1. Al iniciarse 2007, la destacadísima periodista Sanjuana Martínez publicó un libro: “Prueba de fe. La red de cardenales y obispos en la pederastia clerical”, en el que denuncia a dos prominentes dirigentes católicos en México: a los cardenales Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Íñiguez. Al primero porque después de los escándalos de pederastia en México y Estados Unidos, siguió protegiendo a sacerdotes a pesar de las evidencias, con el fin de impedir a toda costa que sean juzgados en tribunales mexicanos. El libro de Sanjuana Martínez, prestigiada reportera, reabre la herida: aquí las principales víctimas son niños menores de 13 anos. Se demostró que la pederastia no se cura como si se tratara de una enfermedad pasajera. Sin embargo a pesar de estas denuncias que fueron internacionales, Rivera sigue hablando como si fuera una persona sana y honrada.
2. El cardenal Norberto Rivera advirtió hace dos días que la Iglesia católica no se va a replegar ni a dejar de expresar sus opiniones sobre la aprobación de matrimonios entre personas del mismo sexo y criticó a todos aquellos que quieren prohibirles "hablar en nombre de Jesucristo". Mientras tanto la dirigencia del socialdemócrata PRD, temblándole el cuello, en voz de Ortega, reconsideró su postura, y aseguró que ya no tiene intención de presentar una denuncia contra la jerarquía católica por la campaña de descalificaciones que ha emprendido en su contra. Rivera, así como los grandes empresarios y los medios electrónicos, han estado a la ofensiva defendiendo sus poderosos intereses mientras los partidos y los políticos –pensando solamente en los votos- se aliñan con el clero y los poderosos. No hay duda: en México dominan totalmente los llamados “poderes fácticos”.
3. Los poderes formales: ejecutivo, legislativo y judicial se someten a los poderes de hecho, a los poderes reales, que no son otros que el poder económico y el poder ideológico. Por un lado son los poderosos empresarios quienes determinan la política en el país en función del dinero que mueven y por otro los medios de información (TV, radio, prensa escrita), el clero y la escuela, son quienes se encargan de manipular la conciencia de la población con el fin de que esté al servicio del poder. Como siempre ha sucedido el poder de derecho, las instituciones políticas del Estado, se someten al poder de hecho, al real poder. Por eso cuando se piensa que Calderón tiene el poder en realidad él es un simple monigote que hace lo que le ordenan los Slim, Azcárraga, Zambrano, Salinas Pliego, Servidje y demás multimillonarios dueños de inversiones y ganancias.
4. Hace ya por lo menos un milenio la iglesia impuso totalmente su poder y, en nombre de Dios o Jesucristo, estableció una serie de principios, leyes y normas, por las que la sociedad tendría que regirse. Bodas entre hombre y mujer, familia monogámica (“base de la sociedad”), relaciones sexuales para procrear, la masturbación como pecado, la homosexualidad como una enfermedad, hijos bien educaditos por la iglesia, etcétera. Desde entonces, en la medida que la iglesia adquirió mayor poder se sintió propietaria –no sólo de las más extensas tierras y riquezas sino que también de la conciencia, es decir, de la manera de cómo se deberían conducir los seres humanos. Contradecirla era desobedecerla, retarla y quien lo hiciera tendría que someterse a sus sanciones y castigos. En México hizo dos guerras: la de Reforma en el XIX y la Cristera en el XX.
5. La iglesia impuso sus creencias inamovibles hace ya más de mil años y, aunque ha ido adaptándose para no morir, ha mantenido principios con los que ha asegurado su poder terrenal. Pero la iglesia ha concentrado sus poderes usando una gran estrategia política que consiste en aliarse a las clases más poderosas del país en que se mueve. La iglesia desde el cuarto siglo de nuestra era nunca en su historia ha sufrido penalidades, por el contrario ha sido propietaria de enormes riquezas materiales. Por ese motivo –para conservar su “status”, es decir su poder, siempre responde de manera violenta ante cualquier amenaza que sufre a sus principios de dominación. Ha sido la causa de las guerras a que ha llamado y de las grandes amenazas que ha proferido contra cualquier gobierno o Estado Laico como el surgido en México a mediados del siglo XIX.
6. Los liberales juaristas se enfrentaron a ella en aquella guerra de Reforma (1858-60) pero luego Porfirio Díaz en sus 35 años de gobierno (1876-1911) negoció con ella otorgándole privilegios y todo en santa paz. Luego la revolución y los primeros gobiernos (1917-29) se confrontaron con ella obligándola a someterse a las leyes, pero terminada la guerra Cristera la iglesia obtuvo privilegios concedidos por el gobierno y vino la santa paz. Pero a partir de 1982, los gobiernos neoliberales decidieron devolverle la mayor cantidad de privilegios posibles y en eso estamos: Salinas, Zedillo, sobre todos los gobiernos derechistas y religiosos del PAN han brindado todos sus apoyos para que el clero –desde los púlpitos y sacristías- participe en política y apoye de manera abierta a los candidatos derechistas. En estas estamos.
7. Ningún partido o político pro electoral se atreve a enfrentar resueltamente al clero, a los poderosos empresarios y a los funestos medios de información, a pesar de ser los principales culpables del desplome económico del país; López Obrador lo ha hecho pero débilmente y con enorme cuidado para no molestar a la audiencia. Son esos “poderes fácticos” los que dominan en todos los niveles de México con el apoyo de los EEUU y cuando surge cualquier crítica hacia ellos inmediatamente lanzan toda su batería para destruir al oponente. Así el cardenal Rivera nunca fue castigado por delitos de encubrir a pederastas; los medios de información electrónicos siguen monopolizando y tergiversando la información y los poderosos empresarios siguen acumulando cuantiosos capitales dejando a los trabajadores en la miseria. ¿Debemos esperar que Ortega se arrodille para besarle el anillo al Cardenal?
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