamente cuáles son las falsedades expresadas por él? ¿se le permitió el derecho a la defensa a este comisionado, para que pudiera en su descargo argumentar lo que estimara conveniente?
Pues aunque Usted no lo crea, nada de esto sucedió. Como mínimo, de violó el debido proceso y el derecho a la defensa. La situación es tan insólita que el tema de Fredy Gutiérrez ni siquiera estaba en agenda y cuando él pidió una copia del acta, se la negaron. Por otra parte, el reglamento interno de la Comisión, el cual nunca ha sido aprobado por la plenaria de la OEA, en ninguno de sus artículos establece sanciones como las que se pretenden aplicar a Gutiérrez y mucho menos por las causas expuestas en la resolución en cuestión.
En fin, lo único que me gustaría saber, a estas alturas, es que opina el Secretario General, José Miguel Insulza.
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