Sin plan entre conejos estoy en Margarita

Soy un hombre afortunado de buena suerte y, ¿qué les parece si les
cuento que esto no tiene nombre? Y, que gracias a Freddy Bernal, como
un hombre paridor de ideas y no de paz y consuelo, sino de su plan
conejo que me metió de lleno en su órbita: con un conejo se llega
lejos, se vive mejor y no se pasa hambre, por lo que tuve que tomar
las precauciones necesarias al meterme a conejero sin jaula de ilusión
sin saber en que lío me metía como me metí y, ahora no encuentro cómo
salirme, al poder tener conejos por demás que he tratado de
comunicarme con Amaranta y no he podido, a ver si me vende una
tierrita en San José de Guanipa, en que yo pueda meterle conejos por
el buche a los que no pueden meterse un huevo por lo caro que están y,
así matamos dos pájaros a la vez, como sería: tumbamos el huevo de esa
región y le metemos a la gente por los ojos carne de conejo.

Les recuerdo que en Margarita hubo un conejo que estuvo preso y se
adueñó de la cárcel de San Antonio con todos los lujos del mundo y los
mismos policías del penal eran sus guardaespaldas y, gozaba de todos
los beneficios que conejo alguno en el mundo ha llegado a tener, hasta
que lo asesinaron después de gozar a sus anchas y, no fue para
comérselo, porque ese no era comestible ni para los zamuros y,
acomodando esa historia que es bien sabida en cuanto Freddy soltó lo
del plan, me dije inquieto, con los conejos hay vida y por lo tanto
más futuro para los que pasamos hambre y con esa chamba me encomendé a
San Gregorio y le dije que sea lo que Freddy quiere y me metí como lo
estoy a criador de conejos caseros y como ese en un animal muy
prolífero, lo que sé ahora que antes no sabía, se me va a llenar la
casa de conejos y, ¿a qué precios venderlos me tiene más enredado que
Freddy con sus cabras? Que, una vaina en sí les digo, con cabras no
quiero nada, ese animal es muy bruta y loca y come de todo y hiede a
berrenchín y, mire usted que la brutalidad se pega y, más en nuestro
país que en vez de ir hacia adelante retrocedemos que en lo adelante
viviremos con 2 1/2 kgs de carne de conejo sin pensar todavía en
conejos al salmorejo como el gran negocio a futuro.

Pienso y así lo creo que si todos los que están en el gobierno
pensarán como Freddy Bernal, otro gallo cantaría en nuestra empalizada
socialista y no sería preciso, hacer uso de los clap ni en sueño, pero
como toda cabeza es un mundo, otros andan en otra vaina más peliaguda
de cómo nadar sin cansarse y agarrar los mangos bajitos sin darle
candela al coco que, lo me queda es explicarles como fue mi invención
conejera que como tragedia se me escapó cuando, la vecina tenía una
coneja vieja a quien ella apoda "Adelita", blanca como una nube de
algodón y mi compadre Pancho Asustado tiene un conejo barrigón que más
de las veces lo tiene fajado por flojo de ligerezas que a mi compadre
le dio por llamarlo "el revolucionario" y en cuanto nomás Freddy le
tiró al presidente Maduro su estrepitosa idea, esa misma noche a mi se
me ocurrió visitar a la vecina y pedirle que me prestara su coneja
Adelita por un mes que, tambien lo hice con mi compadre que se puso
más difícil y, pude convencerlo de tener el revolucionario por un mes,
a quienes encompinchados y sanos como estaban, los metí en una misma
jaula y, bendito el día que los conocí que han florecido de ilusiones
y de Adelita y el revolucionario se precipitaron mis tormentas al
encajar los dos en el mismo régimen con Adelita hinchada de poderes
que pronto parirá un batallón de forajidos cenejillos de carne para el
pueblo, aunque el revolucionario estire las patas que ése es otro
negocio que a Freddy se le escapó.

Lo que no dejo de decir que ahora vivo preocupado por unir a ese par
de animales en gobierno socialista donde lo que es bueno para el pavo,
parece que no es bueno para la pava, pero como nuestra vida es ahora
un constante decreto de tormento entre tormentos viviré, pero tendré
que comer por largo tiempo y gracias a Freddy Bernal que no es tan
policía como parecía y, más bien arrima a mi conejera más vida en
común entre Adelita y el revolucionario sin paranza y yo orgulloso de
ser criador en lo adelante de conejos margariteños y con miedo que las
chivas acaben con mi proyecto conejero y más sea la bulla que la
cabuya y, entonces sí, no escaparé Con el Mazo Dando de Diosdado como
envidioso.



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Esteban Rojas


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