Tengo rato que no me siento frente al ordenador y escribo, causas ajenas han impedido la llegada de algunos de mis escritos y esto aunado a la idea que me acecha de estar perdiendo el tiempo, aunque se me ocurre escribir con la esperanza de poder ser útil.
Aprovecho esta ocasión para comunicarle a mis camaradas y amigos sobre la imposibilidad que tengo al tratar de enviarles un correo electrónico por causa de su terminal “CANTV. NET”.
No se si darle las gracias a la compañía de teléfonos de Venezuela, por no permitir que les moleste o por evitar que yo pueda enviarles algún mensaje “inconveniente”.
Ahora bien, no es precisamente éste el motivo que me lleva a escribirles ahora, han sucedido tantas cosas desde la última vez que han merecido ser comentadas en el momento su aparición.
Quiero aclararles, que no soy ningún analista político ni mucho menos politólogo, pero desde que empecé a escribir por este medio “Aporrea” considero que he avanzado algo en éste aspecto, lo cual considero lógico, al menos por antigüedad y persistencia.
Vamos al tema, ayer me enteré por Aporrea sobre la situación que se les ha presentado a los obreros de Sidor en el estado Bolívar, ya esto lo había previsto hace un cierto tiempo en el artículo “Tome notas señor presidente” parece ser, que no se tomó ninguna.
El que hayan sido reprimidos brutalmente por la Guardia Nacional y los organismos represivos de la gobernación, no me extrañó en nada en absoluto. Me hubiese extrañado enormemente, si algo similar les hubiese ocurrido a los llamados “factores de oposición”. Tenga usted la seguridad, que en esas circunstancias ya hubiesen sido exonerados de culpa alguna o que se yo, sólo por el temor que les profesa el gobierno y que le impide tomar algunas medidas represivas en su contra, incluso, si el delito fuese mayor, los indultamos con una bendita amnistía. Si señor como se oye IN – DUL – TA – MOS.
En mi Venezuela querida, le comentaba a un ciudadano extranjero que estaba de visita, es imposible penalizar ni con un céntimo del valor de mi moneda, a una televisora canalla que conspira abiertamente contra el gobierno y que incluso, se ha transformado en un instrumento vil de intereses extranjeros para perjudicar a la Nación, permitiendo ser utilizada como un vulgar eje transmisor de una televisión enemiga colombiana dentro de nuestro propio territorio. Seguro que en su país eso no puede ocurrir nunca, le dije, por dignidad o por ser ustedes tan “represivos”. Bueno... concluía, en esto prefiero cien veces a su país que al mío, tuve que decirle.
Me ha extrañado mucho también, esa llamada cordial hecha por el presidente venezolano al presidente Uribe, para estabilizar y normalizar por todas, las relaciones con la hermana República.
Ya uno no sabe que pensar. No se si seguiremos siendo ingenuos ante esa figura tenebrosa que todos conocemos o que será lo que pasa.
Después de la digna y gallarda actuación del presidente del Ecuador en la Cumbre de Río, celebrada en Republica Dominicana, debo reconocer que allí se impuso el carácter y el manejo de una diplomacia a la altura que exigía la seguridad para su pueblo y la condena de aquel acto terrorista cometido por el ejercito colombiano y su presidente, y aún no se han borrado las huellas ni la sangre de los caídos cuando nos permitimos cortejar con el susodicho.
Considero que Ecuador pudo tener mayor solidaridad, la actuación de Correa fue parca, sin nada de parafernalias pero con mucha dignidad. Un simple apretón de manos y la vuelta inmediata frente al agresor, todos lo vimos y así se escribirá para la historia de esta América que renace de nuevo y se ve amenazada por la codicia de un imperio que tiene como uno de sus más excelsos exponentes al zamuro Condolezze, con sus alas llenas de sangre desde Afganistán e Irak.
Ha visitado Chile y Brasil, a ver que dicen sus respectivos mandatarios acerca de nuestra patria y cual sus posiciones, ojalá no sean divagantes o se nos catalogue de neoterroristas y ya. Colombia es su cómplice. ¿Será que no nos damos cuenta de eso? Ayúdanos Dios mío!!
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