Luis Beltran Prieto Figueroa, pedagogo adeco

¿Por qué dedicarle otro artículo a Prieto Figueroa? Ya he escrito en varios artículos dedicados a los trabajos en educación realizados por Prieto Figueroa. He tratado de demostrar que Prieto fue un pedagogo instrumental a la derecha venezolana, propagandista de la Escuela Nueva, en especial de la versión estadounidense y del pragmatismo de John Dewey, promotor del colaboracionismo de clase y defensor de la participación de las empresas privadas en educación, donde llama la atención su defensa de las bananeras estadounidenses en Centroamérica. Sostengo en esos artículos que Prieto siempre fue adeco, que su separación de ese partido y la fundación del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) no se debió a diferencias políticas con AD. Tanto que su partido enfatiza en el nombre que tiene fines electorales y como símbolo una oreja, su oreja, el cual demuestra una falta de contenido político. ¿Qué partido de izquierda tendría como símbolo una parte del cuerpo de uno de sus destacados lideres? Además, es oportuno señalar que mantener posiciones nacionalistas y anti-imperialistas no lo hace a uno de izquierdas. Para responder a la pregunta inicial, escribo este artículo porque la referencia a Prieto Figueroa como un supuesto pedagogo revolucionario no cesa entre educadores chavistas, es lamentable que esto suceda, nos falta estudiar más sobre la historia de la educación en Venezuela y Nuestra América, quiero contribuir a que abandonemos esa pretensión de hacer de Prieto un símbolo de la Revolución Bolivariana.

Los adecos fueron unos expertos en operaciones psicológicas, aprendieron muy bien de sus asesores estadounidenses. Uno de los aspectos de esas operaciones psicológicas fue la de posicionar personajes adecos en el ideario colectivo como “padres de ….”. Así lograron sembrar en nuestras mentes las imágenes de Betancourt como “padre de la democracia”, Pérez Alfonzo como “padre de la OPEP”, Siso Martínez como “padre de la enseñanza de la historia”, Pietro Figueroa como “padre del Estado docente” y “maestro de América”, y siga usted con los ejemplos. Lograron tanto éxito en esa operación psicológica que todavía no hemos podido despojarnos totalmente de ese ideario. A tal punto que la Revolución Bolivariana no ha podido superar ese ideario y no hemos logrado crear una nueva hegemonía, colocar a pedagogos y otros intelectuales realmente revolucionarios en el nuevo ideario de las y los educadores venezolanos.

También he señalado en otra parte que no es apropiado hablar de una obra pedagógica de Prieto Figueroa. Es cierto que Prieto publicó muchos libros, algunos ponen en duda que él escribiera todos esos libros solo y que Padrino lo ayudó en la escritura de muchos de ellos. Lo importante de resaltar aquí es que los libros sobre educación que escribió Prieto fueron todos publicados antes de su ruptura formal con AD. Digo formal porque en lo substancial Prieto nunca se separó del ideario adeco. A continuación presentó en orden cronológico algunas de las publicaciones de Prieto.

1934 La delincuencia precoz

1936 Sicología y canalización del instinto de lucha

1937 El trabajo de los menores

1940 La escuela nueva en Venezuela

1947 Problemas de la educación venezolana

1951 De una educación de castas a una educación de masas

1952 El humanismo democrático y la educación

1954 El concepto de líder. El maestro como líder

1955 La magia de los libros

1960 La colaboración privada en la educación popular americana

En una nota introductoria a la segunda edición de su libro Principios Generales de la Educación publicada en 1990, reconoce Prieto que se había alejado hacía ya mucho tiempo de la cátedra. Es decir, que después de su separación formal de AD, Prieto no le dedicó tiempo a escribir sobre educación. Todas sus obras de educación fueron escritas en su período de adeco militante de Acción Democrática. Que no escribió nada substancial sobre educación en su época de adeco militante del MEP.

Quisiera no tener que escribir otro artículo con argumentos en contra de la adopción de Prieto Figueroa como pedagogo de la Revolución Bolivariana. Dejemos a Prieto donde pertenece, en el seno de AD, en la pedagogía burguesa, aunque progresista, burguesa. Construyamos nuestro ideario pedagógico, estudiemos a los pedagogos e intelectuales revolucionarios. Profundicemos en el estudio de las obras de Nuñez Tenorio, López García, Fruto Vivas, Rodolfo Quintero, Rigoberto Lanz, Maneiro, Silva y muchos otros intelectuales revolucionarios. Dejemos a los adecos con sus pedagogos, que ellos se encarguen de sus “padres”. Nosotros encarguemos de construir una pedagogía revolucionaria.


julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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