Odebrecht, ha causado mucho malestar en Latinoamérica y ha impactado otros países del área caribeña. En Perú, Kuczynski estuvo a punto de ser destituido, pero logró salvarse negociando con un sector del fujimorismo el indulto a Alberto Fujimori; decisión que gatilló una grave crisis política aún no resuelta. Y en Ecuador, el vicepresidente Jorge Glas fue condenado (en primera instancia) a seis años de cárcel por sus vínculos con la firma brasileña. Temer, por su parte, logró sobrevivir a las denuncias de corrupción en su contra e impulsar una ambiciosa agenda de reformas estructurales que le ha permitido a Brasil, dejar atrás la recesión
Además de estos escándalos relacionados con Odebrecht, existen otros casos en la región: el cemento chino en Costa Rica, que está teniendo un fuerte impacto en la campaña electoral de cara a las elecciones de febrero del 2018; el que obligó a renunciar al vicepresidente uruguayo Raúl Sendic; y el enfrentamiento entre el presidente guatemalteco Jimmy Morales con la Cicig por un caso de corrupción que involucra a familiares directos del mandatario.
En Ecuador, por su parte, el conflicto entre el presidente Moreno y el expresidente Correa, agudizado por la convocatoria del primero a un referendo, en febrero del 2018, destinado a abolir la reforma prorreelección aprobada durante el tercer mandato de Correa –la que de aprobarse impediría la posibilidad de regreso de este último a la presidencia en el 2021– abre un interrogante acerca del futuro de la reelección en Ecuador.
Los estrategas financieros y políticos ven pocas señales de optimismo, ya que se hace necesario unificar las opiniones divididas y asumir una postura no clásica acerca de la reestructuración de los Estados Andinos, Argentina Brasil y Guyana para lograr que la moneda estadunidense, el dólar asuma su línea ante el desempeño del mercado y, en los próximos meses se unifiquen algunos valores hacia una paridad cambiaria única y emparejar los precios y hacerlos accesibles al mercado.
China y Rusia, buscan adentrarse junto al euro. Los inversores, no quieren acercarse a Caracas para contemplar el ritmo de ajuste, porque no confían en los economistas del presidente Maduro Moros, porque han enlodado los ingresos y egresos del país y una doble paridad macro, que solo han consolidado pequeñas empresas de maletín y corporaciones que giran en torno al palacio de Miraflores.
Algunos, obvian que nos encontramos en un momento de transición y, que se necesita unificar algunos criterios que encaminen de nuevo al país a ser productivo. La actual Asamblea Nacional Constituyente ha girado más en lo político que económico, es fomentar sanciones a una estructura invisible, cuando se debe reformar toda una estructura política.
Canadá y Estados Unidos, pujan para mejorar la economía en base al dólar y que los consumidores, gradualmente pronostiquen un promedio alentador cada seis o doce meses.
Ya no se necesitan ajustes de emergencia en la política monetaria en Australia y Nueva Zelanda, y ha habido un repunte en los mercados de trabajo y los precios de las materias primas, de modo que "los bancos centrales harán un giro hacia la salida" en ambos países, dice Maher del HSBC. "El telón de fondo macro es bastante claro para una situación de normalización". Pronostica que el dólar australiano alcanzará 0,84 contra el estadounidense a fines de 2018 y ve el dólar neozelandés en 0,75 dólares estadounidenses.
Todo esto, lo ignoran los planificadores venezolanos y españoles, sobretodo Alfredo Serrano Mancilla y Pablo Iglesias junto a Juan Carlos Monedero. Quienes, a su vez, reciben asesoramiento del gobierno de La Habana. China y Rusia se muestran cautelosos.
Pero la caída de los stocks estadounidenses, no preocupa. Se debe en gran parte al mantenimiento de las refinerías de sus colonias y un volumen de exportaciones al borde de un récord histórico. Por su parte, los pozos surtidores del país- USA- están produciendo a un ritmo récord. Ya no les importa Venezuela
Las existencias globales no se achicarán lo suficiente para alcanzar el nivel al que apunta la OPEP cuando se reúna el grupo en junio, aseguró el ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih.
La producción estadounidense superará los 9,99 millones de barriles por día en mayo, según la Administración de Información de Energía de EE.UU.
Así superaría la producción recortada de Arabia Saudita, que ascendía a 9,97 millones de barriles por día en noviembre.
"Ha sido un buen año", pero hay "cierta inquietud respecto a qué pasará el mes que viene", dijo John Kilduff, socio fundador de Again Capital LLC en Nueva York. "No hay tanto entusiasmo por el acuerdo entre la OPEP y otros países como había hace algunas semanas".
La economía del mayor exportador de energía del mundo, está frenada sin suficientes inversiones después de agotar el viejo modelo de crecimiento de Putin, basado en canalizar los ingresos de las ventas de petróleo y gas a la demanda interna y sostenerse gracias al auge del consumo que sobrevenía luego.
Después de casi dos decenios de crecimiento, interrumpidos por dos recesiones, el temor es que a Rusia le resulte cada vez más difícil salir de ese sopor.
Putin, que tiene previsto llevar a cabo su conferencia de prensa anual televisada en pocos días, ha anunciado que buscará un nuevo mandato de seis años en marzo. Esto lo encamina a ser el gobernante ruso con más tiempo en el cargo desde Josef Stalin superando a Leonid Brézhnev, cuyo periodo en el poder pasó a ser sinónimo de estancamiento económico.
Así, lo desea, nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, pero, el pueblo no esta ideologizado y desea todo regalado por parte del Estado, hasta las pensiones.
Después de un alza que sobrevino luego de casi dos años de contracción, la recuperación de Rusia trastabilló el trimestre pasado y los aumentos en la producción industrial se interrumpieron en octubre. El crecimiento de la inversión se redujo a la mitad en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores, en tanto Alfa-Bank estima que tres grandes proyectos estatales representaron el 90% de todo el gasto de capital este año. Uno de ellos, un puente que une Crimea a Rusia continental, podría estar terminado ya a comienzos del año próximo.
"La economía no tiene con qué crecer dado que faltan recursos, si no se hace algo, seguirá en ese mismo estado durante los próximos diez años", dijo Oleg Vyugin, banquero veterano y anteriormente vicepresidente primero del banco central.
La culpa puede atribuirse a muchos factores, como un ajuste de la política fiscal, un historial irregular en materia de reformas y las reducciones en la producción de petróleo implementadas hasta finales de 2018.
El banco central también está a la defensiva después de volverse tan tacaño con el estímulo monetario que Rusia terminó con las tasas de interés más altas de Europa pese a tener una inflación en un mínimo récord.
Así que nadie regala nada, menos perniles y juguetes, necesitamos es puestos de trabajo y, que nuestros jóvenes no sigan saliendo del país.