Aventis

Rusia y EEUU buscan organizarse en grandes mercados internacionales hasta Argenta

Los bloques económicos, empiezan a desintegrarse sí reflejan una tendencia neoliberal, porque vamos a la creación de grandes mercados continentales. Es el llamado, nacionalismo económico que será dominado por clanes a niveles corporativos y, sí un presidente se hace de este negocio en corto tiempo sería multimillonario. Es la gran historia de las bolsas CLAPS y como es un proyecto recién iniciado, no pudieron controlar la parte competitiva y de aduanas. El presidente Hugo Chávez Frías, cuando reventó la primera burbuja económica, seguida por la inmobiliaria trató de fijar criterios y esas argumentaciones duraron poco y las Aduanas en los muelles no colocaron las máquinas globalizantes norteamericanas, porque la línea progresista que se avecinaba estaba a la vista, influenciada por el líder Fidel Alejandro Castro Ruz, que siempre tuvo razón en sus procedimientos jurídicos, pero en la práctica, había y existe otra realidad. Hasta Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela y líder de la Internacional Socialista cayó enmantillado y dormido bajo el encanto de los hermanos Castro que, ejercían su influencia desde Cuba.

Evo Morales, como sindicalista, es un leguleyo, puras palabras y, firmó algunos convenios con los Estados Unidos de Norteamérica, por esto, Bolivia sobrevive y refleja índices financieros óptimos y utiliza helicópteros y personal venezolano en sus filas castrense, al igual que Nicaragua. Pero, China reprogramó la Ruta de La Seda hasta Santa Cruz, donde esta el campo industrial boliviano, cuyas empresas están gerenciadas por personal preparado por los rangers y civil, adscritas a multinacionales norteñas.

El verdadero nacionalismo económico, sólo puede ejecutarse en grandes naciones, con grandes mercados y Venezuela apenas ocupa un diez, 10%, por ciento de ese ranking y no puede sostener su economía por la gran red de bachaqueros que la sustenta y, cuando hay repartimiento de alimentos interno, son los propios muchachos de la GNP quienes le informa, la manera de hacer las colas, numeración, entre o en este último caso, las bombas de gasolina abiertas. Sencillamente no son preparados en estrategias militares y seguridad interna del país, sin respetar las normativas legales castrenses y peor aún, residen en la misma localidad y, por ende, mantienen amistad con personas que llevan un existir fuera del camino correcto.

Los grandes mercados requieren normativas y aranceles, que funcionan como protección contra los competidores. También de una diferente estrategia interna, consistente en un incremento de la demanda interna. La victoria de Trump en EEUU demuestra que una política así sólo será posible si hay una dura lucha política interna.

Y, esta idea es tomada por Vladimir Putin, el hombre más codiciado internacionalmente por su aptitud y conducta para gobernar y, por esto, desea fusionarse en ciertos renglones económicos con Trump para confrontar y enfrentar al gobierno chino.

Hay una batalla en curso entre las bolsas china y estadounidense. En Europa hay una burbuja financiera. El crédito barato, como la tasa del 0% del BCE, infla estas burbujas. También hay una burbuja industrial en China, creada después de que el país atrajese al capital especulador internacional con la emisión de bonos. Rusia tiene un sistema parecido. La caída de mercados de materias primas es inminente, al igual que la depreciación del dinero, en particular del euro. El debate sobre una nueva política económica ganará actualidad. La victoria de Donald Trump demuestra que ese debate es posible. Todos los demás están buscando soluciones externas a sus problemas e ignoran sus cuestiones internas, las causas de la crisis. La política de la UE es una expansión de su capital hacia el Este; la política de Rusia es mantener altos los precios de las materias primas y un alto nivel de exportación de las mismas a China; la política de China es encontrar inversiones extranjeras para mantener su burbuja industrial. Estas estrategias no ofrecen ninguna salida a la crisis. Ignoran a los consumidores, a la gente. Lo único que ofrecen son nuevos créditos, y eso no es ninguna solución.

El presidente ruso, Vladímir Putin, realizó su discurso sobre el estado de la nación un día después del II Foro Internacional Primakov, celebrado en Moscú. Son dos noticias conectadas. Como ministro de Exteriores (1996-1998), Yevgueni Primakov impulsó toda una nueva política exterior –basada en la multipolaridad y que tenía también como objetivo que Rusia recuperase su estatus internacional– que Putin volvió a defender en el Kremlin ante la Asamblea Federal de Rusia, el parlamento del país formado por la Duma Estatal (cámara baja) y el Consejo de la Federación Rusa (cámara alta).

