Cada país tiene una dinámica particular. Veamos un ejemplo. Mientras en los Estados Unidos el Gobierno Federal y muchos gobiernos estatales se radicalizan más y más hacia la derecha, en el seno de las universidades aumenta el número de profesores progresistas, también llamados de izquierda. La situación de predominio de la izquierda en los claustros de las universidades estadounidense ha llegado a tal nivel que está causando alarma entre los dirigentes políticos de derecha. Han surgido una serie de movimientos, de estudiantes y profesores, cuyo objetivo es vigilar las clases de los profesores universitarios de izquierda para denunciarlos públicamente. Se está incluso promoviendo una especie de “affirmative action” para que ingresen más profesores de derecha a los claustros a los largo y ancho del país. La suituación ha llegado a tal extremo que Daniel Pipes escribió un artículo titulado Profesores conservadores, una especie en extinción.
En Venezuela sucede todo lo contrario. Mientras el Gobierno Bolivariano habla de la construcción del socialismo del Siglo XXI y la oposición lo acusa de querer instaurar un sistema “Castro-comunista”, los claustros venezolanos están dominados por profesores de derecha. Parafraseando el artículo de Pipes podemos decir que en nuestro país, los profesores de derecha constituyen una especie en franco crecimiento. En las universidad nacionales, financiadas por el Estado, predominan hoy en día los profesores de oposición y con abiertas posturas de derecha. Incluso, algunos son voceros y líderes de movimientos de oposición claramente de derecha, algunos de los cuales rayan en el fascismo. Esta situación puede constatarse en las elecciones que se han dado recientemente en varias universidades del Estado. Tenemos casos notorios de profesores que fueron militantes de izquierda y que hoy se muestran orgullosos como aliados de los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad.
Cómo explicar este fenómeno venezolano. Creo se podría llegar a una explicación resolviendo el problema del papel de la formación política en la transformación de los profesores de izquierda en militantes de derecha. Pienso que, en general, la formación política de la izquierda venezolana de esa época fue “fofa”, superficial y frívola. Ser de izquierda fue una moda juvenil para muchos de esos profesores, levantarse “carajitas” con encendidos discurso en la Sala “E” era su actividad favorita. Ahora son postmodernistas, otro calificativo más, mañana serán cualquier otra cosa. En manos de esos profesores es que está la universidad, la academia venezolana. Mientras el pensamiento progresista gana cada vez más adeptos en las universidades de Estados Unidos y Europa, el pensamiento conservador de derecha se posiciona con más fuerza en la universidad venezolana.
La universidad sigue, y seguirá por un buen tiempo de espaldas al país. Mientras los estudiantes de ingeniería de la UCV y de la USB construyen carros de fórmula 1 para competir en Estados Unidos y Europa, como todo niño rico civilizado debe hacer, seguimos con miles de problemas prácticos sin resolver en el campo, en la industria, etc. Mientras se construyen prototipos de Formula 1 en las escuelas de ingeniería somos incapaces de fabricar una herramienta sencilla. Algo está torcido. El pensamiento conservador, el pensamiento de la derecha, se ha internalizado en lo más profundo de los profesores universitarios en Venezuela.
Profundizar la formación política es la única manera de contrarrestar esta desbandad hacia la derecha entre los profesores universitarios.
(*)Universidad Nacional Abierta
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