Nos enteramos, a través de una nota de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), que el Ministro de Educación declara que con la integración de Venezuela al LLECE se garantiza una “educación de calidad”, http://www.aporrea.org/educacion/n274703.html
Para quienes ignoraran que es LLECE, como yo hasta las irrefutables declaraciones del hombre de Salas, estas son las siglas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, organismo perteneciente a la UNESCO.
Estas declaraciones me hicieron recordar que semanas atrás alguien me decía que ese paradigma de la “calidad educativa”, que la actual gestión del Ministerio de Educación ha puesto en boga, “corresponde a un viejo concepto “unesquero”, propuesta que cierta tecnocracia del actual ministerio de educación está desempolvando, según mi fuente.
Durante varios años, (desde 1999 en adelante) y de manera sostenida el gobierno bolivariano y revolucionario logró dar respuestas concretas en materia de educación, haciendo énfasis en educación inicial y básica, hasta llegar al 2008 a una propuesta de Currículo Bolivariano, que por razones políticas no se aprobó; no obstante, la propuesta de Educación Bolivariana permitió dar un salto cualitativo en relación al modelo de educación neoliberal impuesto en las últimas décadas de la cuarta república.
La actual gestión del Ministerio de Educación, desde 2013, con la Consulta Nacional de la Calidad Educativa, ha dejado atrás los avances que en Educación Bolivariana se alcanzaron y se empeña en abordar el asunto de la calidad educativa. Asumiendo el asunto desde la perspectiva tecnocrática propia de los Especialistas de la materia.
Parece sospechoso, por decir lo menos, que la derecha educativa que siempre planteó de manera pertinaz críticas a las políticas educativas promovidas por el Presidente Chávez y quienes desde el Ministerio de Educación debieron impulsarlas, hoy hace “mutis” ante lo que la gestión del Ministro Héctor Rodríguez adelanta.
Tiempos atrás supimos de declaraciones de Leonardo Carvajal, uno de los más conspicuos representantes de la derecha educativa, haciendo elogios por el Ministro Héctor Rodríguez, así como haciendo apología por la Calidad Educativa que se promueve desde el Ministerio de Educación. Datos estos que deben alertar a cualquiera.
Los cambios y transformaciones verdaderas en la educación, como en la cultura, son lentos y requieren de largos períodos de tiempo para su consolidación. Nada de lo que se promueva en estos ámbitos puede dejar de lado las posturas ideológicas-políticas en las que se fundamentan. Las ideologías no han muerto, a pesar del empeño de muchos en convencernos de ello.
Si algo mantuvo como fundamento político de sus acciones y políticas el Presidente Chávez fue el reconocimiento de las posturas ideológicas en las que se basa cualquier propuesta por ingenua y bondadosa que pueda parecer.
Entendemos que dadas las circunstancias políticas adversas que vive la Revolución no se hace fácil empujar y transformaciones revolucionarias en el campo educativo, pero ceder en el terreno ideológico a posturas más cercanas a la derecha, plantea contradicciones insalvables con el modelo de Socialismo en el que debe continuar soportándose la revolución en el futuro por venir.