La apropiación de la renta comercial y petrolera del Estado, por parte de organizaciones paralelas han dado traste a los mecanismos de articulación y producción que le permite solventar los caminos de su desarrollo social y político. Y el capitalismo, constituye un solo espacio de financiación de la economía para asentar grupos financieros, quienes con un programa totalmente cerrado regularizarían el mundo financiero, ya sea globalizado o no.
El rentismo, acabo con la libertad comercial y dio paso a monopolios que quebrantaron las actividades civiles de cualquier ciudadano. Nos hemos acostumbrados a comprar productos baratos para luego ver al vecino y recargarlo en un buen porcentaje, luego al correr de los años, éstas mismas personas recurren al mismo Estado para que soporte sus cargas económicas, algo que no es posible, porque el mismo camino socialista nos da pie al estudio de los modos de producción y el fortalecimiento de la vida familiar.
Debemos ser claros en el campo económico. Venezuela exige una nueva arquitectura financiera, que no sea tan volátil y asegure los pasos a un financiamiento seguro con los países desarrollados. Pero, la operatividad cambiaria dual, no viene dando resultados óptimos, porque la especulación se encuentra presente y el ala militar se está sirviendo de este sistema, desde que se ideo la simbiosis cívico- militar. Por esto, no creo en una guerra económica en sí.
Es necesario, entregarse a los proyectos de trabajo, gracias a mi Dios, mis alumnos jamás fracasaron en su redacción y presentación en las áreas académicas, es que, todo exige un estudio pormenorizado de cada situación y, esto, da estabilidad a cada ejecución de sus respectivas fases.
Aquí, juega un importante papel, la sinceración de las Bolsas de Valores.
Las fundamentaciones socio productivas, deben darse con claridad y sin controversias. Los cambios deben darse en el tiempo y el área territorial, girar hacia una nueva estructura económica debe ser cierta y limitada por las normas que dictamine el ciudadano presidente de la república, acorde con la consejería de sus ministros y consejeros.
En una sola palabra, esto, ya planificado, lo podemos llamar revolución.
El pueblo, debe ser atendido en toda su perspectiva y actividad productiva, nadie debe quedarse sin trabajar, es necesario que seamos un verdadero aparato productor. Es la comunidad, el eje de crecimiento de toda estructura social y se debe hacer un gran esfuerzo en su ideologización. Fuerzas extrañas a nuestro sentir común han llevado a nuestros jóvenes hacia caminos equivocados de distorsión y destemplanzas.
Esto, nos llevaría a una continua confrontación política con grupos adversos. Pero, siempre tendremos un solo sentimiento de lucha en el país, su libertad y liberación económica. Es una conciencia abierta al país.
Pero, tenemos un gran problema. La banca, cancelándole las pensiones a los abuelos (as) en cantidades inferiores a treinta (30) mil bolívares y burlándose de sus niveles de sobrevivencia, más la asfixia de los Estados Unidos de Norteamérica determinan un ahogamiento de nuestro mundo económico, la burla a los pensionados es muy abusiva y, muchos somos útiles a la patria todavía.
Hay un aparato mediático en ejecución, lo llamamos Plan Balboa y Cóndor II, aupado por Colombia, Perú, Argentina, Brasil, Paraguay, Honduras y México. Es el momento de las nuevas tormentas, queremos vivir en una verdadera democracia. La Constituyente es el principio de las tormentas y el inicio del modelo cubano en Venezuela. Esto, lo llamamos, política de las alianzas.
Pero, hay otra realidad, los intereses de los países desarrollados sobre Venezuela por sus riquezas. Y, crear una sola guardia territorial y eliminar la GNB y PNB por sus desaciertos y violación continua de los Derechos Humanos y, el presidente Nicolás Maduro Moros, aferrarse a la ley y definir de una vez, su estratégica política y financiera.
Hay que forjar una nueva estructura económica y ejes económicos que se adecuen al fortalecimiento financiero y, no a grupos financieros, vinculados a núcleos bochornosos
