Escuché a un joven revolucionario - quien mucho después fue asesinado el 25 de julio de 1976 y en la UCV tiene una placa conmemorativa - decir en su oportunidad y vaya el parafraseo que: “lo que sucede en la educación repercute en la sociedad pero lo que sucede en la sociedad tiene sus consecuencias en la educación”.
Si vale decir, las universidades venezolanas llegaron a destiempo o están por llegar a los bordes de la Revolución Bolivariana pero hay que tener consciencia del bombardeo ideológico que las “autoridades rectorales”, el neoliberalismo, el sistema capitalista-imperialista, los pensum de estudio inocularon sobre el pensar y el decir de los y las estudiantes, pero el hipnotismo lo emprendieron inicialmente sobre las y los profesores para garantizarse los sectores contrarrevolucionarios sus bastardos planes proimperialistas de consolidar universidades a favor de la derecha internacional.
La masa profesoral consciente, revolucionaria, progresista de las distintas universidades reculó, quedó a la defensiva porque las políticas emprendidas desde la derecha con el uso de disímiles y artificiosos instrumentos legales, jurídicos para expulsar y sacar de los recintos universitarios a las profesoras y a los profesores de avanzadas, a los y a las que se resistían a las políticas neoliberales que les impartían desde los centros políticos extraterritoriales, en los cenáculos de poder de Acción Democrática - COPEI y desde los mismos rectorados.
No decir nada distinto del personal administrativo y de obreros, las autoridades contrarrevolucionarias y antihistóricas, ahogaron en apetencias grupales y personales las luchas gremiales, fragmentaron la unidad a través de personalismos.
Quienes dirigían la política universitaria desde afuera de dichos espacios, fraccionaron y aprovecharon la debilidad y crisis de los movimientos políticos marxistas, contestatarios y afectaron deliberadamente lo que tiene de sublime y excelso los espacios organizados como lo es la esperanza, el deseo de superarse, de contar y ser hacedor y hacedora del tiempo histórico que le toca vivir; los adversarios de clase jugaron a tierra arrasada y a la destrucción espiritual arrasada.
Tiene que venir una respuesta desde el fondo de las fuerzas telúricas que da ser parte de todo un componente socio político bien definido –una vez que tome fuerza el sector educativo y de allí el subsector universitario- saldrá impelido como una fuerza contraria como cuando se oprime un resorte y luego se suelta.
Esa respuesta que se espera del sector universitario, no puede ser una respuesta imbuida del pragmatismo, del mantener intactos los sacrosantos pensum de estudios de las distintas carreras universitarias, del cálculo para obtener beneficios grupales y proyección personalista, carente de una filosofía universitaria, de vida y de país, o despedazándose entre el apenas incipiente germen que renace en la comunidad universitaria por la pugna que genera quien gana un centro de estudiantes o por la FCU, considero que por allí no es el camino a recorrer para retomar las gloriosas e históricas jornadas universitarias del ayer en Venezuela, en América Latina.
Emprender ese autodesguase entre los propios estudiantes por enaltecer unas siglas grupales y / o partidistas por el hecho de salir triunfante y hacerse de un centro de estudiante o la FCU es una pobre contribución a la flagelación estudiantil, vale decir: es hacerse de un trofeo mortecino, fétido, porque toda esa estructura institucional universitaria está moribunda pero nadie se atreve a redactarle en la historia su carta de defunción.
Parafraseando al Che: La revolución se hace a ritmo violento, aquel o aquella que se canse tiene derecho a cansarse pero no tiene derecho a ser hombre o mujer de vanguardia. Si lo asumimos de otra forma: La revolución universitaria hay que hacerla a ritmo arrollador, estremecedor y estruendoso aquel que concilié con el Estado Capitalista – Imperialista puede hacerlo pero no tiene derecho a autoproclamarse parte del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.
Abramos las alamedas a un sólido y robusto movimiento estudiantil venezolano, caribeño y latinoamericano. La Revolución marcha a paso agigantados pero el movimiento estudiantil fue atrapado y preocupa que se quede entre las sombras de las obscuras universidades.
Si el General Rángel les dijo sus cuatro vergas! al Imperio, a los escuálidos y también a los de esta acera de que hay que casarse en serio con la Revolución Socialista Bolivariana si el movimiento estudiantil y gremial coge línea será una vez más glorioso el 21 de noviembre Día del Estudiante y el 12 de febrero Día de la Juventud, el día del profesor universitario y de los trabajadores y trabajadoras universitarias.
Las Academias militares crujen desde adentro por la adecuación al paso agigantado de la Revolución ¿y las Universidades y los colegios universitarios…? Hace rato ya que el Presidente, Comandante Chávez orientó la esperanza.
*Profesor – Periodista
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