A propósito de la gesta de José Leonardo Chirino

La independencia afroamerindia

La mitad de la población venezolana tiene ascendiente africano. En el presente no podemos cuantificar ni con sueños el crudo arribo del pueblo afro a nuestras costas. Ni siquiera los propios descendientes. Las guerras devastan, destrozan, exterminan familias enteras, de eso no cabe la menor duda, pero la población afro que habita en nuestro continente, son descendientes de aquel 20% que sobrevivió el tránsito del océano, a la selección final que se hacía de los sobrevivientes en las costas de América, para dejar a los más resistentes. Sin lugar a dudas, podemos concluir que todos los descendientes afros son hijos de héroes, de la más horrorosa de las heroicidades, la que avergüenza, la jamás deseada.

   

El pueblo afro dio una pauta de independencia, no comprendida, mucho menos asumida por los héroes blancos, Bolívar entre estos. No me mal interpreten. Cualquiera creería que esto es un artículo con dosis de venganza, pero no, al contrario, soy estudioso de la vida de este varón, es más, tengo un proyecto que no encuentra asidero en el Ministerio de la Cultura, "Los Años de La Unión" sobre la guerra de independencia a punta de historietas-arte, donde el enfoque que le doy desde el principio es la búsqueda de la libertad INTEGRAL, objetivo esencial de los que lucharon entonces al lado de sus banderas, un perfil desde el cual es más comprensible la lucha que se dio en esos trágicos y cruciales días. Aún espero. No comprendo porqué ocurre esto con este proyecto, tratándose de la República Bolivariana de Venezuela. Pero prosigamos con el punto, el hecho es que la libertad es el espíritu, la esencia de autonomía, capacidad de elección y selección, cuidado si el gen más arcano del hombre, el que lo evolucionó del sapiens al faber, gen que lo acerca a la divinidad en las tantas disciplinas holísticas desde los inicios de los tiempos, a su comprensión del cosmos, de su entorno, su evolución personal, cuando el hombre llegaba a ser esclavo le caía el dictamen homérico: "vale la mitad de lo que es", solo le quedaba el instinto de conservación, porque su vida ya no le pertenecía. La esclavitud es entonces, el castigo más fundamental que otorgaban los pueblos vencedores a los vencidos, fuesen comunitarias o no las estructuras sociales en donde caía la víctima, simplemente, el modo de producción más tradicional para perpetuarse y defenderse de otras estructuras.

 

A partir del siglo XIX, sobretodo desde la revolución industrial, se propiciaron aboliciones en nuestro continente, las luchas se han ido enfocando más precisas, la dificultad de comprensión, se ha ido disolviendo y ese pasado de gesta independentista muestra un espejo más claro que no tuvieron sus historiadores inmediatos. Los postulados de libertad, igualdad y hermandad de la revolución francesa, las luchas de liberación de las islas caribeñas, son precursoras que solo vieron esperanza de resultados al sustituir la máquina al modo de producción esclavista. Pero era una falacia. Apenas comenzaba otra fase de la lucha, pues las nuevas máquinas tenían dueños. Y es en esta otra fase de estudio de la esclavitud, donde apenas se comienza a comprender el movimiento de liberación por el vértice de los que siguieron a los líderes de entonces: La libertad viene de la mano con la justicia. Voy a decir algo que a lo mejor traiga polémicas, pero la democracia desde su nacimiento venía con taras; tratándose de una sociedad esclavista como la griega, donde ni la mujer pasaba del gineceo cuando llegaban visitas, esto es, cocina y lavadero, qué dejará para opinar, vemos que el propósito, guardando las distancias, es bien cumplido en estructuras que aún mantienen ese patrón "demócrata".

 

Muammar Kadafi en su Libro Verde ratifica que mientras exista la democracia, existirá esclavitud, que los partidos son la cereza del postre de la ambición de cualquier doctrina, capitalista o socialista. Difícil su postura dentro del islamismo, al procurar darle un espacio a la mujer, donde correligionarios talibanes las ocultan dentro de burkas, a él que tiene su ejército pretoriano conformado de mujeres, una ofensa para no pocos musulmanes. La visión socialista es una concepción que derivó de la falsa democracia. Los postulados franceses no tienen cabida en ninguna sociedad que se perciba vanguardista, a menos que esa porción de igualdad llegue a sus últimos hermanos y el método marxista ha venido a ser un intento que bien que mal complementa los postulados enciclopedistas.             

