¿Quien le explicará al país en qué paro la tan cacareada Consulta Nacional por la Calidad Educativa en la que el Ministerio de Educación invirtió un platero para llegar a conclusiones que todas y todos sabíamos de antemano?.
El silencio del Ministro, respecto a este asunto, parece confirmar que efectivamente la tal Consulta por la Calidad no fue más que un buen pretexto para gastar un dinero promoviendo la imagen de un Ministerio, y de quienes actualmente lo dirigen, pero que no suma nada a la deuda que en materia educativa aún el gobierno mantiene con parte de la sociedad venezolana.
¿Será cierto el cuento, rumor, de que buena parte de los fondos de HCM de los docentes fue a parar a la edición de libros de la Colección Bicentenaria y por eso es que ahora el Ministerio no haya que hacer con tanto libro y hay rumas que ni siquiera donde almacenarlas tiene el Ministerio y corren el riesgo de ser alimento de las polillas, mientras los maestros casi que perdieron el beneficio de HCM?
¿Por qué la derecha dejó de atacar al Ministerio de Educación y a quién dirige este importante despacho ministerial?, Será que de la Consulta para acá comenzaron a recibir contratos y financiamiento de uno de los Ministerios que en vida de Chávez más ataques, críticas y señalamientos recibió de parte de la derecha educativa.
Héctor Rodríguez Castro, nos parece un excelente dirigente político y posee cualidades valiosas en este ámbito que la revolución debe valorar, como Ministro de Educación nos parece que ha sido incapaz de llevar adelante los cambios y las transformaciones que en el ámbito educativo deben profundizarse, además parece rodeado de "gente" que sabe poco del asunto de educación básica y sobre todo que ha desechado olímpicamente los importantes logros que en 13 años se alcanzaron en materia de educación.
Presidente Maduro rectifique, esta deuda es suya, Héctor Rodríguez Castro mañana asumirá cualquier otro cargo sin complejo alguno, total el responsable de que el Ministerio del Poder Popular para la Educación esté sin rumbo ni orientación definida termina siendo usted.
