El clima político nacional, luce cada vez más perturbado por las incoherencias de los factores en pugna por el poder político de la nación; por supuesto, excluimos de dicha confrontación al pueblo, quien ha pasado a ser un espectador pasivo, pues, en mucho, los debates de los actores en pugna muy poco tiene que ver con la realidad que le aqueja en forma dramática: desabastecimiento, alza pronunciada de todos los precios de bienes, alimentos y medicamentos, deterioro extremo de su ingreso salarial, en fin, deterioro de su calidad de vida. Tenemos entonces, una realidad nacional caracterizada por factores en pugna que se retroalimentan uno al otro y que, en definitiva, parecieran ser parte de lo mismo. No por casualidad, el mequetrefe de Ramos Allup después de terminar su intervención el Presidente Nicolás Maduro, improvisó un discursillo que, entre otras cosas le sugería la posibilidad de reeditar un pacto tipo “punto fijo”, ya no entre las vetustas fuerzas políticas de la cuarta república sino entre los nuevos actores políticos del acontecer nacional, que de “nuevo” no tienen nada, eso sí, remachaba el mequetrefe, casi que suplicándole al Presidente Maduro: “con mis dólares no te metas”. Desconocemos si, ya para ese momento, el Allup había destapado la botellita que, desde la embajada gringa se le había hecho llegar como agradecimiento por favores recibidos. Lo cierto es, que mequetrefe Allup se fue de vómito, en sus propósitos de reencarnación del “pactismo” que caracterizó al régimen de la cuarta república.
Nicolás le tomó la palabra y, de inmediato, convocó a Miraflores a todos aquellos que le han hecho la vida imposible al pueblo venezolano estos tres últimos años, reencarnando un “pacto de productividad” que han convertido en una especie de objetivo estratégico nacional, elevándolo casi que a razón de Estado. Siendo, hasta ahora, el único logro obtenido de dichos encuentros entre los enemigos de antaño, el reconocimiento a la tasa Simadi de los dólares obtenidos por exportación de producción nacional. Complacido el Allup, ahora ha cambiado el discurso oficial de la Asamblea y resulta que, después de haberle prometido a sus votantes que el gobierno del Presidente Maduro caería en los venideros seis meses, ahora modifica su mensaje y tal cual hiciera con su promesa de acabar con las colas que después afirmó con vehemencia, que ellos no habían prometido eso, sino que se trató ni más ni menos de un ardid publicitario, pues bien, lo mismo sucede ahora con la salida de Maduro de la Presidencia, así en declaraciones a medios internacionales señala con relación al gobierno del Presidente Maduro: "Yo lo veo muy mal. No sé si a final del año, porque tampoco (es posible) poner un día preciso. Pero yo al final del período constitucional, a este ritmo, no lo veo llegar", con lo cual ratifica su condición de aventajado alumno de su maestro de la política, el ex presidente Carlos Andrés Pérez quien ante la pregunta de un periodista sobre si la orientación económica de su gobierno era capitalista o comunista le respondió con sórdida candidez: “Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
Y quién lo diría, que en la actual etapa de nuestra Revolución Bolivariana se han hecho casi que indivisibles las fuerzas contendientes, definir quién es gobierno y quién oposición resulta cada vez más complejo. Así tenemos que las fuerzas del mercado, más bien del capital, son las que definen el costo de los bienes, alimentos y medicamentos que se expenden a nivel nacional, casi que liberados o mejor dicho al libre arbitrio del productor o importador, quien fija su precio al coste del dólar cucuteño o según le indique la innombrable página web, desde Miami. El saboteado ahora se convierte en saboteador, como ocurre ahora con las universidades públicas nacionales, en las cuales, después que las fuerzas de oposición las paralizaron por tres años consecutivos, produciéndoles graves daños al estudiantado, en lo fundamental, de aquellas universidades sometidas al régimen de la AVERU, estudiantes que en tres años, apenas han podido concluir tan solo tres semestres. Ahora resulta que, una vez se han decidido a retomar actividades los actores políticos de la oposición, cansados de no hacer nada, la ONAPRE decide unilateralmente paralizarlas por la vía de no enviarles el presupuesto de funcionamiento de comienzos de año, utilizando para ello un ardid que se cae de inmaduro por sí solo: la rendición de cuentas.
Debe saber la opinión pública que, dicha rendición de cuentas, se les permitía a las universidades presentarlas durante el primer trimestre del año en curso. En esta oportunidad, cambió la norma y al parecer se redujo el lapso de su presentación, añadiéndose a dicho requisito el de la presentación de las nóminas tanto del personal activo como jubilado. Importante conocer, que de las 55 universidades públicas, según ha trascendido, solo faltan por cumplir ese requisito, tan solo 4, curiosamente, las universidades faltantes pertenecen a la agrupación de rectores ARBOL, afín a la gestión de gobierno del Presidente Maduro. Pero la ONAPRE, prefiere castigar al conjunto de todas las universidades, reteniendole los recursos presupuestarios del mes de enero sobre la base de “todas o ninguna”, valga decir, condicionando sus desembolsos al cumplimiento de que todas las universidades, absolutamente todas, cumplan dicho requisito. En nombre de la protección de los recursos de la Nación, la ONAPRE comete delitos y faltas que deben ser evaluadas por la justicia, pues nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es determinante: “…El salario es inembargable y se pagará periódica y oportunamente en moneda de curso legal…” (CRBV, Art. 91), asimismo, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras desarrolla la Constitución y establece como oportunidad de pago del Salario en su artículo 126: “El trabajador o la trabajadora y el patrono o la patrona, acordarán el lapso fijado para el pago del salario, que no podrá ser, mayor de una quincena, pero podrá ser hasta de un mes cuando el trabajador reciba del patrono o la patrona alimentación y vivienda”, previendo la LOTTT como norma sancionatoria en su artículo 533 para el patrono o patrona que no pague oportunamente el Salario semanal o quincenal una “…multa no menor del equivalente a 120 unidades tributarias, ni mayor del equivalente a 360 unidades tributarias”. Sanción que, desde estas líneas exigimos al MPPPST, aplique a los funcionarios de la ONAPRE que han dejado sin sus salarios del mes de enero a los más de 100 mil trabajadores y trabajadoras de nuestras universidades públicas e igualmente, al Presidente Maduro, la exigencia de la destitución de esa burocracia burocratizada y no es redundancia, por asumir la misma postura de la derecha fascista de utilizar el sagrado Derecho al Estudio de nuestros jóvenes universitarios, violentándolo, para quién sabe qué fines politiqueros. Basta ya, de jugar con los estudios de nuestra juventud universitaria! Es hora de sentar precedentes, de ser cónsonos con el llamado de las bases del PSUV a Rebelión, que viene a ser lo mismo a Revolución…