EEUU, una nueva visión de dominación económica

Donald Trump, en la anterior reunión del Grupo G- 20 en Osaka, acepto el nuevo criterio tripolar y desea compartir con Rusia y China, la nueva colonización del mundo en su contexto geopolítico y territorial, pero, como estamos en una realidad globalizada se debe establecer nuevos aranceles e impuestos para evitar las regalías que tanto le cuesta al imperio. Nadie debe librarse de este compromiso y, en un plan más estratégico, los países deben integrarse a la polinización, supervivencia de los ecosistemas, reproducción de una diversidad de cultivos y plantas silvestres.

No olvidemos que los sueños son posibles y que, tal vez, soñar sea la acción más sublime para llevar a efecto una realidad, la de transformar nuestra interacción con la naturaleza. Desde luego, hacen falta mejores prácticas agrícolas y agroecológicas junto a una gestión integrada intersectorial. De igual modo, hemos de proteger con mayor eficacia y gestionar más eficientemente aquellas áreas clave de biodiversidad marina, reduciendo por ende la contaminación, con una gobernanza más inclusiva en cuanto a los recursos hídricos, así como el acrecentar los espacios verdes en áreas urbanas. 

 La guerra comercial de la que tanto se está hablando consiste en la adopción, por parte de uno o varios países, de tarifas o barreras al comercio con otros. Los economistas por regla general opinan que este tipo de guerra es muy poco productiva, con una gran influencia negativa sobre el bienestar social y económico de las naciones implicadas; sin embargo, los politólogos consideran la amenaza que supone una guerra comercial como una importante ayuda a la hora de obtener concesiones de otros tipos.

Desde el año pasado, Estados Unidos y China están enzarzados en una virulenta guerra comercial, que indirectamente afecta a todo el comercio internacional. Es un conflicto comercial iniciado luego de que el presidente Donald Trump firmó un memorando el 22 de marzo de 2018 bajo el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, ordenando que se apliquen aranceles de 50 mil millones de dólares a los productos chinos, argumentando un historial de prácticas desleales de comercio a lo largo de los años, incluyendo el robo de propiedad intelectual

El 2 de abril, el Ministerio de Comercio de China no se quedó atrás y también impuso aranceles a 128 productos estadounidenses. “China, su relación con Estados Unidos quizá sea polémica, pero se ha dedicado a promover su presencia en todo el mundo con el objetivo de conquistar una posición de dominio, justo cuando EE.UU. se cierra cada vez más. Ha financiado proyectos importantes de infraestructura en Asia y en África. La versión china, llamada Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda, es más audaz y requiere más recursos e involucra más riesgos. Además de que intenta ganar nuevos aliados y desarrollar nuevos mercados, los proyectos con financiamiento chino están modificando los vínculos financieros y geopolíticos. El problema es que los costos, tanto para quienes reciben la ayuda como para la misma China, pueden ser elevados. Asimismo, con frecuencia se acusa a Pekín de aprovechar sus inversiones en infraestructura para engatusar a algunos socios, atraparlos en una red de deudas, y después quitarles sus activos.

Trump constata la fractura del caduco orden de la OTAN, no se diga del desplome de la fracasada supremacía 'globalista' —a tal grado de desairar de nueva cuenta a la canciller alemana Merkel durante la conmemoración del 'Día D' a la usanza estadunidense—, mientras Xi Jinping visitaba Moscú—para reunirse por enésima vez con Vladímir Putin y así celebrar el aniversario 70 de la relación bilateral de Rusia y China—, y asistía a la Cumbre Económica Internacional de San Petersburgo, la ciudad natal del presidente ruso.

Hay que estar claros, nos encontramos en una Guerra de Cuarta Generación, donde la tecnología es fundamental y las jerarquías de los imperios deben imponerse para restablecer algunas competencias bursátiles y su diversificación hacia novedosos linderos comerciales. Tanto Wang Oishan, vicepresidente y Xi Jinping aceleran los mecanismos financieros para llegar hasta Bolivia, a la vez, acelerar el paso a través del estrecho de Bering con Moscú para evadir la ruta atlántica y del Pacifico.

En estos conflictos comerciales siempre habrá consecuencias colaterales. En este caso, el gigante tecnológico de las telecomunicaciones Huawei quedó en medio de la controversia. Sobre este tema hay que verlo desde dos contextos: los teléfonos inteligentes de Huawei y la tecnología 5G; en este campo es el más avanzado a nivel global. Algunos países están en contra de la instalación de la red tecnológica 5G por seguridad nacional o por espionaje. De acuerdo con una investigación del Gobierno australiano, quien advierte a otros países acerca del peligro que oculta la tecnología 5G que estaba desarrollando la compañía china. En febrero de 2018, el primer ministro de Australia voló a Washington para advertir a su aliado de que la participación de Huawei en la tecnología 5G presentaba riesgos significativos para la seguridad de los países que la estaban implantando, ya que podía usarse para labores de espionaje y sabotaje.

El gran problema de Huawei es que refleja algunas debilidades en la gestión de hackers, pero su sistema corporativo de aplicaciones es avanzado y solo los antivirus rusos lo pueden detener.

Rusia, presta atención, luego de su grave error de entregar el territorio de Canadá y Alaska a los expansionistas de la época post- colonia, quebrantando su influencia hacia nuevos territorios.

Siempre el Gobierno estadounidense ha sospechado que la empresa Huawei pasa informaciones secretas y sensibles al Gobierno de su país, con el soplo australiano, EE.UU. enfila sus baterías contra la empresa. Pero la situación de Huawei todavía no termina, sigue la telefonía móvil. Huawei se enfrenta a una ofensiva cada vez mayor de los países occidentales, liderados por EE.UU., ante los posibles riesgos por el uso de algunos productos en las redes móviles 5G. Fue incluido en una lista negra comercial que le impide comprar piezas y componentes de los proveedores norteamericanos sin la aprobación del Gobierno de EE.UU. Google restringió el uso de Android, su sistema operativo, Microsoft también le cierra las puertas, dice Huawei que está desarrollando su propio sistema operativo. La situación es muy complicada, y afectará a los usuarios en Europa y en América Latina. En términos globales, es el segundo mayor vendedor de smartphones, detrás de Samsung, pero antes de Apple. En nuestro país hay un 28% de usuarios. Me parece que la telefonía móvil de nuestro entorno (ICE, Movistar, Movilnet, Digitel y Claro) es Huawei. En la nueva tecnología 5G también tenemos Ericsson y Nokia, bueno, esta inesperada guerra fría comercial entre EE.UU. y China, es un problema muy complejo



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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