El marxismo es, esencialmente, la explicación de la historia del desarrollo de las sociedades a través de las relaciones y los conflictos entre los grupos sociales. Si el marxismo del siglo XIX se basó en el estudio del grupo fundamental, los trabajadores/trabajadoras, o sea, la clase social que tiene sus raíces en el proceso de producción, el marxismo del siglo XX se vió obligado a captar la importancia de grupos fundamentales que no son clases, que no tienen raíces en el proceso de producción, pero que no dejan de jugar por ello, un papel importante en el desarrollo de nuestras sociedades y, en particular, en la llamada sociedad de transición entre el capitalismo y el socialismo. Entre esos grupos, la burocracia ocupa sin duda, el lugar principal, el estudio de su desenvolvimiento de la sociedad en transición, para el Socialismo del siglo XXI, es clave para entender muchos de los fenómenos que en ella ocurren y que pudieran desembocar en su desmoronamiento.
Dentro de la actual conformación ministerial del Gobierno Revolucionario, no existe mejor ejemplo, que el del Ministerio de Educación Universitaria, obsérvese, no coloco Poder Popular, acotación que sostengo desde el ministerio de Acuña hasta éste de Ramírez. El camarada Edgardo Ramírez, entra a la gestión con muchos bríos, mucho discurso revolucionario, generando muchas expectativas favorables. La misión que le encomienda el Camarada Presidente, Hugo Chávez, es colocar este nivel de nuestra educación en sintonía con el Plan Nacional Simón Bolívar, valga decir, llevar el Socialismo a nuestras universidades, institutos y colegios universitarios.
“¿Cómo es el concepto del gobierno universitario en la transición al socialismo? ER: Como debe ser el socialismo; participación. Socialismo es… discusiones colectivas, toma de decisiones colectivas. Por ejemplo, los presupuestos universitarios no pueden ser un asunto (exclusivo) de las autoridades universitarias, allí tienen que participar los obreros, los empleados, los estudiantes, los egresados…” (Entrevista, Aporrea, 09-04-2010), esta orientación expresada en esa entrevista exclusiva para Aporrea, pronto se convertiría en sal y agua, las discusiones colectivas se tornaron mediáticas, solo en los diarios y la tv, se veía al ministro Ramírez; los sindicatos comenzaron a reclamarle su falta de motivación para el diálogo, pronto éste se limitó a los sindicatos complacientes, aquellos que le siguieran “la línea”, los mal llamados oficialistas.
Aquellos sindicatos que siguieran solo la línea que les trazaran sus afiliados/afiliadas, valga decir, los trabajadores/trabajadoras, comenzaron a ser mal vistos en los lados del ministerio universitario. Lejos de obtener aliados/aliadas, el ministro universitario comenzó a chocar con el sector más proclive a acompañarlo en su batalla por la decencia del manejo presupuestario de las universidades. Comenzó a restringir los sueldos y demás beneficios contractuales del personal universitario; con ello, obtenía como recompensa el desprecio total de los universitarios/universitarias. Así, se encontraba a solas en su batalla contra la oligarquía profesoral de derecha, adueñada de las instituciones universitarias que les pertenecen al pueblo venezolano. Lejos de unir, dividía. En una batalla desigual, en que la “burguesía” universitaria cuenta con mucho poder de fuego en sus manos, ya que en estos 11 años de Revolución Bolivariana, a excepción de Samuel Moncada, no ha habido ministro que se les haya enfrentado de tú a tú, ya sabemos a dónde fue a parar Moncada y el frío que debe estar pasando por aquellos lados del Reino Unido.
Pues bien, la torpeza ministerial en estos meses, si algo ha logrado, es el fortalecimiento de la oligarquía profesoral, quien se ha atrincherado en las universidades con más fuerza. Mientras, las comunidades universitarias (empleados/empleadas, obreros/obreras, profesores/profesoras y estudiantes) no quieren saber nada del burócrata del ministro; por su incompetencia para garantizar su obligación elemental de pagar a tiempo sueldos y salarios lo ha convertido en el enemigo número uno de dichas comunidades y sus familiares. No fue una gracia lo que hizo con las vacaciones de julio-agosto pasado, al inicio de la cual, no pudo cancelar el bono vacacional como ordena la Ley, sino que dividió su cancelación en dos partes, una al inicio y la otra al término de las vacaciones, hecho que le ganó el desprecio generalizado de los universitarios/universitarias, llámense revolucionarios u opositores. Con ello, lograba también el repudio hacia el Gobierno Revolucionario y su accionar hacia las instituciones universitarias, caracterizada en los años precedentes por la comprensión y la satisfacción de la enorme deuda dejada por los malos gobiernos de AD y Copei.
Al momento presente, terminada la batalla del 26S, la relación de fuerzas se ha alterado en beneficio de las oligarquías profesorales universitarias; los trabajadores/trabajadoras universitarias no les ha quedado otra alternativa sino declarar el conflicto contra el Gobierno Revolucionario, en defensa de sus condiciones de sobrevivencia. Cerca de un 60% del personal administrativo y obrero, recibía sueldos por debajo del salario mínimo nacional; una masa laboral a la cual no se le ajustó los sueldos en el 2009, año marcado por la especulación de precios y afectación de la economía por parte de la burguesía y sus políticos/políticas apátridas; acumulación de deudas por incumplimiento de la Normativa Laboral firmada en octubre de 2008 y homologada en abril de 2009; además del drama, que viven nuestras jubiladas/jubilados universitarios, muchos enfermos/enfermas, que siguen a la espera del cumplimiento de la palabra presidencial de saldar la deuda social de los pasivos laborales, deuda que, mientras más se prolonga, más se incrementa en detrimento del patrimonio nacional.
