Es notorio el crecimiento de las fuerzas de derecha que se oponen al proceso bolivariano. Las organizadas y las silvestres. Las bulliciosas y las calladas. Las evidentes y las taimadas. Las nacionales y las extranjeras.
Parece que los resultados del 2 de diciembre fueron solo la punta del iceberg. La fuerza que ha tomado en menos dos meses, el terreno que ha ganado la oposición, es gigantesco. Mientras, los nuestros andan ocupados en meros asuntos electorales.
El primer gran triunfo de la derecha luego del referéndum por la reforma constitucional, fue la amnistía. Un regalo inesperado e inmerecido. ¿Qué hizo la vanguardia de la oposición? ¿Darle gracias al gobierno? ¿Saludar el hecho como un gesto magnánimo de Chávez y valorarlo como un puente a su falso llamado de reconciliación? No, para nada. Inmediatamente lo descalificaron y se lanzaron a exigencias más problemáticas. Así se agitan los factores que pueden profundizar una crisis política. Hicieron lo que tenían que hacer.
En la otra acera, el pueblo bolivariano, quedó perplejo. Las más de las veces molesto por tan injusta e inconsulta dádiva, que perdona a criminales que burlaron la soberanía popular y tienen las manos y las conciencias ensangrentadas. De telón, el chasco con el nombre del niño Enmanuel tallado en frío hielo por la serpiente uribista.
Pasados unos días, el crítico desabastecimiento alimentario lleva al gobierno a retroceder de nuevo y viene la liberación de precios y más recientemente el alza declarada del precio de la leche. ¿Liberación de precios? Si ya en el mercado salvaje hace mucho rato que reina el darwinismo liberal. El festín especulativo montado por los capitalistas del comercio es una verdadera orgía. Han hecho lo que les ha dado la gana con nuestra gente. Hasta aprovecharon la entrada en vigencia de la reconversión monetaria, para dar otro zarpazo. ¿Y qué han dicho los capitalistas y feudales de la leche con el aumento? Que no sirve, que no llena las expectativas y que van por más.
Los productos de Mercal y otros subsidiados por Venezuela se venden en Colombia. Cómo han hecho plata con el negocio de la extracción de gasolina, que ha servido para financiar a nuestros enemigos mortales los paramilitares. Igual que el negocio de los cupos de Recadi financia una clase media antinacional que odia a muerte al proceso bolivariano. Son los mismos que cambian de carro cada semestre, viajan al exterior, full tascas y restaurantes de lujo y andan diciendo que el país se cae a pedazos por culpa de los malditos comunistas que gobiernan.
¿Quién ha visto un gobierno que financia a sus enemigos?
Desde Colombia se están dando pasos firmes contra Venezuela. Sabotean la gestión de paz que generosamente realiza nuestro Presidente. Traen voceros del imperialismo a atacarnos. Ahora resulta que somos peligrosos facilitadores del narcotráfico. Lo dijo el zar antidroga del país mayor consumidor de drogas del mundo. Lo dijo en el país mayor productor y exportador de drogas del mundo. Lo dijo al lado del presidente de ese país que tiene a media familia y todos sus parlamentarios, metidos en el escándalo de la parapolítica; o sea, políticos financiados por los paramilitares que son los dueños del negocio de la droga en Colombia. Tipos que ganan elecciones con base al terror de todo un pueblo. El 4 de febrero marcharán contra las FARC y contra Chávez. El general Freddy Padilla, jefe militar colombiano, ya nos amenazó con una guerra.
Pero nosotros estamos ocupados en importantes asuntos electorales.
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