"La política oriental activa de Rusia no está motivada por algún tipo de consideración a corto plazo actual, tampoco por un enfriamiento de las relaciones con Estados Unidos o la Unión Europea, sino por intereses nacionales a largo plazo y tendencias del desarrollo global", afirmó el presidente ruso a la hora de hablar de las relaciones con la India y China. Según Putin, precisamente estas últimas "son un ejemplo de un mundo basado no en la idea de dominación de un país, sin importar su fuerza, sino armónico, teniendo en cuenta los intereses de todos los países", y señaló que esta cooperación económica continuaría y aumentaría en el futuro.

Cuanto más avanzo en mis investigaciones, más convencido estoy de la validez de la no-violencia para detener estos engranajes de destrucción. Es la no-violencia lo que derribó a Mubarak, en un Egipto que había ganado su independencia mediante la no-violencia del levantamiento de 1919. Las dictaduras modernas hacen lo posible por liquidar los movimientos de oposición no violentos.

Putin también volvió a manifestar la voluntad de cooperación del Kremlin con la nueva administración de Donald Trump en EEUU, especialmente en el ámbito de la lucha antiterrorista. "Tenemos una responsabilidad común para garantizar la seguridad y estabilidad internacionales", aseguró. En cuanto a las sanciones impuestas por Washington y Bruselas, buscó restar importancia a su impacto y destacó que "en contraste con algunos socios occidentales que ven un rival en Rusia, nosotros no buscamos enemigos y nunca los hemos buscado". No obstante, añadió, "no toleraremos que nuestros intereses sean negligidos o infringidos".

En este sentido, Putin mencionó algunos de los problemas que Rusia, dijo, tiene que resolver "en condiciones difíciles y poco usuales, como ha ocurrido a menudo en nuestra historia. Pero el pueblo ruso ha demostrado de nuevo de manera convincente que es capaz de responder a los desafíos, de defender y proteger los intereses nacionales, la soberanía y el curso independiente de nuestro país".

El foco de los medios de comunicación en la proyección internacional de Rusia acostumbra a dejar en un segundo plano la situación en el propio país, que ocupó buena parte del discurso de Putin. En términos generales, el presidente ruso quiso destacar, como ha hecho en años anteriores, que el país ha conseguido encajar el golpe de la crisis económica mundial, primero, y del clima económico resultante de las sanciones a partir de 2014, después.

El PIB de Rusia se ha reducido un 3,7% y aumentado en un 1.5% desde 2014, ya vamos para el 2019. Según el presidente ruso, "los principales motivos para la desaceleración económica son domésticos". Y los enumeró como sigue: "Una falta de inversiones, de tecnologías modernas y de profesionales, un desarrollo insuficiente de la competitividad y un clima empresarial defectuoso". En este sentido, era imposible no mencionar el caso del exministro de Desarrollo Económico, Alexéi Ulikáev, detenido un 15 de noviembre acusado de corrupción. "Quiero recordarles que la lucha anticorrupción no es un espectáculo", sentenció Putin.

Rusia, aseguró, tendría que mantener un presupuesto estable y cada vez más independiente de los ingresos procedentes de la exportación de hidrocarburos, y puso como ejemplo las exportaciones agrícolas, que vienen totalizando unos 16.900 a 19.500 millones de dólares y superado la venta de armamento. Sumándose a otros dirigentes internacionales, Putin dijo que el gobierno ruso también ha observado un crecimiento de las políticas proteccionistas en el mundo, y anunció un plan de acción hasta el 2025 para recuperar el crecimiento económico y un estudio para reformar el sistema impositivo, que podría entrar en vigor a partir de 2019.

