Sin mayores aspavientos, como se hacen las cosas, al estilo de la raíz que no se ve sino por sus obras Reinaldo Bolívar presentó hace menos de tres semanas su libro “África Revolucionaria”. Reinaldo, nuestro Vice Canciller para el continente africano, es de esas personas alejadas del remilgo por lo cercanas que están al trabajo sostenido. Mestizo por los cuatro costados, este internacionalista y nacionalista guariqueño se dio a la tarea de recopilar para nosotros en un libro la relevancia del pensamiento socialista africano a través de protagonistas de una intensa historia que va saliendo del silencio y ahora es cuando tiene que aportar a la nuestra, como siempre ha sido en definitiva.

Como él mismo señalara en ese bautizo, de África se han ocultado muchas virtudes, y una de ellas ha sido el pensamiento de avanzada de sus líderes. Pensamiento con ancestros que se sembraron en la América Negra y que tiene en Haití el mas vivo y latente ejemplo.

Leamos algo de ese pensamiento:

Jomo Kenyatta (Kenya 1892- 1978)

“Cuando los blancos vinieron a África nosotros teníamos la tierra y ellos tenían La Biblia. Ellos nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados. Cuando los abrimos los blancos tenían la tierra y nosotros La Biblia”.

Sekou Touré (Guinea Conakry 1922-1984)

“Preferimos vivir pobres en libertad que ricos en esclavitud. África no necesita que le echen una mano sino que le quiten el pie de encima”.

Thomas Sankara (Burkina Faso 1949-1987)

“No se puede realizar el cambio fundamental sin cierta dosis de locura. En este caso viene de la inconformidad, del valor de dar vuelta al pasado de viejas fórmulas, el valor de inventar el futuro”.

Patrice Lumumba (República Democrática del Congo 1925-1961)

“Prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington ó la ONU sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”.

Samora Machel (Mozambique 1933-1986)

“Descolonizar no es una simple transferencia geográfica del centro de decisiones…es desmantelar el sistema político, administrativo y cultural…”.

Amilcar Cabral (Guinea Bissau 1924-1973)

“La liberación nacional del pueblo es la reconquista de la personalidad histórica de ese pueblo, es su regreso a la historia como un medio de destruir la dominación imperialista a la cual ha sido sometido…”

Julius Nyere (Tanzania 1922-)

“El socialismo -como la democracia- es una actitud mental. No tiene nada que ver con la posesión de riqueza. Personas indigentes pueden ser capitalistas en potencia, explotadoras de seres humano prójimos suyos”.

Nelson Mandela (Sudáfrica 1918-)

“He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir, pero también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir”.

Muammar Al- Ghaddafi (Libia)

“El partido representa sólo a una fracción del pueblo mientras que la soberanía popular es indivisible. El partido gobierna en representación del pueblo, pero lo correcto es no sustituir al pueblo”.

Hay muchos más hombres y mujeres en África combatiente: Kwame Nkrumah, Gamal Andel Nasser, Agostino Neto, Leopold Senghor, Ahen Ben Bella, Ransome–Kuti, Jomo Kenyatta, Yaa Asantewa y Nzinga Ngola entre otros, y todos son abordados en el imprescindible libro de Reinaldo Bolívar (ReiBol) editado por la Universidad Bolivariana de Venezuela y que se puede obtener gratuitamente en nuestra Cancillería.

Pero también está América Latina en África a través del accionar de hombres como Frantz Fanon, y Ernesto Che Guevara, y El continente africano en nosotros a través de gloriosos libertarios como los haitianos y los negros irreverentes que pueblan la historia de las luchas americanas.

Año Nuevo con Haití

En el Caribe por lo menos, aunque nunca nos lo dijeran, ni enseñaran, el Año Nuevo tiene un tan digno como inmenso sello negro. Cada 1ero de enero Haití arriba a un año mas de su independencia. El de este que se aproxima tendrá una carga que deberemos compartir si es verdad que reivindicamos a Bolívar. Si con los anuncios y previsiones de una crisis que no es mas que la punta del Iceberg Imperial estamos todos como viendo qué se va a hacer a pesar de tener recursos y ventajas, sólo hay que imaginar qué piensa el pueblo haitiano, empobrecido al infinito, con la tierra depredada, tanto como la esperanza del heroico pueblo caribeño.

Probable es que todos nos detengamos este primero de enero en Cuba, en sus 50 años de revolución, en su justificada fiesta de conciencias y en las lecturas que tal fecha encierra para todos.

Ese mismo primero de enero Haití arribará a los 205 años de su deslumbrante gesta emancipadora, delante de la cual tendríamos que hacer reverencia en deuda eterna con los negros libertarios. Deuda no saldada, por cierto. No olvidemos que Haití (que conservó irreverentemente su nombre originario) fue la primera nación latinoamericana en declarar su independencia y también la primera en la que los propios esclavos abolieron el sistema esclavista, sin esperar a que otros lo hicieran por ellos. Y aunque Toussaint Louverture no pudo vivir para verlo, nosotros estamos obligados a mirarnos en ellos, no con ojos de piedad sino de reivindicación histórica. “…crece una flor roja, crece una flor imperdonable, negra, bella, como un haitiano, como el haitiano Toussaint Louverture, el haitiano más negro que se conoce…”.

En fin, que cerrando este 2008 de prédicas y accionares esperamos que los cantos crónicas de 2009 incluyan con amor a África y a Haití, Porque si Apartheid significa “vidas separadas” y África va saliendo de él, de alguna manera, y casi sin darnos cuenta, lo practicamos con la negra nación que nos dio todo y que parió al mas negro de los libertadores americanos, mientras sigue esperando por nosotros.


lilrodriguez@cantv.net