El nuevo Ministro de Educación “corrigió” el error que cometiera Héctor Rodríguez, ministro saliente, al convocar a inicio de clases irrespetando los 45 días continuos de vacaciones de los docentes.
Penosa, por decir lo menos, la posición de Sinafum, que vuelve a demostrar que su dirigencia no defiende los derechos y las conquistas de los docentes sino que asume posiciones acomodaticias, como en el pasado lo hicieran los sindicatos gobierneros de la cuarta república.
Interesante la posición de los maestros y maestras de la base quienes mantuvieron con firmeza la defensa a su derecho a gozar de sus 45 días continuos de vacaciones y su disposición a integrarse a clases el 16 de septiembre, a pesar del anuncio que desde Salas hiciera Héctor Rodríguez.
No deben confiar en exceso los docentes en quien hoy quedó frente a Salas, deben tener presente que fue parte del equipo del MPPE bajo la dirección de Héctor Rodríguez y es corresponsable de la mayor parte de los numerosos desaciertos que durante año y medio se han cometido. Entre estos, la vulneración del derecho al goce pleno de las vacaciones de agosto. Ningún maestro ni ninguna maestra pasó por alto que al inicio del año escolar anterior (2014-2015) Héctor Rodríguez le restó un día de vacaciones, convocado a clases el 15 de septiembre, práctica que intentó repetir al inicio de este nuevo año escolar, al convocar a clases el 14 de septiembre.
Los docentes no tienen nada que agradecer a Rodulfo Pérez por la convocatoria a clases el 16 de septiembre. No ha hecho ningún favor al gremio, apenas ha corregido un error de su antiguo jefe y si fuera coherente debería, en todo caso, extenderle disculpas a los docentes por el error que cometió su antiguo jefe.
Rodulfo Pérez conoce en detalle lo que acontece en el Ministerio de Educación, es parte de lo que ocurre porque ha sido parte de la “burocracia revolucionaria” que en alianza con la derecha educativa viene desmontando la educación bolivariana y buena parte de las conquistas que Chávez legara en esta materia. No parece fácil que pueda “corregir” el nuevo ministro la sarta de desaciertos que se han ejecutado desde Salas.
Podría ser Rodulfo Pérez un ministro transitorio al que sólo le corresponde la difícil tarea de lograr firmar una contratación colectiva de docentes que permita elevar significativamente los sueldos y salarios de quienes tienen la tarea de moldear a los niños y niñas que mañana serán los hombres y mujeres de la Patria. A simple vista no parece tener mayores cualidades que indiquen que es el conductor de maestros y maestras que desde que Aristóbulo Istúriz y Héctor Navarro salieron de Salas se están requiriendo.