En Suiza la Señora Johanna perdió a su marido; fue todo muy triste, pues de repente ella se quedo sola con sus tres hijos. Su primera idea y medida fue cambiarse al sur del país, pues allí esta su hermana, ella es de la clase media baja, es peluquera; por su cuenta no podría realizar su nuevo plan de futuro, por eso tuvo que acudir al Estado. La Señora se apersonó a la oficina de Protección Familiar, donde hay personas estrenadas para estudios de factibilidad y necesidades reales de emergencias para auxiliar a la contribuyente.
Al observar las realidades, el Estado concluyó que no habrá problema alguno para que la Señora Johanna cambie de Ciudad. Empiezan entonces, automáticamente, las soluciones prácticas y efectivas; el Estado esta para servir a sus contribuyentes. Su hijo chico puede internarse normalmente en las guarderías locales, hay vacancias, para sus cuidados especiales de un bebe y su formación y desarrollo en el Kinder Garden; su hijo adolescente también estará perfectamente servido por una gran variedad de escuelas técnicas propias para su deseo de ingresar para cursos de capacitación en carpintería; y a su hijo mayor, el universitario, tendrá que continuar en la Ciudad hasta que termine su curso, pero para ello ya tendrá su alojamiento con todos los materiales y comodidades para seguir sus estudios. La señora recibirá todas las facilidades para obtener una vivienda digna, relativamente cerca de sus familiares y el Estado la enviará su pensión de desempleada hasta que la consiga una ocupación acorde a su vocación. Toda la familia tendrá seguro de salud ilimitado, así como todo lo necesario para su total bienestar.
...en el tercer mundo...
La Señora Juana perdió a su marido, su patrona ya la aviso: " no quiero saber de criaturas- domingo de por medio te podes ir junto a tus hijos" - su hijo mayor debería prepararse para el examen de ingreso, pero sabiendo que no va a poder competir con los otros, abandonó sus estudios y se fue a trabajar de ayudante de albañil; El hijo adolescente dejó su colegio y andaba limpiando los vidrios de los autos, pero por ahí la gente tanto le dice no, no, no, que de la bronca se volvió peajero y, ... el bebe, ...lo cuida la abuela, mas bien lo mira mientras llora dentro de una caja de manzanas, desnudo lleno de moscas, cuidado por su primita de 5 años quien también trabaja en el semáforo vendiendo yerbas para el terere.