Una de las características más dañinas de la burocracia, es que miente; teme decir la verdad, para resguardar sus puestos. Esto lo decimos, porque el Camarada Presidente, Hugo Chávez, ante los reclamos de las trabajadoras/trabajadores universitarios, oyendo su clamor, accedió a dar respuesta a sus solicitudes, en particular lo referente a las deudas, recordándole al ministro burocratizado y rezongón, en Cadena Nacional, que “es una responsabilidad nuestra…”, cancelarlas, más claro, no canta un gallo. Es así que después de anunciarle al país, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, la aprobación de 729 millones de bolívares por parte del Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, el Camarada Presidente dijera que, “esto es para honrar la deuda total, con los ciento catorce mil cincuenta y seis trabajadores universitarios, estos son: docentes, empleados administrativos y obreros de veinte y tres universidades, veinte y cinco institutos y cuatro colegios universitarios, son deudas que estamos ahora cancelando…” y en Cadena Nacional, evidenciando con ello, el desconocimiento de lo que estaba aprobando. Ya que era totalmente incierto que se estaba honrando la deuda total que se tiene con el sector universitario, ¿dónde quedaban los pasivos laborales, deuda gigantesca?, ¿dónde quedaba la deuda producida por la mala aplicación de la fórmula de cálculo del Bono Vacacional y de Aguinaldos, que se desprende de un Dictamen emanado del MINPPTRASS, de obligatorio cumplimiento, la llamada “fórmula Opsu”?, ¿dónde quedaba la deuda social del ajuste salarial a los menguados sueldos de los trabajadores/trabajadoras universitarias, no se ajustan desde 2008?, obsérvese que no estamos hablando de cuatro lochas, sino de importantes recursos a los cuales no han podido acceder sus beneficiarios directos: los trabajadores/trabajadoras universitarias. Poner a decir al Camarada Presidente, Hugo Chávez, tamaña mentira, es un hecho que no tiene perdón.
He allí la causa, por la cual, los trabajadores/trabajadoras universitarias lejos de bajar la guardia han incrementado su protesta por el mejoramiento de sus condiciones de subsistencia material, lo que en el fondo no es otra cosa que luchar por el Socialismo, aunque no tengan conciencia de ello. De la vanguardia revolucionaria dependerá, en última instancia, hacer consciente a este sector de la clase trabajadora del papel que juegan en esta batalla por la construcción de la Patria Nueva, la Patria Socialista. Para ello, es fundamental trascender el ámbito economicista y enlazarlo con la política revolucionaria de Transformación Universitaria, saludable es la iniciativa de los Sindicatos SUTRAUCV y SINATRAUCV, de convocar a los trabajadores/trabajadoras universitarias a un “Taller Laboral sobre Aportes de los Trabajadores a la Ley de Educación Universitaria”, a realizarse en la Sala “E” de la UCV, a partir de las 10:00 a.m., el venidero lunes 18-10-10.
El Camarada Ernesto “Che” Guevara, analizó en su tesis “Contra el burocratismo”, los males que pueden causar los burócratas a una Revolución como la nuestra en plena fase de construcción, señalándonos que: “Si conocemos las causas y los efectos del burocratismo, podemos analizar exactamente las posibilidades de corregir el mal. De todas las causas fundamentales, podemos considerar a la organización como nuestro problema central y encararla con todo el rigor necesario. Para ello debemos modificar nuestro estilo de trabajo; jerarquizar los problemas adjudicando a cada organismo y cada nivel de decisión su tarea; establecer las relaciones concretas entre cada uno de ellos y los demás, desde el centro de decisión económica hasta la última unidad administrativa y las relaciones entre sus distintos componentes, horizontalmente, hasta formar el conjunto de las relaciones de la economía. Esa es la tarea más asequible a nuestras fuerzas actualmente, y nos permitirá, como ventaja adicional encaminar hacia otros frentes a una gran cantidad de empleados innecesarios, que no trabajan, realizan funciones mínimas o duplican las de otros sin resultado alguno…”, los trabajadores/trabajadoras universitarias han ubicado la mala gestión en la figura del ministro Ramírez, eso los ha llevado a solicitar su salida del ministerio de educación universitaria, en manos del Camarada Presidente, Hugo Chávez, está decidir al respecto, rectificar al cuadrado es de humanos. Contrasta la ineficiencia universitaria, con la tenida por el Camarada Ministro del Poder Popular de Viviendas y Hábitats, Ricardo Molina; quien ante la emergencia presentada con las intensas lluvias caídas en la Región Capital, actuó diligentemente, primero resguardando nuestras/nuestros compatriotas en los Refugios y a la velocidad del rayo, ya ha comenzado a reubicarlos en sus nuevas viviendas, demostrando así, que el Socialismo y la eficiencia no son incompatibles, todo lo contrario.
PS: nos unimos al repudio generalizado, ante la arremetida fascista contra la Plaza homenaje al dirigente universitario Jorge Rodríguez, padre; acciones como ésta, desmeritan el carácter plural que debe caracterizar nuestras instituciones del saber.
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