El decreto de amnistía del Presidente Chávez, liberando a un conjunto de personas incursas en diferentes delitos “políticos” no es, como afirmara el Presidente un “ya está bueno”, queriendo decir que ya era hora de parar con esos odios.
No es Sr. Presidente, ni odio ni mucho menos ganas de venganza. Se trata de impunidad; de una fiscalía que no acusa; de un estado permisivo y que deja que las cosas pasen. Como es posible Sr. Presidente que usted afirme (lo ha hecho varias veces) que el Chávez permisivo del 2002, ese se quedó atrás y que ahora venga con ese decreto de amnistía, que no es otra cosa que una plasta, calificativo que usted mismo uso en una oportunidad para referirse a aquella decisión del TSJ.
No. No está bueno. Usted pareciera, de verdad, creer en las palabras de reconciliación que hipócritamente ofrece la oposición. ¿No ve usted que no lo agradecen? ¿No ve usted que lo único que hacen es burlarse y que mañana van a amanecer diciendo que ese es un decreto chimbo, chucuto?.
No hay ninguna posibilidad de reconciliación con esa oposición. El país está dividido en dos bloques antagónicamente opuestos. Con una gente que defienda la propiedad privada a ultranza, que defiende las privatizaciones, que defiende la privatización de las pensiones de los trabajadores, de la salud y de todos los servicios públicos, no puede haber reconciliación. Lo que defendemos los revolucionarios son postulados humanistas y socialistas, completamente contrarios a lo mencionado arriba. Por tanto, no hay reconciliación posible, no hay posibilidad de mediación. Más bien, hay una guerra, una guerra que ganar y esa victoria no se obtendrá con posiciones ambiguas, que lo único que hacen es provocar la risa de aquellos supuestamente beneficiados.
El momento de de radicalización. Y me perdona Sr. Presidente si no entiendo sus razones. Usted ha demostrado una capacidad política inigualable. Pero eso no lo hace infalible ya que al fin y al cabo usted también es humano y como le dije, es momento de radicalización, de profundización y no de actitudes que no se entienden en el enfrentamiento con el enemigo. Porque, reitero, ese es el enemigo.
leonardorvs@gmail.com