Luego, llega Luis Acuña, quien manda al cipote la política de “cuentas claras” y con una política de apertura al diálogo y puertas abiertas a la oposición universitaria, inicia una gestión renuente a abrir puentes de diálogo con el sector de los trabajadores/trabajadoras universitarias, a quien no le quedó otra alternativa, sino acudir al único método que les ha permitido obtener reivindicaciones en este proceso revolucionario: la movilización y protestas de calles. Como resultado notable, de esas acciones de protestas, es que durante la gestión de Acuña, éstos logran la firma de su primera contratación colectiva, en toda su historia, e importantes logros reivindicativos socio-económicos. No fue fácil, que dicha contratación después, el Gobierno la homologara y cumpliera.
A la salida de Acuña, llega Edgardo Ramírez, quien deja a un lado la política de diálogo y enmarca su gestión en la confrontación directa contra la oligarquía profesoral que se ha adueñado del poder en nuestras universidades públicas autónomas e incluso algunas experimentales. Confrontación a las autoridades universitarias, menosprecio hacia los trabajadores y trabajadoras universitarias; por supuesto que los sindicatos universitarios no podían permanecer indiferentes ante esa política que los colocaba como el relleno entre los dos panes del sándwich que ambas partes pugnaban por comérselo, no quedándoles otra alternativa sino tomar las calles para manifestar su descontento ante desacertadas políticas que le afectaban en sus condiciones de sobrevivencia como clase trabajadora, lo que, en definitiva, dejaría en la más completa de las soledades al ministro Ramírez, y su salida devino ante su incapacidad por ganar aliados e impulsar una política ministerial de apertura al debate universitario, a la confrontación de ideas, más aún, si se trata de una propuesta de Ley de Educación Universitaria, que va a regular la actividad que se le ha asignado como propósito transformar. Eso terminó por dar al traste con su gestión y el justificativo que el Camarada Presidente Chávez estaba esperando para destituirlo.
De nuevo, el ciclo se repite con la llegada de Yadira Córdova, se retoma la política de apertura al diálogo, solo que, se prioriza éste con las autoridades universitarias, nuevamente, y se deja a un lado a los trabajadores y trabajadoras universitarias. Pero, no solo con las autoridades universitarias es, con quien se impulsa el diálogo universitario, sino que, también con la Fapuv y la Fenatesv, organizaciones gremiales universitarias de marcada orientación oposicionistas. Mientras que, las organizaciones gremiales y sindicales que se manifiestan a favor de la Revolución Bolivariana, son dejadas a un lado del diálogo impulsado desde el ministerio de educación universitaria. “Un acuerdo para conformar, a partir de la próxima semana, una mesa de trabajo con las y los rectores de las diferentes universidades del país fue el resultado del encuentro sostenido, en horas de la mañana de este lunes, por la Ministra del Poder Popular para la Educación Universitaria (Mppeu), Yadira Córdova, con autoridades de las universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB), Carabobo (UC), Pedagógica Experimental Libertador (Upel) y la Nacional Experimental Politécnica (Unexpo). Al culminar este encuentro, la ministra Córdova señaló que “esta reunión fue solicitada por rectores y rectoras de diferentes universidades del país. Ha tenido lugar de manera muy formal en el marco, precisamente, del espíritu del diálogo que hemos abierto en todas las universidades y con los diferentes sectores que la integran, en este caso, hemos precisado los temas de agenda que ya venimos trabajando con los vicerrectores administrativos en las mesas de diálogo que se instalaron a partir del Consejo Nacional de Universidades (CNU), pero que, hoy, como producto de la reunión, hemos decidido establecer una mesa de trabajo con los rectores y rectoras de las universidades del país del manera que se pueda llevar una información al día sobre los avances que se van obteniendo con el diálogo”. Córdova precisó que los temas de agenda que fueron tratados están referidos a las deudas del 2010, insuficiencias 2011, pasivos laborales, aumentos salariales, providencias estudiantiles y todo el tema de la infraestructura científica-técnica de las universidades, que se asume también como parte de los problemas que aquejan al sector universitario…” (VTV, 15-03-2011).
Esa nota de prensa, bien merece nuestro análisis, porque en ella se concentra lo que, desde nuestro punto de vista, obedece a una manera de concebir el carácter de nuestra Revolución, por cierto, bien alejada de la visión “obrerista” que el Camarada Hugo Chávez ha proclamando a los cuatro vientos, y muy cercana a la visión elitista que la oligarquía profesoral ha impuesto en nuestra instituciones de educación universitaria. Si analizamos la nota, la ministra Córdova, en representación de un gobierno que se autoproclama como “obrerista”, pretende definir las reivindicaciones socio económicas de los trabajadores y trabajadoras universitarias y los/las estudiantes, no con las representaciones que legítimamente se han dado estos/estas, sino con sus patrones/patronas.
Esta concepción contrarrevolucionaria, menosprecia las organizaciones sindicales y federativas estudiantiles y coloca en sus lugares, los Consejos Universitarios y, en particular, rectores y rectoras, como representantes de los trabajadores/trabajadoras y estudiantes. Esa orientación contrarrevolucionaria, que se ha enquistado en el ministerio de educación universitaria, es la misma que, a comienzos de año, se expresara en la decisión del Consejo Universitario de la UCV, otorgándole el poder –a la rectora- de dirigir el conflicto por mayor presupuesto de la universidad, decisión que, de inmediato, contó con el rechazo de los sindicatos de obreros/obreras y empleados/empleadas de esa institución universitaria.
Es la misma actitud, que llevó a un grupito de supuesto estudiantes a llevar a cabo una huelga de hambre en la sede de una organización internacional, para exigir reivindicaciones que no les competen y que, de nuevo, motivó a esas organizaciones sindicales, SinatraUCV y SutraUCV, a pronunciarse contundentemente en sendo comunicado público: “Esta lucha es la continuación del conflicto que iniciamos el año pasado por pagos de deudas y por incremento salarial; con esto queremos evidencias que han sido solo los Trabajadores, los garantes de la lucha por sus reivindicaciones, por lo tanto no tenemos ni necesitamos otros intermediarios para hacer cumplir nuestros derechos, por tanto los incrementos salariales, deudas y contratos colectivos solo serán discutidos con los Trabajadores y sus gremios (Federaciones y Sindicatos), por tanto ni SINATRAUCV, ni FETRAUNIVERSITARIOS han autorizado a ningún otro sector a solicitar nuestra reivindicaciones…”, el comunicado de SinatraUCV continúa resaltando su agenda de lucha: asamblea general de trabajadores/trabajadoras, miércoles 16-03-2011; paro de universidades por 48 horas, jueves 17 y viernes 18; toma de puertas de los accesos a la UCV, martes 22; y marcha de trabajadores y trabajadoras universitarias, jueves 24 de marzo; para finalizar con una vigilia de jubilados/jubiladas universitarias en las Torre Ministerial, los días jueves 24 y viernes 26 de marzo, por el pago de los pasivos laborales.
La independencia
de los Trabajadores y Trabajadoras universitarias y sus organizaciones
sindicales, tanto de la burguesía y oligarquía profesoral, como de
la burocracia contrarrevolucionaria estatal, es un principio fundamental
para garantizar la victoria en esta batalla que se han propuesto,
es parte de la batalla estratégica de la lucha por hacer realidad la
revolución socialista. “Las veces en que la luz de la clase Trabajadora
ha brillado más alto, han sido aquellas en las que se enfrentó al
Estado burgués y todos sus personeros y no cuando se confió o se concilió
con él, negando así la lucha de clases.”
Caracas, 16 de marzo de 2011
henryesc@yahoo.es