La semana anterior al Jueves “Santo” publiqué el artículo: ¿Casas de Luz u Oscurana del Conocimiento?, cuyo título fue una pregunta y su desarrollo una reflexión indagatoria. Pues bien, al parecer algunos (muy pocos) unellistas de Apure, no les agradó ese trabajo e incluso llegaron a expresar, palabras más palabras menos, que yo era un entrometido opinador sobre cosas que desconozco. Resulta entonces que aunque los comentarios son una minúcula expresión dentro de la inmensa comunidad universitaria, dichas consideraciones son para mí muy importantes todas, aún aquellas que tienen una carga denigratoria o peyorativa; porque a toda crítica le sabemos extraer lo provechoso a pesar del “veneno” contenido en ellas.
A manera de contestación resumida a los comentarios y a objeto de demostrar fehacientemente mi constante y coherente línea de convicciones, traigo un trabajo de mi autoría publicado el 03/11/2005, es decir, hace casi 11 años. Ocasión aquella en que los unellistas salieron a las calles a protestar y yo lo titulé así: “¡Otra Vez… La UNELLEZ!”, en el cual dije ayer: “El 21 de Junio de 1996 (en 2016 serían 20 años) realicé un trabajo de opinión en la prensa regional acerca de las luchas estudiantiles en la UNELLEZ, titulado Los Hijos de Zamora (Apure), en tal ocasión cité una frase y hoy lo vuelvo a hacer: “El valiente ciudadano General Ezequiel Zamora, encarna la conciencia igualitaria y niveladora del pueblo venezolano, alzado contra los últimos privilegios oligárquicos y dispuestos a cumplir de modo radical aquellas consignas sociales que pretirieron y retardaron desde la independencia.” (M.P.S). Con esa cita inicié un elogio muy merecido para un combativo grupo de estudiantes, que en el Vicerrectorado de Apure eran émulos del epónimo de su universidad. Me refería entonces al Movimiento F25, donde se agrupaban jóvenes caracterizados por una gran disciplina organizativa, seriedad, combatividad, solidaridad y sentimiento patriótico.
En aquella época, de tanta minusvalía en la participación popular, los estudiantes representaban el frente de batalla que denunciaba y lograba las reivindicaciones de la masa universitaria e incluso de los sectores populares del Estado Apure. Aquella conciencia clara, la crítica y la capacidad de reflexión ante las diversas situaciones (para no dejarse manipular por intereses ajenos a la universidad) fue la bandera que les hizo granjearse el afecto y el apoyo del colectivo social cada vez que por una justa razón tomaba las calles y confrontaba a los cuerpos policiales. Muchas veces les acompañamos pues nuestra similar lucha en la Simón Rodríguez nos hacía imperativo participar con los hermanos unellistas en todas las jornadas de luchas. Aquel conglomerado universitario de los Noventa fue quizás uno de los que más se preocupó en Apure por el estudio de la ideología, la ciencia, la tecnología y la cultura como elemento significativo para intervenir en la dinámica de transformación social de las naciones.
En esta opotunidad quiero referirme a la reciente manifestación que los “estudiantes” de la UNELLEZ realizaron en el Paseo Libertador y las adyacencias, hasta llegar la frente de la Residencia del Gobernador del Estado Apure. No hicimos acto de presencia en el lugar pero por los medios de comunicación escuchamos las informaciones de los comentaristas, situación ésta puede hacer pecar por conocimiento inexacto de lo que sucedió, sin embargo, asumimos responsablemente cualquier error y planteamos las siguientes consideraciones:
1º.- Nos parece que la actual dirigencia estudiantil de la UNELLEZ se caracteriza por la atomización y la desarticualción de objetivos generales y específicos en su plataforma de lucha.
2º.- El Movimiento Estudiantil de la UNELLEZ-Apure en su accionar no obedece realmente a las exigencias del colectivo, por tanto sus acciones están más destinadas al protagonismo político-partidista que a las verdaderas reinvidicaciones académicas. Tal protagonismo les ha alejado de la ecuanimidad, la sindéresis y el necesario equilibrio conceptual a la hora de abordar criticamente los problemas institucionales que agobian la comunidad universitaria.
3º.- La dirigencia estudiantil carece de la disposición efectiva al estudio, la confrontación del ideas y del análisis crítico-metodológico que les permita asumir independiente y colectivamente la discusión abierta sobre las causas intrínsecas y extrínsecas del caos actual de la universidad.
4º.- Las autoridades universitarias y sectores profesionales se han enclaustrado en una lucha intestina donde prevalecen las inclinaciones partidistas y los intereses particulares, por encima de la necesaria búsqueda de la excelencia académica.
5º.- Parte del profesorado de Pre-Grado carece de las competencias docentes y conceptuales para asumir la función que ejercen y participar efectivamente un proceso de transformación institucional, con el cual la UNELLEZ vuelve a ser la vanguardia y orientación para el desarrollo regional de Apure y población.
6º.- La falta de una formación y preparación de la generación de relevo en el sector estudiantil, tanto como en el profesoral, durante la década de los Noventa, ocasionó la paulatina decadencia en ambos componentes de la vida universitaria.
7º.- La falta de una cultura universitaria, entendida ésta como la aspiración y accionar de una practica científica identificada con los colectivos sociales de la región, mantiene a la UNELLEZ en la indiferencia y en la incapacidad de dar respuestas oportunas, eficientes y pertinentes para con su propia vida interna como para con las exigencias de la Revolución Bolivariana.
Todos los argumentos anteriores son de mi única y absoluta responsabilidad; puedo estar equivocado pero también puedo ser acertivo, de lo que si estoy convencido es que no soy el dueño de la verdad absoluta. Sin embargo, la UNELLEZ no es propiedad exclusiva de los unellistas (entre los que me cuento) sino de todo el pueblo, por tanto todos tienen el legítimo derecho de opinar y actuar por el fortalecimiento y desarrollo institucional de esa casa de estudio superior. Mucho se ha citado aquella frase donde se refiere que los dirigentes estudiantiles universitarios son “cabeza caliente” o “tira piedras” cuando están en la universidad, luego de egresar de ella se convierten en la misma escoría que antes combatían; algo hay de cierto pero no todos caemos en esa maldita actitud vende patria. Aquí dejo la querella planteada, los que quiera asumir el debate se los acepto cuando quieran, donde quieran y con quienes quieran. Vamos a discutir sin vanidades eroícas y sin medias posturas. Ojalá participen muchos de aquellos aguerridos del F25, que hoy día disfrutan de las mieles del poder público y se han alejado de su casa de estudio.”
Como pueden haber leído, ese trabajo de hace 11 años tiene evidentemente mucha vigencia y en mi caso particular, no me veo reflejado en la frase popularizada por el socialdemócrata alemán Willy Brandt, quien decía y ahora repiten muchos: “El que a los 20 años no es de izquierdas es que no tiene corazón; y, quien lo sigue siendo a los 50 es que no tiene cabeza.” Por mi parte ya sobrepasé el “medio cupón” y todavía siento la pasión por la lucha social al lado de los más deprimidos. Así mismo cuando uso o miro aquella imagen del Che Guevara “con mirada soñadora como imagen de esperanza”, comparto la expresión de Monedero también, al decir: “Aquel ejemplo de generosidad, de solidaridad, de empatía con los de abajo, propio de esa etapa de altruismo que es la juventud y de ese renacer al pensamiento que es la universidad, han quedado como referentes que uno quisiera repetir”. La querella sigue abierta…