Reconversión monetaria y desbolivarización de la moneda

Una vez más el gobierno venezolano anuncia una tercera reconversión monetaria, quitará seis ceros al Bolívar Soberano (B.S.) que se transformará en el Bolívar Digital, entrará en vigencia el 01 de octubre del presente año. Todo importe monetario y todo aquello expresado en moneda nacional se dividirá entre un millón (1.000.000), según el Banco Central de Venezuela. Sin embargo, el B.S. ha desaparecido casi en su totalidad debido a la hiperinflación y a la devaluación. Actualmente un dólar equivale a más de Bs. 4MM, moneda ésta que vino a sustituir el Bolívar en la economía del país lentamente desde el año 2008, cuando se hizo la primera eliminación de tres ceros a la moneda venezolana, y desde allí hasta la presente 14 ceros en 13 años. Según el BCV la inflación acumulada en el año 2020 en Venezuela fue de 2.958,8%, y según el Observatorio Venezolano de Finanzas, a junio de 2021 la inflación mensual se ubicó en 6,4%, la interanual en 2.615,5% y la acumulada en 333%. Estamos en un proceso de hiperinflación de 4 años insostenibles, en vista de que el dinero pierde su valor de una manera muy rápida, las personas compran lo necesario; es decir, la cantidad suficiente para vivir con lo indispensable para el sustento familiar. Sin embargo, según el profesor Luis Salas (quien duró un mes como ministro de Economía de Maduro, año 2016), asegura que "la inflación no es producto del gasto público del gobierno y de imprimir dinero sin respaldo, sino es una consecuencia de la especulación y de la codicia de algunos monopolios del sector privado. La clase empresarial es una clase vividora y malcriada que a lo largo del tiempo se convirtió en un tumor económico que vive y subsiste de la renta petrolera y la expoliación del salario de los trabajadores a través de la especulación. Además, el fin de la guerra económica emprendida por la burguesía parásita es la consolidación de las condiciones sociales de reproducción y explotación de los grupos concentrados transnacionalizados, mafiosos y especulativos de la sociedad". A esto se suma los factores externos como el bloqueo impuesto por EE.UU.

El bloqueo económico y las sanciones contra el pueblo venezolano han herido profundamente su economía, las cuales venían sobresaliendo de varias crisis desde la era de Chávez, tras el intento de golpe del 2002 y el paro petrolero, recuperándose en el 2004 con un PIB que creció en un año el 18%. Con Chávez la inflación bajó al 25% anual como media, pero los ataques especulativos contra la moneda por causas externas dieron origen a la hiperinflación más alta que país alguno haya tenido, por lo que a decir de expertos como Salas y Pascualina Curcio, el fenómeno inflacionario que se vive en Venezuela es inducido por estos elementos externos y los internos a causa de la burguesía empresarial. Ciertamente el gobierno ha conseguido bajar la inflación pero a un costo muy elevado. Hoy día tenemos una economía paralizada con vísperas de recuperación desde el año 2016 como promesa de Maduro, pero con una desigualdad muy grande que afecta cada vez más a la clase trabajadora. Lo que ha compensado algo la contracción de la masa monetaria ha sido la incursión de la divisa norteamericana, que se venía solapando desde Chávez con los dólares preferenciales para viajeros y cupos comerciales, ahora es esta la que moviliza la economía del país que ha sustituido el Bolívar. En este sentido, más que una reconversión monetaria estamos en presencia de una desbolivarización de nuestra economía, con un ajuste cada vez más duro que se aplica dos veces, diariamente, desde Miami junto a los cucuteños para el país, que hace que los empresarios adulteren / alteren los precios de los bienes y servicios dos veces al día. Si hoy Bs. 4MM equivale a Un dólar y al otro día es Bs. 1.000.000 más, están multiplicando la escala del valor del bolívar por un acuerdo con premeditación y alevosía impuesto. A estos efectos, el valor de la mercancía no cambia, sino que éstas se expresan ahora en una escala de medición de dinero multiplicada por ese valor impuesto, además, este valor en función de las horas hombre de trabajo del proceso de producción social no varió. A pesar de este ataque a la moneda, solo empresarios como Lorenzo Mendoza, que gozó de los beneficios del "régimen", han manejado dólares; así como los que tienen conexión con los que laceran nuestra economía, los nuevos boliburgueses, el gobierno y los cercanos a este, los que proceden de la corrupción, y los procedentes por envío de remesas de migrantes; pero hay un sector de la población que no tiene acceso a los verdes y es el pueblo humilde, los trabajadores públicos que gozan de un salario mínimo, que no cobran en dólares.

Ante esta situación la reconversión monetaria no va a resolver a fondo el problema inflacionario, aseveración ésta que hago por el fracaso de las tres que se han suscitado, que solo han servido para facilitar los procesos contables administrativos, más no para el objetivo principal, ya que cuando el imperio ataca nuestra moneda lo que realmente está haciendo es imponernos una nueva escala de medición, de expresión monetaria del dinero, de economía dolarizada y transculturización de nuestro origen moneda, de esta forma sí estamos perdiendo la patria, y esto es lo que está logrando el tío Sam. En virtud de que ya la reconversión es un hecho, aún se pueden aplicar algunas políticas urgentes para ayudar a la recuperación económica bajo la figura de un Estado Socialista, lo cual será un poco comprometedora para el gobierno por los pactos con la oposición y el sector empresarial, de ahí la Ley de Zonas Económicas Especiales. La primera acción por parte del imperio es levantar el bloqueo (escenario verdaderamente difícil); mientras que el gobierno debe iniciar un proceso de recuperación inminente empezando por el sector petrolero y energético; desmantelando el Estado burgués para establecer el Estado Comunal; estatizar a las empresas extranjeras, especialmente las del imperio; impedir la aprobación de la LOZEE; consolidar las condiciones sociales para la defensa de los derechos colectivos; dar fin a la guerra económica emprendida por la burguesía empresarial y la financiera por parte de la banca privada; aplicar de manera contundente los controles de los precios con medidas sancionatorias para el sector empresarial; reforzar los controles de las importaciones; incentivar y crear el mercado interno de desarrollo endógeno sustentable; erradicar la mafia de la fuga del papel moneda para la frontera y establecer mecanismos de control de las páginas criminales de DólarMonitor, una de ellas sacando el dólar de nuestra economía nacional, de las transacciones financieras como lo hizo Rusia. Ante la guerra económica defendamos el Bolívar de la Patria, a los fines de rescatar nuestra soberanía, nuestro símbolo monetario, e ir hacia un socialismo ético y productivo. Unámonos para la defensa del Bolívar, más que por el nombre del libertador por su verbo que nos identifica.



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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