A la Misión Sucre

Un poco más de la IV República en la V República Revolucionaria de Reivindicaciones o ¿Por qué se mata al mensajero?

En uno de nuestros programas ¡Alo! Presidente y desde hace mas de 9 años nuestro camarada presidente HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS nos viene alentando y motivando para que, todos los que de algunas forma tengamos algún tipo de denuncias en relación a algunos hechos de corrupción o de cualquier otra índole nos avoquemos a denunciar esos casos, para que se les pongan los correctivos correspondientes a esos casos, para que los culpables sean castigados y puestos a las órdenes de la autoridades competentes, es decir, para eliminar la CORRUPCION dentro de la Administración Pública y/o privada. Hasta estos límites y visto teóricamente, todo está muy que perfectamente bien.

La situación incómoda comienza o empieza, cuando los denunciantes de esos hechos o casos de corrupción o de manejos indecorosos dentro de las actividades públicas y/o privados nos convertimos en víctimas DENUNCIATIVAS, es decir, cuando de víctimas, somos convertidos mediante subterfugios en victimarios. Explícoles para que entendámosle.

La Misión Sucre; aunque que nadie lo quiera creer (Señor Presidente) se ha convertido para muchos sinvergüenzas, en una especie de minita de oro, debido a que, muchos brutos, tapados y tarados como mi persona, cuando no tenemos capacidad para desarrollar un tema o se nos hace imposible el análisis de un proyecto o cuando por no estudiar sacamos malas notas, nos convertimos en unos parias de aldeas universitarias y en consecuencia debemos buscar la forma de cómo llevar la prosecución de los estudios de la manera más expedita, y de ahí es donde nace, por parte de los Coordinadores y coordinadoras facilitadores y facilitadoras de aldeas universitarias de la Misión Sucre la famosa expresión ¿Cuánto hay pa´eso? y es entonces, cuando aparecen las soluciones académicas mercantilizadas y las notas o evaluaciones mágicas solucionadoras de los inconvenientes que tengamos los estudiantes irresponsables con capacidad de pago, para pasar de un semestre a otro, es decir, aseguramos con dinero nuestro futuro profesional convirtiéndonos en profesionales mercantilistas improvisados.

De ahí vengo yo; pero no de los que tenemos capacidad para pagar un semestre en la Misión Sucre y mantener la prosecución de mis estudios, sino de los que, por pajúos nos hemos creído mas CHAVISTAS que CHAVEZ y más papistas que el papa, aceptamos el reto de denunciar las corrupción en alguna aldea universitaria de la Misión Sucre, y ahora estoy siendo víctima de un pase de factura por parte del señor coordinador de la aldea en que actualmente curso 7mo semestre de estudios jurídicos, tan solo por haberle saboteado su guiso académico, pero lo peor del caso no es ese, el terrible problema es que; cuando no es el perro vienen los gatos y nos mean y aparte de todo esto los ratones se nos comen el queso.

Señores de la Misión Sucre, Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, en los actuales momentos, me encuentro cruzando un desierto que no se si pueda verdaderamente cruzarlo, aunque dispongo de la más poderosa de la voluntades para ello, pero existe la muy probable y poderosa posibilidad de que, por haber denunciado lo que debía denunciar y, por el capricho sistemático y el manejo turbio y mal intencionado de las notas y/o evaluaciones de las sociedades de cómplices dentro de la aldea a la cual pertenezco, es muy probable que mi futuro inmediato en esa aldea sea cuestión de tiempo, debido a que, en esa aldea se hace lo que a esas autoridades les venga en ganas, y se pasa el semestre que mas dividendo les aporte a las autoridades aldeanas.

Mi escrito es probable que no cumpla con ciertos requisitos que gramatical y jurídicamente amerita todo escrito responsable y serio; pero si les puedo asegurar, que lleva todo una carga de frustraciones y de esperanzas destrozadas por más de 30 años y un gran cúmulo de batallas derrotadas, peleadas a brazos partidos, pero traicionadas por los mismos que ayer eran los de entonces, pero hoy vestidos con piel de revolucionarios y con sus vicios a flor de piel.

¿Denunciar para qué? Si ya yo jugué

CHÁVEZ, es el camino

CHÁVEZ, es la razón

Sin CHÁVEZ no habrá ¡patria! ni Revolución


cabacote@gmail.com



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Jesús Chua Espinoza


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