El izquierdismo que hace daño

En verdad te pasaste Lina Ron

La historia vuelve a repetirse, sabia reflexión hecha canción hace ya bastante tiempo, el caso es que, si hacemos una sinopsis de las luchas revolucionarias durante el siglo XX, podemos encontrar un dossier de fracasos derivados de la mala interpretación de la lucha por mejores tiempos y para que esto sea de esta manera, indudablemente que debemos ver el presente como la búsqueda del futuro mejor, para ello, la lucha debe ser congruente, efectivamente sabia y racionalmente humana y eficiente.


La Revolución Bolivariana es pacífica, honesta y transparente, se le dice al pueblo que el objetivo es el socialismo en su forma venezolana y posible, sin caernos a engaños y además armada en su defensa a través de la alianza cívico militar; poco a poco se le agregan elementos y decisiones que señalan su ritmo y orientación; el bolivarianismo debe ser el método que oriente la lucha y le haga el aporte filosófico suficiente para su construcción, la hoja de ruta la define la Constitución votada por el pueblo y las leyes adaptadas cada vez más a su contenido.

La civilización impone reglas y costumbres que nos hacen diferentes a la irracionalidad, por ello, lo que esté al margen de ella, debe combatirse con la verdad y la justicia. La inconformidad no puede ser motivo para la irracionalidad manifiesta en hechos concretos. Todos estamos contestes en algo que es común en el ser chavista, en la necesidad de asumir la lucha contra un sistema capitalista inhumano, esclavista y degradador del ser humano, conocemos lo que significan los enemigos en esta razón de existir y actuar; en el terreno de la información hemos desenmascarado a los que pretenden accionar a través del hecho mediático recurrente y amenazador, los hemos aislado si se quiere ver de esta manera, o al menos al descubierto las intenciones de permanencia en el chantaje y el omnímodo poder que otrora ostentaron.

Hemos avanzado en tiempos de contradicciones y dificultades en la construcción de un sistema social diferente al capitalismo y el cual alguien en algún momento denominó el socialismo, de diferentes interpretaciones y profundizado en su aplicación de acuerdo a las características específicas del momento y el lugar de los acontecimientos; nosotros lo hacemos a nuestra manera por vía pacífica y a través del hecho electoral, lo que lo hace más complejo y de cuidado al instante; es decir, la llamada opinión pública es receptora de lo bien o mal que se hagan y establezcan esas diferencias entre sistemas. Si bien, una revolución involucra en si misma la búsqueda indefectible de la contradicción, es obvio decir, que por ser una lucha revolucionaria, jamás debemos perder el objetivo estratégico y común para el pueblo y su destino.

Una revolución la hacemos muchos generalmente en seguimiento y guía de un líder; es nuestro caso, en tal sentido todo lo que se haga debe estar en sintonía con él y el equipo que lo acompaña, cualquier acción desenfrenada aunque en el fondo haya suficientes razones, debe estar signada por la sindéresis necesaria y útil, en la lucha revolucionaria el pragmatismo debe ser celosamente recetado, de tal manera que coincida con los objetivos ulteriores, hacer lo contrario y aunque suene repetido, facilita al enemigo cosas con las que no contaba a no ser que las inventara mintiendo, ejemplos de ello, hay muchos y son constantes.

Ahora bien, si en algún momento una acción descoordinada hace daño es en este, cuando el enemigo sistémico trata de tomar la iniciativa y ponernos a la defensiva; debemos comprender y además entender que el imperio trabaja sin descanso, donde miremos por más insignificante se nota la mano injerencista y engañadora, por tal razón, si trabajan en función de alimentar contradicciones en nuestro campo, no podemos ayudarlos en sus objetivos, colocándoles en bandeja hechos que no deben ocurrir.

Por último, no me propongo hacer un llamado al grupo comandado por Lina Ron, considero que es su manera de ver la defensa de la revolución, lo que si le podemos decir es que si actuamos ajustados al método, podemos confluir en la construcción que hablabamos al principio, pero no de esta manera anárquica y fuera de la lógica del momento.




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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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