Nadie debería alegrarse por la desgracia de cualquier ser humano pero tampoco aceptar que los delitos, sobre todo contra la vida, queden impunes; es verdad que cuando alguna persona es condenada y sobre todo a tantos años de prisión como es el caso de los imputados, ahora juzgados, por las muertes y heridas infligidas a numerosos ciudadanos cuando el golpe, aunque fallido, cruento, contra la Constitución y las leyes de la República.
Sin embargo lo decidido por el tribunal de la causa es un paso de avance en la lucha contra la impunidad; claro ahora viene el comienzo de una guerra mediática para a través de la ceración de una matriz de opinión en lo cual son expertos cloacavisión, El Nazional, Tal Cual y otros medios de la subversión, cuyos propietarios deberían estar presos pues ellos fueron quienes empujaron las acciones de aquellos días aciagos de abril del 2002 y es a ellos a quines los hoy condenados debería culpabilizar porque sus mensajes, su distorsión de la realidad les hizo creer, que el pueblo no iba a reaccionar y que así de un plumazo y de unos cuantos muertos, la revolución iba a ser hecho pasado y cosa olvidada.
Dicen que la justicia tarda pero llega y la decisión del tribunal contra los comisarios y agentes a quienes se les comprobó su culpabilidad debe servir de ejemplo y antecedente para todos aquellos que creen que pueden cegarle la vida impunemente a cualquier cristiano en un montaje para justificar un golpe como sucedió aquel abril.-
UNA PELEA A CUCHILLO
Los aspirantes de la derecha a quienes veremos con toda seguridad en una puja para coger palco, que ya se vislumbra, están de celebración y brincando en una pata, porque por lo menos ya no tienen que enfrentarse a las agallas de Rosales por ser de nuevo el abanderado del arroz con mango que tenemos aquí como oposición, estaban buscando de alguna manera, echarlo a un lado y su fuga, que no es otra cosa que la confirmación de su culpabilidad, les cayó como anillo al dedo pues ahora tienen uno menos en el barco, que otra vez va a hacer agua frente a la arrolladora personalidad del candidato Chávez, quien ya es garantía de triunfo y que despeja la posibilidad de cualquier forcejeo dentro de las filas de la revolución.
La pelea a cuchillo que vamos a presenciar los venezolanos, en la oportunidad en que al oposicionismo le toque elegir candidato, no es porque asumen como posible un triunfo, sino por que quien resulte abanderado va a manejar el enojote de reales que le va a llegar del imperio y de los empresarios enemigos del proceso que a sabiendas de que son reales que se van a dilapidar, aportan por el odio que sienten por Chávez y no por otra cosa, pues deberían estar demasiado ciegos para no poder vislumbrar que lo que les espera es una derrota más.-
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