Cuando se hace referencia al Estado Docente se debe tener en cuenta los conceptos que lo determinan, así como el contexto socio histórico y político en el cual mana, su evolución y la caracterización de la sociedad, dentro de sus contradicciones de existencia.
Es precisamente en esto último, las contradicciones, la existencia de los diferentes intereses entre los miembros de una sociedad cualquiera, en que surge lo que llamamos ESTADO, el cual germina como producto de las contradicciones encontradas que deslindan en la destrucción de la sociedad; El ESTADO, aparece cuando llegado un momento histórico determinado en la trayectoria de la humanidad, en el que los conflictos de intereses económicos de sectores que la conforman se hacen irreconciliables y amenazan destruirla, siendo como una fuerza que se debate entre el accionar de lo centrípeto y centrifuga; el estado es nacido por el conflicto, lo cual determina su naturaleza NO NEUTRAL obedeciendo en su conformación a los intereses antagónicos de una determinada estructura social.
Un ESTADO así conformado se adscribe el derecho a la defensa de lo que considera su mayor interés para consolidar su acción contralora dentro de su concepción filosófica, generando todo un marco epistémico que en el caso de la educación permita la formación del republicano que se requiere en función de las necesidades del ESTADO..
Tomando como premisa que la Educación debe estar en manos del ESTADO de donde se deriva que el Estado Docente es de naturaleza política, y que el “Estado interviene por DERECHO propio en la organización de la educación del país y orienta según su doctrina política esa educación” planteamiento el cual no aceptan sus detractores, siendo la naturaleza política de la Educación la que determina el deber y el derecho del Estado para asumir la rectoría y el pleno diseño de sus política e instrumentación práctica en cada aula de clase, en cada realidad; Referencias históricas sobre el particular se pueden revisar en el pensamiento de Platón, Aristóteles, Montesquieu, La Charlotais y más avanzado en el siglo XX el filosofo y educador John Dewey, así como las diferentes posiciones del pensamiento pedagógico emancipador de Paulo Freire, Jon Sobrino, Prieto Figueroa, José Martí, Simón Rodríguez.
En el caso de la República Bolivariana de Venezuela, el nuevo ESTADO, que recién comienza a fundarse a través de una necesaria construcción polémica, aboga por los intereses de los más débiles en la estructura social, es un ESTADO, definido para la inclusión social, es decir es voltear la tortilla a favor de los oprimidos de siempre para que tengan la posibilidad cierta y tangible de tener acceso al disfrute pleno de sus derechos, derecho a la participación, un Estado que los hace visibles, e incentiva el derecho a la toma de decisiones.
Estos elementos del nuevo ESTADO, constituyen la base fundamental concebida en la LEY ORGÁNICA DE EUCACIÓN, que en su artículo cinco precisa El ESTADO DOCENTE como pilar primordial de la Educación del siglo XXI, y se complementa con sus competencias en el artículo seis de la misma ley. El Estado Docente se convierte en un instrumento de equidad y justicia, ante las pretensiones de sectores mezquinos de expropiar el derecho a la educación a las partes menos favorecidas con ínfulas de privatizarlas convirtiéndola en vulgar mercancía de la especulación desmedida.
El Estado Docente, visto el tiempo, surge como tesis dentro del pensamiento más avanzado para la época del magisterio venezolano, hoy en la Venezuela del siglo XXI, abogamos por un nuevo Estado Docente, dentro del contexto de los cambios revolucionarios, surgido al calor de la constituyente educativa, plateándose la democratización de la escuela, la desburocratización de la estructura organizativa de la administración de la educación, hacer efectivo los artículos 62,66,102,103, y 132 de la CRBV, el ejercicio y aplicación práctica de la contraloría social, privilegiar el protagonismo de las comunidades a través de los Consejos Educativos, una escuela que supere la anacrónica división social del trabajo, No es la rectoría burócrata del ente administrativo de la escuela, como lo planteaba el viejo Estado Docente; se desea un nueva forma del hacer vinculada con las comunidades, con confianza en la participación de la gente, de replantear los nexos para un nuevo modelo de gestión educativa, buscar una agenda transformadora que dinamice y agilice la administración de la escuela haciendo de ella un centro del quehacer social, del quehacer comunitario, una participación que pregone la integración del saber popular y el saber académico que impida el ritualismo de la escuela, que supere la pesada estructura piramidal y meritocratica con una verdadera entrega pedagógica, asumiendo la gestión apoyada en la adhocracia, abierta hacia el conocimiento vivo de la realidad tal y como se nos presenta, lo cual para su comprensión requiere orientarse hacia las totalidades, con carácter holístico.
El Estado Docente a través de los consejos educativos, incentiva el convertirnos en mineros, para extraer y succionar desde nuestras profundas raíces las mejores potencialidades para contribuir con el desarrollo endógeno ayudando a construir los distintos saberes que van más allá de la ciencia que es un tipo de saber pero sin perder de vista que también lo son la ética, la estética, la lógica, la filosofía presentes en la Ley Orgánica de Educación.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, prevé la participación como valor fundamental de la democracia, de allí que el Estado debe crear los mecanismos para la participación social que garantice la inclusión de todos y todas las personas que forman una determinada comunidad, en el caso concreto de la escuela, ya no será solo el director y el presidente de la asociación civil de padres y representantes quienes se aboguen el derecho de la toma de decisiones, no, ahora el rango de participación es de mayor amplitud y compromiso para con la escuela que se hace tangible con los comités propuestos en la resolución 058; la figura y funciones del director no desaparecen , por el contrario, se dimensiona y fortalece con el espíritu participativo superando la cultura del presidencialismo, maña esta heredada de la subcultura negadora de la participación.
El Consejo Educativo es la máxima expresión de la democracia escolar y comunitaria, es un ejercicio de expresión de plena democracia sin imposiciones; Es de afirmar que en el Consejo Educativo estará presente el representante de la vocería de educación electo del consejo comunal; hoy el obrero, la secretaria, cualquier padre o madre pueden plantearse la escuela que quieren para sus hijos coadyuvando al Maestro, no ver la escuela como un simple deposito de niños, la escuela debe abrirse a la comunidad, abrirse para la participación sana, protagónica y proactiva.
Hoy nuestro pueblo esta políticamente educado, con una dinámica social del pueblo donde se desarrolla la participación para una cultura de la paz, que viene aprendiendo de su propia realidad… y aquel que es carpintero, panadero, tallista, labrador, cultivadores, albañil, electricista, artesano, rezandera, cuentista, así como los profesionales, podrán colocar sus destrezas al servicio de la escuela y aprender de ella; debemos de garantizar que el verbo llegue a todos que nadie se quede sin voz y que nunca ellos utilicen ese lenguaje para silenciar u opacar a otros.
hriverat1@hotmail.com