El rector universitario “bolivariano”

¿Lucha contra la corrupción?

Las cosas que tiene la vida en la sociedad venezolana y que, como dijimos anteriormente, lucen contradictorias en este proceso revolucionario. El caso que hemos expuesto, del ciudadano William Gudiño, fuertemente cuestionado por sus actuaciones en cargos burocráticos en el Ministerio de Agricultura y Tierras y extrañamente designado rector de la Universidad Campesina que lleva el insigne nombre de Argimiro Gabaldón, es de esos casos emblemáticos que lesionan la dignidad de la universidad venezolana. Por esa vía se ha podido nombrar como rector a cualquier persona (con méritos o sin ellos) que le hayan puesto en el escritorio del ministro del área por parte de alguien de su confianza y nombrarlo, pero esa es su responsabilidad final.

Anteriormente, los rectores universitarios eran seleccionados entre los mejores académicos de la nación. La comunidad universitaria los elegía en las universidades autónomas. Luego con las intervenciones de Caldera, surgieron las universidades experimentales, comenzaron a colocarse universitarios de mucho prestigio, pero vinculados a los partidos de gobierno adeco-copeyanos. Ahora, con la revolución bolivariana, este formato se mantiene, o sea, se coloca como rectores universitarios a personas afectas al gobierno, pero que deben cumplir lo establecido en el artículo 104 de la Constitución Bolivariana que establece: “La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica”. De allí que consideramos muy rara dicha designación de alguien no vinculado al sector universitario, sólo con antecedentes de burócrata del MPPAT y cuestionado por sus actuaciones antiéticas (por decir lo menos) sobre todo en el INTI, de donde fue despedido por el Presidente Nicolás Maduro hace 7 meses.

Desde esta trinchera y tratando de lograr el adecentamiento de la revolución hemos criticado con argumentos y desapasionadamente la designación como rector universitario de dicho ciudadano, que insistimos, debe ser investigado a profundidad en su nefasta gestión en el INTI.

Por ello, nos dimos a la tarea de confeccionar un “dossier” o archivo acerca de las denuncias que han aparecido en diversos medios públicos en relación al funcionario William Gudiño (sobre todo en APORREA, que es un medio altamente significativos por ser un portal revolucionario, leído y seguido por cuadros, funcionarios y alta dirigencia revolucionaria, pero también en “Ultimas Noticias” y otros medios electrónicos). Dicho “dossier” le fue remitido a las diversas instancias de decisión del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, a cargo del ministro Manuel Fernández, quien ya sabe del caso, al Ministerio de Agricultura y Tierras, a cargo del ministro Luis Berroterán y quien a su vez es un investigador destacado, proveniente del FREBIN (Frente Bolivariano de Investigadores e Innovadores), así como a la Asamblea Nacional (Comisión de Contraloría de la misma) y otros funcionarios y entes relacionados a la materia universitaria y agrícola. Para colocar un ejemplo: sólo con leer el artículo en el que se le solicita al ministro de Agricultura Berroterán que investigue las denuncias del INTI sobre William Gudiño bastaría para aperturar una averiguación administrativa que despeje cualquier dudas en ese sentido. http://www.aporrea.org/contraloria/a195530.html

Debo agregar que no es nada personal los artículos escritos en este sentido, sino que es muy, pero muy emblemático que alguien con esos antecedentes sea designado rector universitario de una nueva universidad. Por ello me pregunto, como venezolana y revolucionaria que soy: ¿Cuáles fueron los criterios para tal nombramiento? ¿Cómo un ministro designa a un ciudadano rector sin haber indagado previamente quién es, qué hace, cuáles son sus credenciales académicas o su trayectoria funcionarial?. ¿Qué opinarán los directivos de la Asociación de Rectores Bolivarianos (ARBOL) al tener entre sus miembros a un ciudadano con el prontuario que ya todos conocen?

A todas estas, los también designados como autoridades en la Universidad Campesina no han emitido opiniones ni a favor ni en contra. Por ello también pregunto: ¿Estarán ellos en conocimiento de las denuncias sobre su rector?. Imaginamos que si, pues varios de ellos también escriben en, y por tanto, deben leer APORREA. Entonces ¿Cuál es la razón de su silencio? Puedo creer que es por eso que llaman solidaridad automática que raya en la complicidad o por desconocimiento. Pero ya deben estar enterados. Por tanto, deberían pronunciarse a favor o en contra.

Lo hecho es para solicitar se investigue con la seriedad del caso, ya que como ha dicho recientemente el Presidente Nicolás Maduro: “En Venezuela no hay intocables”. Y los documentos enviados a las instancias correspondientes deben servir para revisar esa situación. La revolución no soporta más este tipo de errores, pues el enemigo acecha por todas partes y el tema universitario es altamente sensible en la sociedad venezolana. No digan luego que no sabían.

Algunos me han instado a que denuncie ante la Contraloría General de la República este caso. Yo he dicho que las pruebas están en los archivos del INTI y que corresponde a las autoridades del MPPAT hacer las investigaciones correspondientes, haciendo uso de lo que los abogados llaman “Notitia Criminis”. Y también del MPPEU establecer las verdades o no sobre esta situación que ya se hace escándalo público.
En sus manos está. Mientras, seguiremos insistiendo.

andreinaalzuru2@gmail.com



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Andreina Alzuru


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