Este gobierno ha mejorado considerablemente sueldos, salarios y condiciones de trabajo y de vida de los docentes y por eso, después de 13 años de Revolución, las huelgas de maestros y educadores, que antes de Chávez eran pan nuestro de cada día, apenas son recordadas por nuestras frágiles memorias como referencias del fracaso de las políticas educativas en los gobiernos adeco-copeyanos. El candidato aquel que promete un camino ofrece una revolución educativa, ignorando que llevamos 13 años revolucionando la educación pública en el país.
Los niños y niñas reciben, además de alimentos en las escuelas, gracias a las políticas implementadas a partir de Chávez, computadoras con programas educativos elaborados en nuestro país (Canaima), libros (Colección Bicentenaria) adaptados y adecuados a las realidades, todo totalmente gratis y financiados por el Estado con los ingresos de la renta petrolera. El candidato que sueña volvernos al pasado pregona que su “revolución educativa” es la solución a la pobreza y la inseguridad.
El Gobierno de Chávez ha rescatado de cualquier cantidad de simoncitos, instituciones de educación inicial, escuelas, liceos, escuelas técnicas, etc., erigiendo a su vez muchísimas a lo largo y ancho de la geografía nacional, dando respuesta a la expansión matricular, dotando a todas las instituciones con sus respectivos materiales, recursos y personal. El otro candidato dice que se ocupara de construir “escuelas modelos”, sin poder mostrar, con hechos verdaderos, en su gestión en la gobernación de Miranda, en que supuestos se basan sus promesas.
No podemos soslayar los avances educativos que gracias a las Misiones Educativas (Robinson, Ribas y Sucre) han permitido incluir a cientos de miles de venezolanos y venezolanas en un tiempo récord, permitiendo con ello que la educación en Venezuela se haya convertido, en estos últimos 13 años, en una manera de darle poder real y efectivo a los pobres, lo que Chávez llama darle poder a los pobres (empoderamiento). El candidato burgués nos habla de la educación como solución cómo si la gente ya no hubiese saboreado y degustado lo que la Revolución Bolivariana le ha dado en éste sentido.
La Revolución y el propio Chávez no se detienen dándole respuesta a las necesidades educativas en los distintos niveles y los distintos sectores de la educación, universitario incluido, independientemente de la adhesión o rechazo al proyecto socialista que Chávez no oculta, tengamos presente a los exrectores antichavistas que están optando por los petrorinocos como mecanismo de cobro de sus prestaciones. El otro candidato dice que acabará con eso de que sólo los que tienen camisa de un color o piensan de una manera son los únicos beneficiarios de las políticas gubernamentales, cómo si los ejemplos de inclusión, tolerancia, no discriminación, no abarcan una lista que por lo inmensa no podemos presentar en este reducido artículo.
Sólo nos hemos referido a algunos significativos avances en materia educativa, centrándonos en la educación básica, refiriéndonos a políticas que ya están implementadas y que cada día se mejoran a partir de las premisas de la Revolución Bolivariana. El candidato no puede engañar a las mayorías haciéndole creer que lo que él dice que hará de la educación cambiará la dura realidad de los pobres, ya Chávez y esta Revolución llevan 13 años cambiando la realidad de los pobres y por eso el 07 de octubre será contundentemente ratificado para continuar con este proceso.
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