 

Todo este paneo, es necesario para penetrar en la comprensión del hombre Bolívar que buscaba la libertad de su pueblo, pero tenía esclavos; Ribas creó con Campo Elías el batallón Barlovento sustituyendo al "Blancos de Barlovento", conformado de macheteros barloventeños muy fornidos, con certeza, el batallón más triunfante de la trágica 2ª República, capaces algunos de sus integrantes, de manejar dos armas blancas (machetes y bayonetas caladas) en sus degüellos fulminantes, vino a morir por la delación de su esclavo. El mismo Libertador por pura chiripa no es apuñaleado por su esclavo Pío en Jamaica, mientras otro le cubre el escape en el atentado de Casacoima, y un último regalo que hiciera a días de su partida dolorosa de este mundo, fue a su fiel servidor, el negro Palacio. Años atrás, en 1821 en el Congreso de Cúcuta, el grande hombre no pudo evitar la presión de los amos que le reclamaban el regreso de sus esclavos para poder engrasar nuevamente sus haciendas. Por supuesto, sus seguidores prefirieron seguirle en la guerra. Apenas logró que los hijos de los esclavos que nacieran en adelante fuesen ciudadanos.

 

Pero la historia de la liberación afroamericana y amerindia fue escrita por amanuenses que no les pertenecía. De allí, que ciertamente la historia la hacen los vencedores, y la que escribieron nuestros héroes no escapan de ese axioma. Los mismos revolucionarios franceses vieron en Miranda el hombre clave que podía trabajar por la liberación de las colonias españolas, siempre y cuando subyugara a los negros alzados en Santo Domingo, Santa Lucía y Martinica, condición indignante que no aceptó apenas se lo propusieron, y estamos hablando de los mismos que destronaron al rey impulsando la igualdad, libertad, etc. Y pues sí, en aquellos momentos difíciles del Caribe, fue la población de color la que encendió la mecha de la libertad para el resto del continente, qué paradójico, propugnando precisamente las leyes francesas, como nuestro querido José Leonardo Chirino, claro, la población de color deseaba la libertad integral, no un cambio de amo, que en Venezuela, no era ningún cambio, sino continuación del mismo drama, pues las haciendas las manejaban los criollos. Boves podrá haber sido un psicópata, pero su avasallador carisma se lo debió a que él sí comprendía lo que esencialmente buscaban los afros y amerindios que le seguían, lo que sucede es que la lucha patriota se enfocó en dos partes, la primera en quitarnos de encima el coloniaje español para poder crecer en otro clima de igualdades, una segunda parte que nunca llegó. Y no es que no lo tuviesen claro, porque desde un principio ya los hijos afros la fomentaban. Jean Baptiste Bideau, un constructor de barcos de Santa Lucía entró con Mariño en la toma de Güiria aquel 13 de enero de 1813, y fue él el primero en decretar una abolición de esclavitud en nuestro país apenas tocaron Irapa, es más, ese oficial de color iba decretando aboliciones tras cada conquista que lograba Mariño, historia no conocida por nuestros paisanos, el único oficial que se devolvió en Ocumare de La Costa tras el fallido desembarco, en donde Bolívar por poco se suicida, al notar que las naves ya habían levado anclas y lo abandonaron a merced del enemigo.
 

Es injusto, más, diría que ignorante, tomar a España como la madre patria, cuando las influencias de libertad –lo más importante que desea una madre para con su hijo-, no vinieron precisamente de España, cuando entre las tantas influencias, la de la música por ejemplo, ha arropado nuestras más castizas influencias musicales. No es extraño por lo tanto, que Evo Morales se encuentre con fustigadores originarios de la Pachamama (los del Alto precisamente) en no solo aprobar la constituyente, sino hasta en cambiarle la denominación de Bolivia a su nación, porque como originarios, su población no fue consultada a la hora de esa denominación, pues no es precisamente liberados como se han sentido desde entonces. Claro, condicionantes actuales, la comprensión hacia el cometido de Bolívar, no es tampoco una bagatela, se trata de partir con otra concepción de lo humano, la misma que llevó a otro hombre intentar el cultivo del Nuevo Hombre que desterrara para siempre la discriminación en todos los sentidos, más allá de teorías. Y murió en Bolivia, fue el médico blanco -solo de piel-, comandante Ernesto "Che" Guevara.

 



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Arnulfo Poyer Márquez


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