"Hemos proporcionado estabilidad macroeconómica, que es muy importante, y hemos mantenido nuestras reservas financieras", dijo Putin, que las cifró en 389,4 mil millones de dólares (en enero eran 368,39 a 4.268.45 mil millones). Estas reservas, procedentes sobre todo de la exportación de hidrocarburos, han servido hasta ahora para capear la crisis. Con todo, la necesidad de reformas no pasa inadvertida en Moscú y supone todo un reto para una administración que ha basado su legitimidad en la estabilidad política y económica. En el capítulo de la inflación, uno de los más sensibles para los ciudadanos rusos, se espera una reducción por debajo del 6% (en 2015 era del 12,9%). Aunque algunos recientes cambios políticos y económicos en la arena internacional parecen jugar a favor del Kremlin, Putin alertó contra "años de crecimiento cero si no solucionamos los problemas básicos de la economía rusa". "De lo contrario, tendremos que recortar y posponer continuamente nuestro desarrollo, y no podemos permitírnoslo", añadió.

Cada encuentro de nuestros jefes de Estado es un acontecimiento a escala global", afirmó hace unos días el embajador ruso en Pekín, Andréi Denisov, a la agencia TASS. No es para menos. Rusia es el país geográficamente más grande del mundo y posee algunas de las mayores reservas de recursos naturales que existen. China es el país con mayor población del planeta y, dependiendo de quien haga los cálculos, la primera economía mundial. Ambas son potencias regionales que determinan también en buena medida los asuntos internacionales, tienen derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU y son clave en el impulso de nuevas organizaciones multilaterales.

El Kremlin espera que las visitas del presidente ruso, Vladímir Putin, a la capital china y el dialogo permanente entre Cancillerías, sirva para reforzar las relaciones entre ambos países, que desde hace unos años han visto un aumento de la cooperación como no se veía en décadas. Denisov avanzó al comienzo de esta semana que el gobierno ruso espera firmar una treintena de proyectos, los detales de los cuales prácticamente se han estado ultimando hasta el último día. "No es ningún secreto que el acuerdo final de determinados proyectos en ocasiones se consigue, literalmente, en los últimos días, incluso en el último día o las horas anteriores a la firma", dijo el embajador ruso.

Algunos de estos acuerdos, empero, trascendieron días antes. Los medios rusos informaban que se prevé, entre otros, dar luz verde a la construcción de un tren de alta velocidad entre Moscú y Kazán, por el cual China concederá a Rusia un crédito de 400 mil millones de rublos, y la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) en el Ártico que convertiría al gigante asiático en el mayor consumidor de gas natural ruso con 68 mil millones de metros cúbicos anuales. Rusia también ha dado su visto bueno a participar en el ambicioso proyecto político-económico chino de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda.

A pesar de que también se firmarán acuerdos de cooperación aeroespacial o agrícola –como el suministro de trigo y legumbres a China– ha sido el campo de la energía el que ha obtenido una mayor repercusión. El año pasado Putin y el presidente chino, Xi Jinping, firmaron un acuerdo –bautizado por los medios de comunicación como "el acuerdo del siglo", por el cual Rusia suministrará durante los próximos años gas natural por valor de unos 400 mil millones de dólares.

En una oportunidad, Reuters informaba de que Rusia había superado por tercer mes consecutivo a Arabia Saudí como principal proveedor de petróleo a China. El mayor consumidor del mundo importó de su vecino 5.245 millones de toneladas de petróleo, o unos 1,24 millones de barriles por día (bpd), superando la cifra récord del mes de mayo de 1,17 millones bpd. La agencia de noticias UPI añadí que otro de los objetivos de esta visita es que China entre como accionista de la petrolera Rosneft, que el gobierno ruso quiere privatizar parcialmente como parte de su plan de choque anticrisis.

Los índices que indico acá es por pro rateo en ciclos de cinco a diez años, así trabaja la economía mundial, el presidente Chávez tuvo esta visión, pero Nicolás Maduro Moros paralizó todos estos planes de inversión y desaceleró la economía, un plan económico que solo favoreció a pequeños clanes de nuestra economía local que se desarrollo junto al bachaquerismo y en parte, montaron su guarida en Colombia y, ahora hablan mal de Duque, porque les viene bloqueando dichas inversiones, gracias a la sagacidad de Álvaro Uribe Vélez. Además, en Colombia hay diez bases militares Estadounidenses, más la que esta en la triangulación de fronteras en plena Amazonia y Guyana, simplemente estaos rodeados por fuerzas militares contrarias y nuestros militares vendiendo verduras y cuidando negocios internos, una política para quebrar la moral de nuestras FANB.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1238 veces.



Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

Visite el perfil de Emiro Vera Suárez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: